Mientras el Barça ficha suplentes, el Real Madrid tiene cinco titulares en el banquillo

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El Confidencial

"Somos hombres y hay que tomar decisiones. Desde el momento que supe cuál iba a ser mi rol en el Real Madrid no había más preguntas". Raphael Varane ha recibido ofertas este verano, la más consistente llegaba desde Manchester, donde Jose Mourinho quería llevarse a un central a quien dio la primera oportunidad. Pero no hubo manera, el francés decidió que su destino era seguir en el Madrid aunque sabe bien que para ser central en el equipo blanco tiene mayor competencia de la que encontraría en cualquier otro sitio, por supuesto también el United.

Varane no es titular, al menos no indiscutible, pero sabe que no le faltarán minutos. Su caso se repite en diversas ocasiones cuando se mira la plantilla del Madrid. En este verano extraño se han dado dos fenómenos curiosos en Concha Espina: la ausencia de fichajes y la renuencia de los jugadores a salir del club. Así como Pedro o Bartra tuvieron que marcharse buscando tiempo de juego los teóricos suplentes del Madrid vieron que en la temporada blanca también hay sitio para ellos. Y por eso, además de las condiciones económicas y deportivas que ofrece la casa, no tienen tanto interés en salir a testar el mercado. Solo se ha ido Jesé, por una buena oferta y con las palabras de su técnico en las que le invitaba a salir del club.

Varane, de hecho, jugó más minutos en Liga que Ramos y Pepe. Entró en la filosofía de Benítez, continuada y aumentada después por Zidane, de que todos tienen un hueco en el equipo. Por ponerlo en cifras, 18 jugadores del Real Madrid disputaron al menos 1.000 minutos en Liga, solo 13 del Barcelona llegaron a esa cifra. Munir, teórico cuarto delantero azulgrana, disputó solo dos minutos más que Jesé, a pesar de que, en teoría, el era el primero en la rotación azulgrana arriba y el canario estaba detrás de Lucas Vázquez e, incluso, de James o de Isco. Y eso contando que Messi estuvo un mes fuera de competición, momento que aprovechó para jugar la mayor parte de sus minutos. Munir participó en 15 partidos, Jesé en 28.

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Más datos. El tercer central del Barcelona, Mathieu, tuvo solo 100 minutos más que Nacho, el cuarto hombre en la zaga blanca. Si se tiene en cuenta que en esa posición, por las sanciones, es donde suele haber más cambios obligados a lo largo de la temporada, sorprende que ambos jugadores disputasen aproximadamente los mismos minutos. La clave está, obviamente, en el uso reiterativo de los mismos jugadores. Mascherano estuvo sobre el césped en liga 2.694 minutos, Piqué 2.591 mientras que Ramos y Pepe no llegaron a los 2.000 y Varane disputó 2.189.

Especialmente difíciles son las cosas en la delantera del Barcelona. Los dos jugadores que más minutos disputaron en el campeonato liguero en el club fueron Suárez y Neymar, y si no se reunió con ellos Messi fue únicamente porque estuvo lesionado. Y a pesar de estar un mes parado fue el quinto con más minutos, superado también por Busquets y el portero Bravo. Su régimen de trabajo es solo comparable al de Cristiano Ronaldo, pues tanto Bale como Benzema, bien por lesiones bien por sustituciones, no se colocan entre los cinco madridistas con más carga de trabajo. Ninguno de ellos llega, de hecho, a los 2.000 minutos en Liga, Messi, el que menos en el Barça se va a los 2.729 minutos.

James e Isco se quedan y tendrán minutos

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El Real Madrid este año no ha tocado su plantilla. James e Isco, sobre los que se especuló, terminaron quedándose entrenando en Valdebebas. Saben que no son titulares en el equipo, incluso que hay otras opciones antes que ellos en el banquillo. Pero también tienen claro que, antes o después, terminarán disfrutando de minutos. Porque Isco y James, aunque tuvieron un papel secundario en el final de temporada, siguieron disputando partidos, incluso siendo titulares en muchos partidos. Tiempo hay para todos.

Algunos jugadores que parecen residuales en el Madrid, como Danilo o Kovacic, también disputaron más de 1.000 minutos. Los dos son parte de la dinámica del grupo, aparecen con frecuencia y, a pesar de que aceptan un rol secundario, tienen oportunidades. Porque Zidane tiene claro que en la temporada hay partidos en los que se puede ganar sin tener que recurrir a lo más florido de la plantilla. Tardes en las que el equipo B tiene tantas opciones como el A. Luis Enrique, por el contrario, tiene más problemas para rotar, se fía menos de sus fichas e, incluso, hace menos cambios en los partidos. No son pocas las veces en las que el asturiano se dejó cambio por hacer.

El Barcelona, cuando ha tenido que afrontar esta realidad, ha planteado que el problema no era de filosofía, sino de calidad. Si Luis Enrique no daba bola a los suplentes era porque no confiaba en ellos, o al menos eso se trasluce de los fichajes de esta temporada: Cillessen, Digne, Umtiti, Denis Suárez, Andre Gomes y Alcacer. 131 millones de euros gastados en jugadores que, en principio, son suplentes. Si el problema es la calidad e los recambios ahora el técnico podrá hacer un uso similar al que tiene el Madrid de los Varane, Danilo, James, Isco, Lucas o Morata. Pero siempre puede ser cosa de un entrenador que prefiere aferrarse a un núcleo y tocarlo lo menos posible. El tiempo lo dirá.