Pues sí, así no vas a ninguna parte, Zidane

"No sé si estaré yo la próxima temporada", respondió con una desbordante sinceridad Zinédine Zidane cuando le preguntaron por fichajes en la rueda de prensa previa al partido contra Las Palmas. Por muy Zidane que sea, y como futbolista siempre será uno de los más grandes, el francés sabe que ahora es entrenador y que, especialmente en el actual Real Madrid, este cargo tiene una fecha de caducidad tan corta como que son ya cuatro los técnicos que han pasado por su banquillo en los últimos cuatro años.

Zizou, que como entrenador es muy primario, aunque no tiene un pelo de tonto, es consciente de que su continuidad pasa inexorablemente por ganar un título, y el único al que puede aspirar su equipo es al de la Liga de Campeones. Del juego, mejor no hablar, pues su Real Madrid volvió a ser un equipo tan plano o más que durante la era Benítez, y si ganó a Las Palmas fue gracias a un gol 'in extremis' de Casemiro -como el de Sergio Ramos, también a balón parado- y a un nuevo recital de Keylor Navas.

Precisamente fue en la víspera de que Benítez se estrene con su nuevo equipo, un Newcastle al que intentará salvar del descenso, cuando el Real Madrid volvió a jugar con Casemiro y Lucas Vázquez como titulares, mientras que James se quedó fuera de la convocatoria -junto a Danilo y Kroos- e Isco fue el primer sustituido, por Kovacic, a la hora de partido y para monumental enfado del malagueño, que incluso tiró primero un abrigo y luego una botella de agua cuando ya ocupaba un sitio en el banquillo. Es decir, dos de los preferidos de Rafa consolidándose en el once de Zizou y dos de sus sospechos habituales, con poco o ningún protagonismo.

Lo cierto es que, pese a no tener partido entre semana, el técnico francés ha decidido empezar a rotar con vistas a los cuartos de final de la Champions, aunque estos no se disputan hasta el 5-6 de abril. El Real Madrid se estrenaba en el estadio Gran Canaria, lo hacía a 15 puntos de un Barça que volvió a golear, y tal vez por ello afrontó el partido con tanta tranquilidad que hasta Arbeloa debutó por fin a las órdenes de Zidane. El internacional español, que no jugaba desde el pasado 20 de diciembre, cuando disputó su último encuentro en Liga, frente al Rayo, ocupó el lateral izquierdo en sustitución de Marcelo.

Tras ganar a Eibar, Getafe y Villarreal, la Unión Deportiva Las Palmas se alejó de la zona de descenso y, lo más importante, lo hizo exhibiendo un fútbol que ya quisiera para el suyo el propio Zidane. "Uno puede ganar jugando mal o perder jugando bien, la mayoría solo se fija en los resultados y para mí son más importantes otras cosas", sostiene Setién, un técnico que entrena como jugaba y sus equipos juegan como a él le gustaba jugar. Los 25 puntos en 21 partidos son suficiente argumento para valorar su trabajo, aunque verle plantar cara a equipos como Sevilla, Barça o Real Madrid también tiene mérito, pese a salir derrotado.

El técnico de la UD, Quique Setién, ya avisó que intentarían "aprovechar la debilidad defensiva del Real Madrid", y a punto estuvo de hacerlo ya Willian José antes de los 10 minutos. El brasileño no desperdició un error de Modric para plantarse solo ante Keylor Navas, aunque el guardameta tico salvó una vez más a su equipo con una salida que dejó sin espacios al delantero amarillo. Minutos después, fue su colega Javi Varas quien tuvo que emplearse a fondo en un mano a mano con Cristiano. Y entonces llegó el gol de cabeza de Sergio Ramos en un saque de esquina botado por Isco. Poco más hizo el malagueño, tan perdido o más que Bale, que ocupó el carril izquierdo y perdió en todas las comparaciones con Lucas Vázquez, de lo poco salvable del Madrid junto a Keylor.

Al igual que en la era Benítez, el Real Madrid marcó el 0-1 y, consciente o inconscientemente, se dedicó a aguantar el resultado frente a un rival que, sobre todo al inicio de la segunda parte, tuvo ocasiones de sobra para haberle dado la vuelta al 0-1. Sin embargo, no fue hasta el minuto 87 cuando un error en la entrega de Kovacic, que habilitó directamente a Momo, cogió a toda la defensa del Real Madrid descolocada, lo que permitió a Willian José, ahora sí, batir a Keylor Navas. El gol hacía claramente justicia a los méritos de Las Palmas, aunque dos minutos después, y de nuevo en un saque de esquina, Casemiro remató de cabeza en el segundo palo y batió a Javi Varas.

La expulsión de Sergio Ramos por doble amarilla fue el último despropósito de un partido que el Real Madrid ganó, pero en el que volvió a exhibir todas sus carencias. Zidane negó que la titularidad de Arbeloa fuera un mensaje, aunque desde luego lo pareció. "Siempre he dicho que no estoy preocupado cuando tenemos el balón, pero hoy sí me voy preocupado", confesó el galo. "Así no vamos a ninguna parte", añadió. Al menos es consciente de ello, tanto o más de que su continuidad tampoco está nada clara. Sin Copa y con la Liga virtualmente perdida, al héroe de la novena Copa de Europa solo le queda ganar la undécima...

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