El dislate en el Valencia no para: ahora dimite Suso García Pitarch

Jesús García Pitarch presentó este sábado su dimisión irrevocable como director deportivo del Valencia CF, según comunicó el club valencianista esta tarde en un comunicado publicado en su página web. De forma interina, sus funciones serán asumidas por José Ramón Alesanco, director de la academia de la entidad, cuyas tareas inmediatas serán "continuar con las labores previstas en el actual mercado de invierno y trabajar en todo lo relacionado con el primer equipo en coordinación con el entrenador, Voro González", dice el comunicado.

La dimisión de García Pitarch es el último capítulo de la convulsa temporada que vive el Valencia. Por el banquillo de Mestalla ya han pasado tres entrenadores: Pako Ayestarán, Cesare Prandelli y Voro González, delegado del equipo al que le toca ejercer de apagafuegos cada vez que hay una destitución o una destitución, y en las últimas dos temporadas ha habido unas cuantas.

Pitarch ya puso su cargo a disposición del club en diciembre, pero el club no lo aceptó. Ahora pone punto y final a su segunda etapa como director deportivo del Valencia menos de un año después de comenzarla. "Estoy aquí para preparar el futuro del club", dijo en su presentación el 13 de enero de 2016. Durante este año, ha tenido que luchar contra la sombre de Jorge Mendes, para muchos el verdadero director deportivo del equipo, por mucho que él y Layhoon Chan, la presidente del equipo, lo hayan negado una y otra vez. "Si estoy aquí es por Layhoon, que es quien me hizo una propuesta, me ha escuchado y me ha hecho una oferta. Yo no he hablado con Jorge Mendes", dijo Pitarch a su llegada.

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No es la primera vez que García Pitarch sale del Valencia por la puerta de atrás. En junio de 2004, tras dos años como director deportivo en los que tuvo varios enfrentamientos con Rafa Benítez, entonces entrenador valencianista, fue destituido. Ahora se va él, y lo hace no solo dejando el futuro en el aire, también el presente. La situación del Valencia es límite, con el equipo hundido en la clasificación (17º con 12 puntos) y un clima social en ebullición. La afición, harta de lo que sucede dentro y fuera del terreno de juego, lleva tiempo pidiendo la marcha de Peter Lim, dueño del club.

El último episodio del caos valencianista fue la dimisión de Prandelli menos de dos meses después de ser fichado. El técnico italiano, que consiguió tres victorias, tres empates y cuatro derrotas en los 10 partidos que dirigió, dimitió el 30 diciembre por las diferencias con la dirigencia a la hora de reforzar la plantilla. El italiano consideraba que había que fichar inmediatamente, pero sus deseos no eran compartidos por la dirigencia, lo que desembocó en su marcha.

La situación en el vestuario tampoco es buena. El ambiente cada vez es peor, y desde fuera muy pocos ven la manera de revertir la situación. Tras la goleada (1-4) recibida contra el Celta en la Copa del Rey, Voro reconoció que a los jugadores les había podido la situación. Este lunes, contra Osasuna, colista de la liga, tendrán un nueva oportunidad de empezar a reaccionar. O de seguir hundiéndose.