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El regreso de Moyá, el portero al que las lesiones le dieron y le quitaron la titularidad
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primera convocatoria de la temporada

El regreso de Moyá, el portero al que las lesiones le dieron y le quitaron la titularidad

El Atlético fichó a Moyá como el suplente de Oblak, pero una lesión del esloveno lo hizo indiscutible, pero la moneda cambió de lado y nunca más ha vuelto a ser el portero titular

Foto: Moyá se lesionó contra el Leverkusen en 2015 y Oblak ocupó la titularidad desde entonces (JuanJo Martín/EFE).
Moyá se lesionó contra el Leverkusen en 2015 y Oblak ocupó la titularidad desde entonces (JuanJo Martín/EFE).

Durante muchos meses, Jan Oblak no era más que ese portero desconocido que había costado tantísimo dinero al Atlético y que no jugada. Desde que Gil Marín pagara 16 millones de euros al Benfica hasta más allá de mitad de temporada, el esloveno fue un absoluto desconocido para la afición rojiblanca. Sí, decían que había tenido muy buenas actuaciones en la liga portuguesa y había sido fundamental para que el Benfica jugase la final de la Europa League de 2014. Todo eso estaba muy bien, pero en el Atleti no había demostrado nada. Un día jugó y el Olympiacos le endosó tres. No se volvió a saber de él hasta que el Bayer Leverkusen se cruzó en la Champions League.

Foto: Juanfran Torres y Filipe Luis (EFE)

Mientras Oblak calentaba banquillo (de Portugal se trajo consigo una importante mala fama de jugador que no toleraba bien ser suplente), en el arco del Calderón se situaba Miguel Ángel Moyá. Era un portero que había destacado y mucho en el Real Mallorca, pero que no había encajado en el Valencia de Emery, donde apenas fue un recambio para los titulares, más que un seguro de vida. En Getafe alcanzó un rendimiento alto y había mantenido cierta regularidad, pero nunca había destacado por encima de ningún otro cancerbero. Sin embargo, el Atlético decidió que era el perfil idóneo de portero suplente que no daría problemas. No fue ese su rol, no al menos inicialmente: era titular indiscutible.

Las lesiones son parte imborrable del deporte en general, pero en un deporte de equipo tienen una trascendencia muy alta, pues un problema físico puede ocasionar la pérdida de un puesto en la alineación. Le pasó a los dos guardametas del Atleti y saben perfectamente lo que significa. Nada más llegar a Madrid, Oblak se lesionó. Se perdió buena parte de la pretemporada y cuando tocó decidir qué jugador cubría la portería, Simeone probó a Moyá y le convenció. Tanto es así que desde el primer partido de Liga hasta la vuelta de octavos de Champions contra el Leverkusen, Moyá lo jugó todo, salvo aquel partido ante el Olympiacos y la Copa del Rey. Y nadie ponía en duda la elección del Cholo: Moyá estaba cumpliendo con su cometido y desprendía una seguridad pasmosa.

A Oblak no le sentaba bien la suplencia, no tanto ya por un mal comportamiento (fue un suplente ejemplar), sino deportivamente. Cuando jugó de manera discontinua cometió ciertos errores que le penalizaron, sobre todo ante el Barça en Copa. Pero de pronto se encontró con la enorme responsabilidad de salir en frío a un partido a vida o muerte ante el Bayer. Moyá sintió un dolor en el bíceps femoral de la pierna izquierda y tuvo que dejar el partido y, sin saberlo, la titularidad en el Atlético.

Desde aquel día, Moyá no ha vuelto a jugar un partido de Champions o de LaLiga Santander. Ni uno. Simeone solo le dio la Copa del Rey de la temporada pasada, y el Atlético se despidió en cuartos de final, por lo que solo pudo disputar seis partidos. En esta temporada, Moyá tampoco ha jugado. No lo ha hecho, sobre todo, por una artroscopia que se realizó el 11 de agosto para limpiar daños articulares en su menisco externo, pero tampoco habría participado, ya que no ha vuelto la Copa aún para el Atleti. Oblak es inamovible en el marco y no ha dado hasta ahora ninguna muestra de que se deba dudar de su rendimiento. Su único pero fue la tanda de penaltis de la final de la Champions League, pero juzgar a un portero por no detener penaltis es ciertamente injusto. Si el Atleti jugó esa final es, en buena medida, por Oblak.

Esa artroscopia ya está superada. Casi tres meses después, Moyá vuelve a una lista de convocados. Sabe que no va a jugar, su rol ahora es el mismo para el que se le fichó, pero no el mismo que le acabó tocando. Nadie tose a Oblak ahora.

Alineaciones probables

Real Sociedad: Rulli; Carlos Martínez, Navas, Mikel González, Yuri; Illarramendi, Zurutuza, Oyarzabal, Xabi Prieto, Carlos Vela; Willian José.

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Saúl, Gabi, Koke, Carrasco; Griezmann y Gameiro.

Árbitro: Álvarez Izquierdo (Comité Catalán).

Estadio: Anoeta.

Hora: 16.15, beIN LaLiga.

Durante muchos meses, Jan Oblak no era más que ese portero desconocido que había costado tantísimo dinero al Atlético y que no jugada. Desde que Gil Marín pagara 16 millones de euros al Benfica hasta más allá de mitad de temporada, el esloveno fue un absoluto desconocido para la afición rojiblanca. Sí, decían que había tenido muy buenas actuaciones en la liga portuguesa y había sido fundamental para que el Benfica jugase la final de la Europa League de 2014. Todo eso estaba muy bien, pero en el Atleti no había demostrado nada. Un día jugó y el Olympiacos le endosó tres. No se volvió a saber de él hasta que el Bayer Leverkusen se cruzó en la Champions League.

Diego Simeone
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