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Un ataque de rabia devuelve la vida al Atleti
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golazo de saúl para ganar a las palmas

Un ataque de rabia devuelve la vida al Atleti

La UD Las Palmas fue superior durante una gran fase del partido al ritmo de Roque Mesa y Jonathan Viera, pero no supieron culminar sus oportunidades y tras un error, Saúl resolvió

Foto: Un golazo de Saúl que valen tres puntos (Sergio Pérez/Reuters).
Un golazo de Saúl que valen tres puntos (Sergio Pérez/Reuters).

El Atleti ha vuelto a ganar, y eso ya es una noticia positiva, que empiezan a no sobrar en la entidad rojiblanca. En un momento de tensión competitiva altísima, la plantilla no está cumpliendo con el guion establecido a principio de temporada, el mismo que años anteriores, pero esta vez no disimulado públicamente: luchar por ganar la Liga. Por ello y porque la psicología atlética necesitaba un nuevo empujón, una pequeña alegría, ganar a Las Palmas era más que obligatorio, era una necesidad vital. De ahí que el Atlético de Madrid haya recuperado su modo de vida, el que más confianza le ofrece: jugar mal, pero ganar. No importa el cómo, mientras se consiga el qué. Mal harían en conformarse.

Foto: Simeone da instrucciones durante el partido que disputaron Villarreal y Atlético de Madrid en El Madrigal. (EFE)

Que un partido que disputa el Atlético no sea atractivo de ver no es una novedad, lo que no es tan fácil de ver es a este equipo siendo superado por el contrario con aparente sencillez. No suele pasar. No solía, al menos. No son ya uno o dos partidos en los que el Atleti ha sido inferior al contrario, sino que empieza a ser la tónica habitual. Hay excepciones, claro está, de hecho el Atleti fue mejor que el Espanyol en el último duelo como local, pero entendemos que, por presupuesto y estructura deportiva, es lógico que así sea. La norma, por el contrario, es que el Atleti tenga largas fases de los partidos que le sea imposible controlar al contrario ni, por tanto, el partido, que reciba ocasiones, cuando no goles, y que atolondrado por los nervios, no sea capaz de gestar sus propias oportunidades en el marco contrario. Pasó de nuevo ante la UD.

Acabó ganando los tres puntos por una acción espontánea, surgida de lo más hondo del subconsciente colchonero. Mientras sufría enormemente y no podía encontrar la forma de parar a Roque Mesa y Jonathan Viera, tuvo un pequeño ataque de rabia que acabó siendo letal para los amarillos. Un robo de balón en campo contrario, justo después de una gran oportunidad canariona, acabó con Griezmann pudiendo mirar portería de frente. Vio el espacio y disparó, no había hueco. El rechace le cayó a Saúl Ñíguez en unas condiciones mejores que las de su compañero, golpeó con el interior, pero con potencia, para que la curva de la pelota nunca se acercase a Varas. Entró y explotó el Calderón.

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Explotó porque rompió la tensión acumulada en las últimas semanas. Un gol a la crisis, al miedo y al pánico por el futuro. Era un tanto que no solo rompía el marcador, sino que prácticamente sentenciaba el partido. Aún quedaba tiempo para la reacción, pero Las Palmas ya había tenido lo que podía tener antes de ello. Y aunque este Atleti es un equipo débil, sigue siendo una roca defensivamente cuando tiene el viento a favor. Se reorganizó el equipo en torno a sus centrales y no hubo mayor problema que la insistencia amarilla, cada minuto más mermada físicamente y con la mente hundida por tantos minutos de intentos fallidos por marcar.

No fue todo el partido un dominio visitante aplastante, en absoluto. De hecho, el Atleti completó en los 20 primeros minutos del encuentro uno de los mejores ratos de fútbol que ha ofrecido en más de un mes. Con una plantilla reducida a 17 jugadores por las lesiones y con el canterano Juan Moreno completando la convocatoria, el Cholo dispuso, igualmente, un once de plenas garantías con el que ganar a cualquiera. Lo único que descuadraba con lo habitual eran los laterales, ya que Filipe no volverá a jugar hasta 2017 y Simeone decidió que Juanfran se sentara junto a él en el banquillo.

El Atleti, con ellos en el campo, salió con un espíritu competitivo descomunal, como molesto por todo lo que se había hablado en estos últimos días y con evidentes ganas de reivindicarse. Con Koke como faro y Griezmann más activo que de costumbre, Las Palmas se tuvo que dedicar a sobrevivir durante los primeros instantes. No había manera de sacar la pelota jugada, una máxima de Setién, ante la presión de los delanteros colchoneros, lo cual generaba pérdidas constantes cerca del área y peligro inminente sobre Javi Varas, remate al palo incluido. Gameiro y Griezmann, pese a la insistencia, no están manteniendo una buena relación con el gol últimamente. Griezmann no marca en Liga desde el 2 de octubre.

Setién sorprendió con un cambio de sistema. Dejó a Tana en el banquillo y en su lugar dio entrada a Montoro. Un mediocentro por un mediapunta. Ubicó a Montoro como pivote único y a Vicente y Roque como interiores de largo recorrido. Es decir, se podía entender como un cambio defensivo, y en realidad así lo era. Quería sentirse fuerte en el centro del campo y para ello renunció al talento de Tana. Hasta que Montoro no se asentó sobre el césped, lo cual le costó esos 20 minutos iniciales, la idea del entrenador cántabro no funcionó. Después, Roque y Viera se unieron para abrir en canal al Atleti y hacerles concentrarse más en guarecer a Moyá que en intentar marcar un gol.

Si con sus obligaciones defensivas, Roque Mesa se muestra como uno de los pivotes más creativos del fútbol español, con un poco de vuelo es un enlace excelente entre la zaga y la creación. Ante la mirada de Lopetegui y Pablo Sanz, presentes en el Calderón, Mesa dio otra lección de entendimiento de este juego. Su conexión con Viera no generó el 0-1 porque Moyá sacó una mano prodigiosa abajo, donde duele. Ello, unido a la proyección de Míchel y Hélder, aprisionó al Atleti, que solo pudo reaccionar con un ataque de rabia, con una salida a la presión. La misma rabia que soltó Saúl gritando su gol.

Ficha técnica

1 - Atlético de Madrid: Moyá; Vrsaljko, Savic, Godín, Lucas; Koke, Saúl, Gabi, Carrasco (Fernando Torres, m.76); Griezmann (Thomas, m.89) y Gameiro (Gaitán, m.83).

0 - Las Palmas: Javi Varas; Míchel Macedo, Lemos, Bigas, Helder Lopes (Dani Castellano, m.83); Vicente Gómez (Tana, m.83); El Zhar, Montoro, Roque Mesa, Jonathan Viera; y Livaja.

Gol: 1-0, m.59: Saúl Ñíguez.

Árbitro: Mario Melero (C. Andaluz). Amonestó a los locales Saúl (m. 42) y Carrasco (m. 72), y al visitante Roque Mesa (m. 56).

Incidencias: partido correspondiente a la decimosexta jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 45.000 espectadores.

El Atleti ha vuelto a ganar, y eso ya es una noticia positiva, que empiezan a no sobrar en la entidad rojiblanca. En un momento de tensión competitiva altísima, la plantilla no está cumpliendo con el guion establecido a principio de temporada, el mismo que años anteriores, pero esta vez no disimulado públicamente: luchar por ganar la Liga. Por ello y porque la psicología atlética necesitaba un nuevo empujón, una pequeña alegría, ganar a Las Palmas era más que obligatorio, era una necesidad vital. De ahí que el Atlético de Madrid haya recuperado su modo de vida, el que más confianza le ofrece: jugar mal, pero ganar. No importa el cómo, mientras se consiga el qué. Mal harían en conformarse.

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