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El Betis le quita las penas a Isco y al Madrid
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los de zidane vapulean al betis y hunden a poyet

El Betis le quita las penas a Isco y al Madrid

Seis goles son una fantástica medicina para olvidar cuatro empates consecutivos y paliar momentáneamente las dudas que empezaban a surgir sobre el equipo de Zidane

Foto: Bale celebra con Isco el primer gol del malagueño (Raúl Caro/EFE).
Bale celebra con Isco el primer gol del malagueño (Raúl Caro/EFE).

El fútbol tiene un punto de aleatoriedad que da el punto de picante justo que realza un gran plato. Es aleatorio, prácticamente casualidad, que el Madrid empatara cuatro partidos de manera consecutiva después de ganar todos los anteriores de esta temporada. También lo es que para salir de ese hoyo en el que se estaba hundiendo, lo haga de un salto de altura de récord. Nadie había ganado 1-6 en el Villamarín, ni en Heliópolis. El Madrid vaporizó al Betis en el momento preciso, cuando la cabina empezaba a perder presión y faltaba ya poco para que cayeran las máscaras de oxígeno. Si este equipo se mete en problemas, son los mayores problemas del planeta; para salir de ellos encuentra una medicina fulminante.

Foto: Zidane afrontará al Betis con cuatro importantes bajas (Bernd Thissen/Reuters).

"No soy un mago, yo solo creo en el trabajo, la seriedad y el compromiso de todos los jugadores". A Zidane le quedaron de maravilla las palabras del viernes. Trabajo, implicación, ganas. Todo eso lo puso el Madrid en Sevilla y de la manera más brava posible. Porque el Madrid goleó, pero lo hizo a través de un fútbol excelente, por momentos exquisito. Manteniendo siempre su idea, que no es otra que el vértigo, la velocidad, la técnica y el martillo eléctrico. Con bajas que en ningún caso se apreciaron, porque para eso la plantilla es larga y de una calidad enormemente contrastada. Sin paliativos, sin fisuras. Exactamente lo contrario a los últimos cuatro partidos, y también algunos otros con resultado favorable.

No quiso Zidane hacer de Merlín desde el inicio y escogió para empezar el encuentro a los jugadores que más encajaban con lo que le faltaba. No tenía a su columna vertebral, y para poder seguir andando pese a ello, apiló otras vértebras cuya médula espinal sigue siendo la fantástica comprensión del fútbol que lleva en la sangre blanca el Madrid. Varane y Pepe nunca se han entendido a la perfección, pero son suficientemente inteligentes para no sufrir ante Alex Alegría y Rubén Castro. Más adelante, Kovacic ejemplificó el motivo por el que no se marchó cedido y por el que le aprecia Zidane: siempre cumple y más como alternativa al pivote posicional. Y Francisco Alarcón, recuperado para la causa.

Foto: La alineación del Madrid contra el Espanyol (Cordon Press).

A Isco le apetece muy poco jugar de vez en cuando. No está en esto del fútbol para esperar su momento en el banquillo, él disfruta con la pelota en los pies y con la mente limpia, lo cual se produce cuando se siente cómodo, a gusto sobre el campo, liberado de unas funciones defensivas que hace con soltura pero que preferiría ahorrarse. Y, sobre todo, cuando siente confianza. Zidane lo puso donde Isco mejor sabe jugar, de '10', del número que solo le han dejado llevar en la sub-21. Nada de un pivote y dos interiores.

Zidane dispuso a sus tres centrocampistas en tres alturas: Kovacic en la base, Kroos en el corazón e Isco en la extremidad, en la mano ejecutora. Cada uno con su espacio vital adquiere una relevancia mayor, saben cuál es su parcela y la dominan tanto con el balón como sin ella. La prueba del Villamarín era menor, no nos engañemos, pues el Betis no ha descubierto aún qué quiere Poyet hacer con él, y viceversa, pero cuando la exigencia es menor, el resultado debe ser mayor, y este extremo se cumplió con creces a través de la excelente conjunción de los medios, separados en el campo, pero unidos por un campo gravitatorio que los hacía inseparables.

Se fue el Madrid al descanso ganando por 0-4 y no habían marcado ni Bale ni Cristiano, y estaban los dos ahí, en el césped, esperando su ocasión para superar a Adán. Las tuvieron los dos, pero entre el palo, el portero y el desatino, dieron espacio en el marcador a otros que lo necesitaban más que ellos... hasta que Cristiano se topó con su gol de rigor. Lo necesitaba Varane porque no marcaba en Liga desde su primera temporada de blanco y porque su nivel había dejado de ser excelente en defensa. Lo necesitaba Benzema porque todavía no había demostrado que su problema de espalda era una cosa menor, sin la trascendencia que parecía haber adquirido en el verano. Lo necesitaba Marcelo... bueno no, lo necesitaba el fútbol en este caso, porque que Marcelo esté contento será bueno para este deporte. Y lo necesitaba más que nadie Isco, que se sentía más fuera que dentro de este equipo. Y como le hacía mucha falta, marcó dos.

Foto: Isco, durante el Real Madrid-Sevilla de la final de la Supercopa de Europa (EFE)

El Betis, descosido y sin hilo ni aguja ni dedal que pudiera remendar el estropicio, se agarró a que Joaquín imaginara que tiene unos cuantos años menos y fuera el mismo con el que Marcelo se despertaba por las noches empapado en sudores fríos. Pero Poyet ve en Joaquín a un enganche, ya no tanto a 'la finta y el sprint', y en el centro, las cualidades de Joaquín se difuminan como el humo. Como líder que es, el gaditano se inventó un pase de espaldas para que el graderío tuviera algo que cantar más allá del "Poyet, vete ya".

Al contrario que en Dortmund, donde no dio el paso que muchos le exigieron 'a posteriori', Zidane vio la sangre y quiso más cuando el Betis estaba en la lona esperando a que el árbitro contara hasta diez. Mandó a descansar a su único pivote, Kovacic, y lo cambió por Lucas Vázquez, y después buscó más refresco con Morata y Asensio, pero ya el contrario era cadáver y no respondía a los golpes. Cuando el juez ordenó su levantamiento, en los que vestían de morado (qué gusto ver al Madrid con su verdadero segundo color) solo se veían sonrisas. ¿Crisis? ¿Qué crisis?

Ficha técnica

1 - Real Betis: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Durmisi; Joaquín, Jonas Martin (Dani Ceballos, m.67), Petros, Brasanac (Cejudo, m.46); Alex Alegría (Zozulya, m.46) y Rubén Castro.

6 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Kroos, Kovacic (Lucas Vázquez, m.65), Isco; Bale (Asensio, m.79), Benzema (Morata, m.74) y Cristiano Ronaldo.

Goles: 0-1, M.4: Varane. 0-2, M.31: Benzema. 0-3, M.39: Marcelo. 0-4, M.45: Isco. 1-4, M.55: Cejudo. 1-5, M.62: Isco. 1-6, M.78: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Colegio Extremeño). Amonestó a los locales Cejudo, Zozulya, Pezzella y Petros, y al visitante Isco.

Incidencias: Partido de la octava jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Benito Villamarín ante 41.655 espectadores. Césped en perfecto estado.

El fútbol tiene un punto de aleatoriedad que da el punto de picante justo que realza un gran plato. Es aleatorio, prácticamente casualidad, que el Madrid empatara cuatro partidos de manera consecutiva después de ganar todos los anteriores de esta temporada. También lo es que para salir de ese hoyo en el que se estaba hundiendo, lo haga de un salto de altura de récord. Nadie había ganado 1-6 en el Villamarín, ni en Heliópolis. El Madrid vaporizó al Betis en el momento preciso, cuando la cabina empezaba a perder presión y faltaba ya poco para que cayeran las máscaras de oxígeno. Si este equipo se mete en problemas, son los mayores problemas del planeta; para salir de ellos encuentra una medicina fulminante.

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