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“No vine a España a correr”: el fuerte carácter de Esnáider que desafía al Madrid
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el getafe confía en su fuerte personalidad

“No vine a España a correr”: el fuerte carácter de Esnáider que desafía al Madrid

El Real Madrid visita (16:00 horas) a un Getafe que se ha encomendado a Esnáider para salvar al equipo. Un técnico que siendo jugador siempre tuvo un carácter indomable

Foto: Juan Eduardo Esnáider tiene el complejo objetivo de evitar el descenso del Getafe (EFE)
Juan Eduardo Esnáider tiene el complejo objetivo de evitar el descenso del Getafe (EFE)

Los últimos tropiezos del Barcelona le han colocado de nuevo en la lucha por el título de Liga. No tiene margen de error, eso sí, porque el equipo de Luis Enrique y el Atlético le superan en la tabla y con ambos tiene perdido el 'goal average'. La visita a un Getafe en plena depresión se presentaba como un mero trámite en opinión de muchos, pero el equipo del sur de la capital tiene nuevo sheriff, lo que ha mutado el panorama. Un Juan Eduardo Esnáider que dejó huella allá donde pasó por su pendenciero carácter en el campo, empezando por el club madridista, que le alistó en abril de 1991 con sólo 18 años. Un fichaje que provocó mucho ruido mediático porque era desconocido en la misma medida que se le señalaba como futuro crack. Esa fuerte personalidad le marcó siempre, allá donde fue. Esa que ahora quiere inculcar en un equipo azulón que tiene el agua al cuello.

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En todos los vestuarios dejó huella. Por ese carácter indomable y desafiante que impregnaba su vida, igual que su bondad lejos del césped nunca se cuestionó. “Es un buen tío”, es la frase con la que retratan de manera mayoritaria todos aquellos que han convivido con él. Pero cuando se vestía de corto se transformaba. Su explosiva personalidad le granjeó más de un problema que luego afectó a su carrera deportiva. Una vida con el balón que le llevó de un lugar a otro, sin conseguir establecerse en ninguno durante largo tiempo. Como entrenador apenas da los primeros pasos, y prueba de ello es que se estrena en Primera como máximo responsable ante el equipo de Zidane, tras ejercer en el Getafe (como segundo de Michel), en el Zaragoza B (Segunda B) y en el Córdoba (Segunda A). Ahora, como primer espada, tiene la ocasión para mostrar sus dotes como estratega.

Un tipo mediático

Tal fue la expectación que provocó su fichaje por el Real Madrid en abril de 1991 -llegó procedente de Ferro Carril Oeste con 18 años- que todos los medios de comunicación colapsaron la centralita del Santiago Bernabéu para concertar una cita con el joven y desconocido argentino del que se susurraban maravillas. Y no sólo la prensa especializada. Tanto interés generó su aterrizaje en el fútbol español que una noche de sábado apareció en 'Hablando se entiende la gente', un programa que nada tenía que ver con el deporte del balón. El mítico José Luis Coll se estrenó como presentador en este 'talk show' -formato novedoso entonces en la televisión de nuestro país- y el argentino pasó por el escenario del teatro en el que se grababa.

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El Real Madrid le mandó al equipo filial en verano de 1991, con el fin de que fuera fogueándose y adquiriendo la madurez necesaria para brillar en el primer equipo. Los que convivieron con él en aquella etapa en el filial blanco se quedaron impactados por dos cosas: su tremenda calidad como futbolista y su arrollador carácter. Nunca se callaba y hacía frente a cualquiera. Fuera quien fuera. Muy comentado en las filas del Castilla fue un episodio en especial, cuando el estricto preparador físico le ordenó un día que se pusiera las zapatillas porque tocaba correr por un parque cercano a la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. La respuesta de Esnáider fue tajante, mientras sus compañeros asistían perplejos: “no he venido a España para correr”, disparó el delantero sin cortarse un pelo.

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Durante dos temporadas estuvo integrado en el segundo equipo madridista, aunque durante la 92/93 trabajó con los 'mayores' más de una vez y hasta llegó a disputar algún partido -sumando algún gol- en Primera. Poco a poco iba dejando su huella en el club, sobre todo entre sus compañeros del filial. Todos hablaban de un ganador nato y más de uno recuerda los berrinches que se cogía hasta cuando perdía a las cartas en esos largos y pesados viajes en autobús que realizaban los canteranos. En el terreno de juego, era mucho más que impulsivo.

No se arrugaba ante nadie y puede dar fe de ello el entonces ya veterano Antonio Álvarez; histórico jugador del Sevilla, se vio las caras como jugador del Málaga con Esnáider en La Rosaleda. Mediado el primer tiempo, el veterano cayó al suelo tras un lance con el argentino, que no se cortó y le puso en pie agarrándole por los pelos. La expulsión fue inmediata... “No podía perder a nada”, decían en aquella época los que le trataban. Ese espíritu es el que necesita transmitir a un Getafe con el agua al cuello.

Héroe en Zaragoza

En 1993 inició una etapa de dos años en Zaragoza, que acabó siendo el lugar en el que más brilló y más huella dejó. Ganó en su primera temporada la Copa del Rey y en la segunda la Recopa de Europa, abriendo el marcador en el 2-1 ante el Arsenal, partido cuyo protagonismo se llevó para siempre Nayim con un gol imposible en el último momento para evitar la tanda de penaltis. Tras dos grandes años regresó al Real Madrid, pero la 95/96 fue un desastre a nivel personal y colectivo, ejercicio en el que el club blanco no ganó nada. Inicia una nueva etapa en el Atlético de Madrid, pero acaba en guerra con Radomic Antic. Sus números son buenos, pero falla un penalti ante el Ajax en Champions, el técnico serbio le retira del terreno de juego y... Ese día enterró su etapa como rojiblanco al dedicar gruesas palabras a su entrenador, que le sentencia de inmediato.

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Con sólo dos unidades sumadas en los últimos 12 partidos, el entrenador argentino deberá reflotar al equipo madrileño en un tiempo récord. Sumido en una profunda depresión, Esnáider ha asumido un complicado reto, en la misma medida que su arrolladora naturaleza puede despertar a un colectivo hundido en los últimos tiempos. El Real Madrid sabe que se encontrará un equipo revitalizado desde lo emocional y por ello Zidane quiere frenar la euforia que rodea a su equipo, sabedor de que el enemigo nada tendrá que ver, a priori, con el que zozobraba con Fran Escribá. "No me gusta nada el partido de Getafe", reconoció el francés, que da descanso a Sergio Ramos y Casemiro pensando ya en próximos y más exigentes compromisos. Varane vuelve al eje de la defensa, mientras que Kroos retrasará su posición y dará paso a Isco o James, aunque podrían jugar ambos de inicio si Modric tiene descanso.

Alineaciones probables:

Getafe: Guaita; Damián Suárez, Vigaray, Vergini, Pereira; Pedro León, Juan Rodríguez, Lacen, Víctor Rodríguez; Sarabia; y Álvaro Vázquez o Scepovic.

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Kroos, Isco, James; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Árbitro: José Luis González González (Comité castellano-leonés).

Estadio: Coliseum Alfonso Pérez.

Hora: 16.00.

Los últimos tropiezos del Barcelona le han colocado de nuevo en la lucha por el título de Liga. No tiene margen de error, eso sí, porque el equipo de Luis Enrique y el Atlético le superan en la tabla y con ambos tiene perdido el 'goal average'. La visita a un Getafe en plena depresión se presentaba como un mero trámite en opinión de muchos, pero el equipo del sur de la capital tiene nuevo sheriff, lo que ha mutado el panorama. Un Juan Eduardo Esnáider que dejó huella allá donde pasó por su pendenciero carácter en el campo, empezando por el club madridista, que le alistó en abril de 1991 con sólo 18 años. Un fichaje que provocó mucho ruido mediático porque era desconocido en la misma medida que se le señalaba como futuro crack. Esa fuerte personalidad le marcó siempre, allá donde fue. Esa que ahora quiere inculcar en un equipo azulón que tiene el agua al cuello.

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