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Un poco de Messi es mucho
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doblete del argentino y otro de luis suárez

Un poco de Messi es mucho

Sin completar un excelso partido, Leo Messi volvió a ser determinante. Doblete del argentino en un plácido triunfo del Barcelona ante un Osasuna menor

Foto: Messi se coloca al frente del Pichichi con 11 goles (Vincent West/Reuters).
Messi se coloca al frente del Pichichi con 11 goles (Vincent West/Reuters).

El gol de Sergio Ramos en el Clásico dejó con muy mal cuerpo al barcelonismo. Tercer partido consecutivo de LaLiga Santander sin sumar tres puntos de una tacada, algo nada habitual en la historia más reciente del Barcelona. La visita a Pamplona era considerada vital porque de lo contrario las luces de alarma se iban a encender. Pero no pasó. Apareció Messi. No con esplendor, pero con su genialidad siempre presente para protagonizar el triunfo. Activó el primer gol y marco los dos restantes. Como si nada, en su línea habitual. Más le vale al club renovar cuanto antes al de Rosario...

Foto: Messi celebra su gol al Borussia Mönchengladbach. (EFE)

El equipo de Luis Enrique liquidó el partido a cámara lenta, poco a poco. Tuvo paciencia y esperó más de lo previsto, confiando en que sus cracks aparecerían tarde o temprano. Es lo que sucedió. Primero Luis Suárez y más tarde Messi enterraron a un Osasuna que resistió lo que pudo, pero dejando claro que por algo es el colista. Complicado lo va a tener Joaquín Caparrós para sacar a flote a un equipo con los recursos justos para transitar por la máxima categoría.

Sergio León se marchó directo hacia la portería de Ter Stegen, pero en el último momento se cruzó a tiempo Piqué. Apenas llevaba un par de minutos rodando el balón sobre el verde y alguno pudo pensar que Osasuna le complicaría la vida al Barcelona. No, no fue así. El partido se desarrolló como se esperaba. Tardó mucho el equipo de Luis Enrique en activar el marcador, pero estaba claro que el desenlace sería el que fue finalmente.

El plan de Joaquín Caparrós para salir vivo del partido fue muy claro desde el principio. Regaló el balón a su rival, mucho terreno de juego… y a rezar. El método resultó efectivo hasta el descanso. Y lo fue porque el equipo blaugrana falló más de lo debido. Fue una escopeta de feria. Perdonó una oportunidad tras otra, siempre que la zaga local no cerró a tiempo, que fueron unas cuantas veces. Visto lo visto, fue increíble que Osasuna llegará al ecuador del partido con vida. Se encerró sin contemplaciones y cuando su zaga no se ajustó como es debido, el Barça hizo lo propio con su punto de mira.

Luis Suárez fue el primero en errar y por partida doble. Primero tras una genial asistencia de Messi y poco después cuando estrelló el balón en un poste. Tomó el relevo el argentino, que perdió en dos mano a mano con Nauzet. El guardameta de Osasuna metió primero un pie y luego una mano para impedir que Leo pusiera en marcha el marcador. Iniesta y el mismo Messi rozaron el gol más tarde, también sin éxito.

Osasuna resistía a duras penas. Veía pasar el balón de un lado a otro, corriendo detrás del enemigo casi siempre. Y como nadie derribaba su portería, pensaba que la machada era posible. Pocas veces fueron atrevidos los de Caparrós cuando tocó atacar, aunque tuvo otra Osasuna a la media hora, cuando menos se pensaba. Un centro-chut de De las Cuevas dejó a Oriol Riera muy cerca de la gloria, pero el ariete no llegó por un puñado de centímetros. Fue un fogonazo aislado, porque el Barcelona lo tenía todo bajo control. Buen partido antes del descanso de la escuadra azulgrana, pero sin pimienta cuando tocó rematar.

Emprendió una aventura en solitario Sergio León nada más comenzar el segundo acto y casi le sale bien. Todo se lo guisó él solo y estuvo en un tris de abrir por sorpresa el marcador. Su genial y lejana vaselina fue seguida cual estatua por Ter Stegen, que vio cómo el larguero evitaba la fiesta en El Sadar. Un arañazo al rostro del Barcelona que no pasó a mayores. La cruda realidad, la enorme superioridad del equipo catalán, acabó imponiendo su ley con contundencia.

El Barcelona no se inmutó ni se aceleró. Continuó guisando el partido poco a poco. En ningún momento se alteraron los blaugrana, sabiéndose muy superiores a su rival. La muralla roja alrededor de Nauzet cada era más abundante de efectivos, pero en cuanto aparecieron los cracks rivales, el partido quedó sentenciado. El Barça movía el balón de un lado para otro, esperando que alguna grieta apareciera en la barrera colorada. La encontró en dos ocasiones y por el mismo lado. Messi asistió a Jordi Alba y éste regaló el primero a Luis Suárez. Minutos después, el lateral volvió a percutir por el costado y en esta ocasión fue Leo el que dio el tiro de gracia. Asunto liquidado.

Osasuna trató de meterse en el partido como fuera, pero la empresa fue imposible de realizar. Tuvo que intervenir en una oportunidad Ter Stegen para evitar que el partido entrara en otra dimensión, pero poco más hicieron los de Caparrós para que el enfrentamiento cobrara vida. El equipo rojillo, de la mano de su nuevo entrenador, sólo ha sumado derrota tras derrota. El plantel tiene lo justo, o menos, para sobrevivir entre los grandes. No tiene lo que le sobra al Barcelona. Messi se guardó una nueva genialidad para el final y sellar el tercero en el último momento. Un poco de Leo es mucho.

Ficha técnica

0 - Osasuna: Nauzet; Oier (Tano, m.63), Miguel Flaño (David García, m.46), Iván Márquez, Clerc; De las Cuevas, Causic, Roberto Torres, Alex Berenguer; Sergio León y Oriol Riera (Kenan Kodro, m.70).

3 - FC Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba; Sergio Busquets, André Gomes (Rafinha, m.76), Iniesta; Messi, Luis Suárez y Arda Turan (Denis Suárez, m.65).

Goles: 0-1, m.59: Luis Suárez. 0-2, m.72: Messi. 0-3, m.92: Messi.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Oier (m.27), Iván Márquez (m.52) y Roberto Torres (m.84), de Osasuna.

Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio El Sadar ante 17.349 espectadores.

El gol de Sergio Ramos en el Clásico dejó con muy mal cuerpo al barcelonismo. Tercer partido consecutivo de LaLiga Santander sin sumar tres puntos de una tacada, algo nada habitual en la historia más reciente del Barcelona. La visita a Pamplona era considerada vital porque de lo contrario las luces de alarma se iban a encender. Pero no pasó. Apareció Messi. No con esplendor, pero con su genialidad siempre presente para protagonizar el triunfo. Activó el primer gol y marco los dos restantes. Como si nada, en su línea habitual. Más le vale al club renovar cuanto antes al de Rosario...

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