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El Barça de Luis (Suárez) utiliza Riazor de diván para disimular sus dudas
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el uruguayo marcó cuatro goles y dio tres

El Barça de Luis (Suárez) utiliza Riazor de diván para disimular sus dudas

El uruguayo lidera a su equipo en una goleada terapéutica después de cuatro jornadas sin ganar y mantiene el liderato de la Liga a falta de cuatro partidos para el final

Foto: Luis Suárez. (Reuters)
Luis Suárez. (Reuters)

"Me importa un pepino de dónde venga el dinero, como si viene del narcotráfico", dijo el presidente de una federación de peñas del Barça sobre la financiación del club catalán. Curiosamente, una expresión parecida fue la que utilizó Luis Enrique ante la prensa para decir que "me importa un bledo si no gusta mi forma de ser". Parece que después de tantos años presumiendo de los llamados 'valors', el Barça ha entrado en un peligroso periodo de vulgarización, lejos de esa excelencia que vivió con Pep Guardiola. Una excelencia que también ha perdido con el balón.

Dicho esto, la visita a Riazor resultó terapéutica para el Barça de Luis Suárez, quien se erigió en el líder de su equipo: marcó cuatro goles, dio tres y hasta guio a Bartra en el suyo. El uruguayo suma ya 30 goles y 15 asistencias. El escandaloso 0-8 ante el Depor vale más que tres puntos, por más que solo queden 12 para acabar la Liga. En otras circunstancias, que el Barça ganara en A Coruña no hubiera sido noticia, pero después del bajonazo de resultados sufrido en las últimas cuatro jornadas, con un empate y tres derrotas consecutivas, el equipo catalán no pudo disimular sus dudas ante un Depor claramente inferior. Como lo perros, que si huelen el miedo se envalentonan, los gallegos debieron hacerlo, aunque tampoco les dio tiempo. Para cuando quisieron darse cuenta, ya perdían 0-1. Luis Suárez ganó su forcejeo con Sidnei a la salida de un córner y aprovechó el aclarado de sus compañeros en el primer palo para batir a Manu a bocajarro. Los suspiros de alivio de los culés fueron evidentes.

[A Luis Enrique le va la marcha, mientras la tensión se abre hueco en el vestuario]

Después de un posible penalti de Laure sobre Luis Suárez, quizá no pitado por De Burgos Bengoetxea para compensar el mencionado forcejeo del uruguayo con Sidnei en su primer gol, el Barça pasó unos minutos de auténticos apuros. Primero, en una gran asistencia de Lucas Pérez a Borges, que se encontró solo delante de Bravo, pero no acertó a controlar la pelota y el portero chileno se le anticipó. Y después en una doble ocasión, de nuevo con Borges como principal protagonista. Al costarricense se le hizo de noche ante Bravo y su compañero Oriol Riera envió alto el balón que se había quedado suelto dentro del área. Ahí se acabó el Depor.

Con Aleix Vidal fuera incluso de la convocatoria y Piqué presente en Riazor, aunque sin poder vestirse de corto al estar sancionado, Luis Enrique salió con Alves en el lateral derecho en sustitución de Sergi Roberto, titular ante el Valencia, y con Marc Bartra junto a Mascherano en el eje de la zaga. Sin los lesionados Mathieu y Vermaelen, el internacional español fue amnistiado por su técnico, pues llevaba 15 partidos sin estar en el once inicial.

Como quiera que el Barça ha perdido la esencia de su juego y ya no tiene el balón para desordenar al rival, sino para defenderse e intentar no desordenarse él en caso de perderlo, los de Luis Enrique encontraron en otro Luis, Suárez, a su mejor referente en el momento que más lo necesitaban. Una gran combinación entre Iniesta y Messi, que prolongó a un toque el pase interior del manchego, dejó al uruguayo solo ante Manu y no falló: 0-2. Solo el fantasma de que el Depor hubiera igualado este marcador las dos últimas veces que se midió al Barça, ambas en el Camp Nou, animaba a pensar que el partido no acabaría como acabó, con el Depor desangrado y el líder resoplando de alivio.

Neymar lleva tiempo lejos de su nivel, de ahí que hasta la prensa más influyente de Cataluña se haya atrevido a hablar de la preocupación que hay "por el tren de vida" del brasileño. Al minuto y medio de arrancar la segunda parte, Ney volvió a fracasar en su enésimo uno contra uno, aunque Luis Suárez, quién si no, estuvo atento para aprovechar el agujero que dejó la defensa del Depor y asistió magistralmente a Rakitic. La efusividad con la que Luis Enrique celebró el 0-3 denota la angustia que acumula el asturiano desde que su equipo se ha compliado la Liga, además de estar fuera de la Champions.

A partir de ahí, la defensa del Depor, si es que se le puede llamar defensa, se volvió transparente, especialmente para Luis Suárez, que marcó dos goles más, asistió a Messi en el 0-6, a Neymar en el 0-8 y antes se permitió el lujo de indicar a Bartra por dónde debía colarse en el área en el 0-7. Con el equipo de Víctor Sánchez del Amo convertido en un guiñapo, Riazor fue un diván para el Barça en el que disimuló, más que disipó, todas sus dudas.

El primer cambio de Luis Enrique fue, cómo no, quitar a Iniesta para dar entrada de Sergi Roberto. Esta vez el asturiano estaba tan relajado que hasta fingió confiar en su banquillo y agotó los tres cambios: Adriano por Jordi Alba y Rafinha por Busquets, sin apenas protagonismo en el partido. Eso sí, de cambiar a los tres de arriba, ni hablar. El secreto de este Barça no está en su juego, sino en su pegada, y esta vez Luis Suárez se encargó de liderarla. La Liga está un poco más cerca, aunque más la tenían hace cuatro jornadas y el Atlético de Madrid sigue con los mismos puntos tras su victoria en Bilbao.

Luis Enrique, a lo suyo

"No te puedo contestar porque el fútbol es un deporte especial en ese sentido", respondió Luis Enrique a la pregunta de si con el 0-8 su equipo había tapado algunas bocas. "Hemos hecho un muy buen partido, como ante el Valencia, pero hemos estado increíblemente efectivos", añadió el técnico asturiano, que reconoció que tenían "la necesidad de un buen resultado, una victoria, porque era clave", para sentenciar que "ahora se presenta un reto maravilloso y ganará la Liga el que sea mejor en 38 jornadas, no en 34, 32 o 10".

Ficha técnica:

0 - Deportivo: Manu Fernández; Laure, Sidnei, Navarro (Fayçal Fajr, min.57), Juanfran; Álex Bergantiños, Pedro Mosquera, Celso Borges (Jonás, min.70); Cani (Fede Cartabia, min.59); Oriol Riera y Lucas Pérez.

8 - Barcelona: Claudio Bravo; Dani Alves, Bartra, Mascherano, Jordi Alba (Adriano, min.70); Rakitic, Busquets (Rafinha, min.71), Iniesta (Sergi Roberto, min.58); Messi, Suárez y Neymar.

Goles: 0-1, min.11: Luis Suárez. 0-2, min.24: Luis Suárez. 0-3, min.47: Rakitic. 0-4, min.53: Luis Suárez. 0-5, min.64, Luis Suárez. 0-6, min.73: Messi. 0-7, min.79: Bartra. 0-8, min.81: Neymar.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea, del colegio vasco. Mostró amarilla a Cani (min.30), del Deportivo.

Incidencias: partido de la 34ª jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Riazor ante 28.956 aficionados.Antes del partido, se guardó un minuto de silencio por Rafael Taboada, capellán del Deportivo desde 1962.

"Me importa un pepino de dónde venga el dinero, como si viene del narcotráfico", dijo el presidente de una federación de peñas del Barça sobre la financiación del club catalán. Curiosamente, una expresión parecida fue la que utilizó Luis Enrique ante la prensa para decir que "me importa un bledo si no gusta mi forma de ser". Parece que después de tantos años presumiendo de los llamados 'valors', el Barça ha entrado en un peligroso periodo de vulgarización, lejos de esa excelencia que vivió con Pep Guardiola. Una excelencia que también ha perdido con el balón.

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