Es noticia
El Barcelona sale de la uvi, pero el punto de inflexión no puede ser ante Osasuna
  1. Deportes
  2. Fútbol
el equipo navarro nunca fue rival

El Barcelona sale de la uvi, pero el punto de inflexión no puede ser ante Osasuna

El Barcelona tendrá que confirmar la resurrección el próximo domingo en el derbi frente al Espanyol, un vecino siempre incómodo y que está en alza

Foto: Messi es felicitado tras marcar un gol en El Sadar ante Osasuna (EFE)
Messi es felicitado tras marcar un gol en El Sadar ante Osasuna (EFE)

Llevaba tiempo el FC Barcelona buscando un punto de inflexión, ese partido que suponga un antes y un después en una temporada que en la Liga Santander está siendo gris. Las esperanzas culés se pusieron primero en Anoeta, y el revolcón fue considerable. Llegó después el Real Madrid, y pese a la reaparición de Iniesta en la segunda parte y la mejora en el juego, el Barça solo arrancó un escaso empate. En Pamplona, por fin, llegó la victoria. Leo Messi, con dos goles —el segundo de ellos sensacional— ha renovado la esperanza culé.

Foto: Messi se coloca al frente del Pichichi con 11 goles (Vincent West/Reuters).
TE PUEDE INTERESAR
Un poco de Messi es mucho
Alonso Castilla

Puede que El Sadar no sea un estadio de relumbrón y es cierto que Osasuna está viviendo un momento complicadísimo, colista en la tabla, con solo una victoria en las 15 jornadas que ya se han disputado y sin que el cambio en el banquillo de Caparrós haya surtido el efecto deseado. Tampoco fue un partido espectacular por parte del Barça, pero se trataba de recuperar sensaciones, “volver a tener el control del partido”, como resumió Iniesta tras el encuentro y sumar tres puntos después de los últimos tres empates consecutivos ante el Málaga, la Real Sociedad y el Real Madrid. Se trataba, en definitiva, de romper con la deprimente dinámica en la que se había metido el conjunto azulgrana. Y para eso, justo para eso, sirvió el encuentro de este sábado. No es poca cosa.

Le costó al conjunto culé. De los 11 disparos en la primera mitad, solo dos fueron a puerta. El primer gol de Luis Suárez no llegó hasta el minuto 58, ya en la segunda parte, y en su ejecución participaron hasta ocho jugadores azulgranas. Eso es el Barça, el libreto, el estilo, el ADN. Madurar las jugadas y aprovecharse de la pólvora arriba. El regreso de Iniesta ha devuelto las esencias y le ha dado oxígeno a Sergio Busquets, que por fin tiene un compinche en el que apoyarse. El equipo de Luis Enrique volvió a ser reconocible y Messi volvió a hacer de Messi.

Foto: Messi celebra su gol al Borussia Mönchengladbach. (EFE)

Su segundo tanto, el tercero del Barça, ya en el minuto 92, fue sensacional. Estamos tan acostumbrados a sus genialidades que a veces las damos por normales, cuando de ninguna manera lo son. Leo no habla de su renovación, Luis Enrique metió la pata en la previa afirmando que no podía apostar que seguiría solo por su inquina a un medio de comunicación. En su empeño por no dar un titular, terminó soltando el equivocado. Puro ruido hasta que rueda la pelota y Messi se explica, rotundo, sobre el terreno de juego. De los 37 tantos que ha marcado el Barcelona esta temporada en Liga, 21 los firman la pareja que forman Messi y Luis Suárez; 11 el argentino y 10 el uruguayo.

Tras la victoria, el técnico, mucho más relajado, “las victorias lo curan todo”, como él mismo afirmó hace una semana, felicitó a su equipo: “Ya en la primera parte del partido merecimos adelantarnos y tener un partido tranquilo, pero estoy contento con lo que he visto y con el rendimiento de todos. Circulamos bien la pelota, generamos ocasiones de gol y presionamos. Tuvimos un control total del partido y solventamos todas las dificultades que nos encontramos”.

Recuperadas las buenas sensaciones, aunque haya sido ante dos rivales menores como el Borussia y Osasuna, el Barça tendrá que confirmar la resurrección el próximo domingo en el derbi ante el Espanyol, un vecino siempre incómodo y que está en alza. El primer paso, al menos, ya está dado.

Llevaba tiempo el FC Barcelona buscando un punto de inflexión, ese partido que suponga un antes y un después en una temporada que en la Liga Santander está siendo gris. Las esperanzas culés se pusieron primero en Anoeta, y el revolcón fue considerable. Llegó después el Real Madrid, y pese a la reaparición de Iniesta en la segunda parte y la mejora en el juego, el Barça solo arrancó un escaso empate. En Pamplona, por fin, llegó la victoria. Leo Messi, con dos goles —el segundo de ellos sensacional— ha renovado la esperanza culé.

Osasuna Leo Messi Luis Enrique Sergio Busquets
El redactor recomienda