Cristiano deshiela el ambiente del Bernabéu

Vivimos en una época de una exigencia salvaje para los grandes equipos mundiales. Veamos un ejemplo: en los últimos dieciocho años, el Real Madridha ganado cuatro Copas de Europa, mientras en los anteriores 32 años, no había ganado ninguna. Y en ningún momento en esas largas tres décadas se consideró que el Madrid estaba en una crisis permanente. Mientras, ganaba Ligas y Copas y alguna UEFA cayó por el camino. Pero desde 1998 hasta hoy, pasar unos años sin ganar la Champions League resulta una vergüenza inasumible. De hecho, si Guardiola se va de Múnich sin ganarla, se dirá que ha fracasado. Pero si esto es así, es porque esos mismos clubes se han puesto una autoexigencia tan grande que el resto debemos juzgarlos a partir de ello. Y este Madrid está creado para ganarlo todo, y no lo va a hacer. Pero tiene tantísima calidad, tanto juego en sus botas deseando borbotear, que puede dejar tardes como ésta contra el Celta en el Bernabéu.

La goleada de hoy, una más en territorio propio, aplica un valor inmensamente mayor al que ya tenía a la victoria de hace una semana del Atlético de Madrid en la casa del enemigo. Desde que está ZinedineZidane, el Madrid suma una media de seis goles por partido, ha goleado a todo lo que se le ha puesto delante, incluso a dos muy buenos conjuntos como el Athletic Club y el Celta de Vigo. Y, de repente, el Atlético es capaz de frenar esa manada de elefantes que arrasaba con todo, de dejarles en blanco y acabar ganándoles el duelo. Nunca menospreciemos lo que logró el equipo de Simeone.

Y lo que tampoco hay que olvidar, ni borrar de la memoria es la primera parte que ha hecho el Madrid, precisamente para recordar desde el punto de vista crítico que el Madrid tiene esos malos momentos que, comparados con los instantes posteriores vistos, resultan bastante incomprensibles. ¿Por qué el Madrid destrozó al Celta durante toda la segunda mitad y en la primera vivió a merced de la voluntad del conjunto de Berizzo? Es complicado responder, no ya tanto por lo que hizo el equipo celeste, sino por el radical volteo del Madrid en juego y capacidad destructiva.

Cada vez que Zidane hace un cambio, lo que se aprecia desde fuera es que está castigando a un jugador. En Valencia dejó en el banquilo a Isco y era 'el primer señalado del derbi'. Esta vez fue James, sentenciado por su bajo estado de forma. Entonces, ¿Kroos se quedó fuera de la lista como regañina? No, Zidane también rota. Isco no jugó contra el Levante y sí jugó el siguiente partido, contra el Celta. James no ha jugado hoy, como Kroos, y probablemente sea titular contra la Roma. Hay veces que los cambios se hacen también para dosificar jugadores, y no para decirles lo mal que lo están haciendo y lo mucho que deben mejorar para volver. Que oye, nada de eso implica que aún puedan y deban mejorar.

Isco descansado es mejor Isco

Precisamente, Isco jugó ante el Celta mucho mejor que en anteriores partidos, y lo hizo después de descansar durante más de una hora ante el Levante. Quizá necesitaba ese descanso. Porque Isco fue el que movió los hilos del césped del Bernabéu (porque los hilos en la grada los sigue moviendo el de siempre, el mandamás). Zidane recuperó el 4-4-2 de Benítez y puso a Isco en el costado izquierdo. No es su mejor lugar, pero trazar la diagonal hacia dentro le permite romper a casi cualquier equipo. Y mientras, Casemiro de ancla con Kovacic moviéndose a sus anchas por el medio. Durante 45 minutos, de todo eso sólo funcionó Isco.

Mientras, el Celta estaba tan a gusto como lo estuvo en el Camp Nou en aquella primera parte contra el Barça, y le pasó básicamente lo mismo que en el Bernabéu. Es más extraño si cabe lo sucedido en Barcelona, porque allí empezó ganando. Pero en las dos plazas fue el mejor torero durante media corrida. Esta vez, Berizzo estableció, de mediocampo hacia arriba, lo más parecido a un once titular, con Chelo Díaz, Wass y el Tucu campando por doquier, moviéndose con agilidad para frenar el poquísimo juego colectivo blanco y encontrar con gran sencillez a Nolito.

El Celta juega bien... y es goleado

Ante el Barça, el Celta se adelantó y fue goleado. La del Barça, no obstante, es una situación opuesta a la del Madrid y, por ello, la remontada culé sorprende poco. ¿Qué habría pasado en Chamartín si el remate de Aspas, en vez de la cruceta, hubiese encontrado la red? En un ambiente silencioso por la huelga de animación de la dudosa grada 'Fans' y la frialdad general del resto de la afición, todavía dolida por el último espectáculo que presenciaron en sus morros, que el Madrid se hubiese puesto por detrás habría cambiado sensiblemente el partido.

En cambio, de repente apareció Pepe para hacer olvidar un paradón de Blanco treinta segundos antes. Y luego,Cristiano Ronaldose divirtió. Ese que echó una cerilla a un contenedor de gasolina cuando dijo aquello de "si todos estuvieran a mi nivel, seríamos los primeros", que se llevó el dedo a la oreja cuando marcó el primero de sus cuatro goles como crítica directa a la actitud de sus propios aficionados, y que después volvió a tener uno de esos días tontos en los que le sale absolutamente todo, hasta las faltas directas. Sólo le faltó un penalti indirecto para imitar a Messi. Ahí está otra vez, como Pichichi de la Liga y Bota de Oro, a nueve (que pueden ser doce, otra vez) del liderato, pero él tan contento por su nivel, ese que "ha cambiado poco" en su carrera.

Mayoral, otra vez titular, aportó bastante poco. Cuando estuvo en el campo, nada pasaba por su entorno, y después, todo remate le caía a Cristiano. Jesé, por tanto, aprovechó para mandarle un mensaje a Zidane con un golazo. Pero que se vaya olvidando de jugar. Porque si no está Mayoral, ahora ya también está Bale otra vez. Se fue lesionado siendo el mejor del Madrid y ha vuelto queriendo recuperar ese estatus. Marcó y provocó numerosas acciones de peligro en el ratito que tuvo. A ver si esta vez aguanta...

Ficha técnica:

7 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal (Marcelo, m.76), Pepe, Sergio Ramos, Danilo; Casemiro, Kovacic, Isco (Bale, m.65); Lucas Vázquez, Cristiano Ronaldo y Borja Mayoral (Jesé, m.70).

1 - Celta de Vigo: Rubén; Jonny, Planas, Sergi Gómez, Mallo; Wass (Beauvue, m.79), Marcelo Díaz, Pablo Hernández (Radoja, m.35); Orellana, Nolito y Aspas (Guidetti, m.70).

Goles: 1-0, m.41: Pepe. 2-0, m.50: Cristiano. 3-0, m.58: Cristiano. 3-1, m.62: Aspas. 4-1, m.64: Cristiano. 5-1, m.76: Cristiano. 6-1, m.77: Jesé. 7-1, m.81: Bale.

Árbitro: Gil Manzano (Colegio extremeño). Amonestó a Danilo (25), Pepe (29) por el Real Madrid; y a Nolito (39) y Orellana (84) por el Celta.

Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima octava jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 68.467 espectadores.