Pepe se saldrá con la suya: el Real Madrid premiará su lealtad con dos años de contrato

Pepe(33 años) llevaba más tiempo de lo debido con la mosca detrás de la oreja. Miraba el calendario, los meses amarilleaban de puro viejo y él sin saber si el 30 de junio de 2017 tendría que agarrar el petate y vestir otra camiseta que no fuera la de 'su' Real Madrid. Porque después de casi 10 años, el zaguero considera que ese escudo/real es emblema grabado a fuego en su casa. Y Pepe (Képler Laverán Lima Ferreira, es su nombre) ya no concibe una camiseta que no sea la blanca. Por eso andaba con el entrecejo fruncido. Ahora, no tanto.

Pepe, que es un tipo racial en el campo y de costumbres caseras, solo se pone serio cuando el asta de una lesión le agujerea la moral. Por lo demás, el vestuario rechina alegre con las ocurrencias del zaguero, un tipo de vida sencilla, que compra pan en la tienda del pueblo y jamás se deja ver solo sin la compañía de su familia. Pepe, de casi metro noventa de estatura, es un gigantón con sonrisa de niño.

Muchos se echaban las manos a la cabeza cuando el Real Madrid, a través de su director deportivo de entonces, Pedja Mijatovic, se hacía con la perla del Oporto, su club de procedencia, por 30 millones de euros, una cantidad desorbitada para un defensa. El tiempo le daría la razón al exjugador montenegrino. "Con el fichaje de Pepe me jugué el cuello", aseguró años más tarde.

Eterno silencio

Lo ha dicho Pepe varias veces en las últimas temporadas: “Lo mejor que me ocurrió en la vida fue fichar por el Real Madrid”, y con 33 años (cumple 34 el próximo febrero), quiere bajarse del autobús profesional a los 36 años. De blanco. Pero en los últimos meses, después de un “verano perfecto” (campeón de la Champions y campeón de Europa con Portugal), Pepe se esperaba un mayor agasajo en la parte noble del club. Pero el Real Madrid, cuando llamó a su agente (Jorge Mendes)para emprender negociaciones y realizar el protocolo de la renovación, demostró que tenía otras ideas diferentes a Pepe: le ofrecía solo un año de contrato. El jugador pretendía dos.

El portugués, que lo ha ganado todo (menos el Mundial de selecciones), es uno de los baluartes de un vestuario que el pasado año vivió momentos de convulsiones y ahora, con la mano de Zidane, vuelve a reír a coro. Mucha culpa la tiene el paso dictatorial del Real Madrid en la LaLiga y el buen juego que despliega el equipo. Pero Pepe, uno de los tenores del 'sancta santorum' madridista, parecía cabizbajo. Le echaban la culpa a una dolorosa lesión, que lo tiene a mal traer, pero el motivo era otro: el silencio de la parte ejecutiva del club, que no movía un centímetro de su oferta inicial.

Sin embargo, en los últimos días a Pepe le han llegado brisas de tranquilidad. Su agente, Jorge Mendes, ha tranquilizado al futbolista y le ha instado a centrar su objetivo en restablecerse de la lesión, porque la intención del Real Madrid ha variado. El club le propondrá dos temporadas más de contrato: hasta junio de 2019. Es el premio que Florentino Pérez y sus ejecutivos consideran se merece Pepe, “un futbolista que siempre se ha partido la cara por nuestro club”, confesó a El Confidencial un directivo. El defensa mató a la mosca que le zumbaba el oído. Ahora podrá seguir su rutina, convivir con la familia en Las Rozas, ir al multicentro, comprar el pan… y ganar títulos.