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La clase media sí mete la pierna y el Madrid gana... al colista
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mayoral debutó como titular y creó un gol

La clase media sí mete la pierna y el Madrid gana... al colista

Lucas provoca el penalti que marca Cristiano, y Borja Mayoral, en su debut como titular, marca su primer gol ante un Levante que siempre dio la sensación de poder empatar

Foto: El Madrid vuelve a sumar. (EFE)
El Madrid vuelve a sumar. (EFE)

Dicen las referencias históricas que el Real Madrid ha acostumbrado a sus miles de fieles a reaccionar una y otra vez cuando ha recibido un golpe. Durante décadas, cada vez que el Madrid se hundió, volvió a resurgir, porque el escudo de la banda de Castilla fue bordado hace más de un siglo con tela de orgullo. "Todo nervio y corazón", dice su himno. El corazón no se le ha parado, pero borbotea sangre con levedad y el nervio desapareció en un limbo inalcanzable. El Madrid volvió a tocar fondo, una vez más esta temporada, contra el Atlético en el Bernabéu. No hay nada que avergüence más a un madridista que ser humillado por el Atleti, ese al que tanto han aplastado. Pero no ha existido una reacción.

Claro que ganó el Madrid. Es lo natural. Que este gran equipo, con el colista, no sumase los tres puntos, habría sido cavarse su última tumba, o tirarse ellos mismos a la que han ido abriendo a lo largo del curso. Porque la realidad es que el Madrid no ha mostrado ni el más mínimo gesto de recuperación, de intención de revertir la situación. Ha ganado un partido con oficio, con velocidad de crucero, porque se encontró de pronto con un penalti (justo, todo hay que decirlo) y con un gol de rebote de un chaval que hace una semana estaba jugando la Youth League con el juvenil A y que de ese día a esta parte ha jugado un derbi y ha marcado su primer gol para el primer equipo.

Borja Mayoral jugó de titular contra el Levante. Era un día idóneo para darle la oportunidad. El Levante no es un equipo que deba darle demasiadas complicaciones al Madrid, teóricamente, pese a que ya se las dio al Barça hace unas jornadas. Y en realidad, tenía pocas opciones más para evitar la titularidad del chico, o eso es lo que se ha intentado vender estos días. Los que conocen a Mayoral dicen que tiene unas cualidades indiscutibles para jugar algún día en el primer equipo y ser importante. Sin embargo, en la plantilla sí había otras opciones de jugadores que suelen jugar y no lo hicieron, como Isco o Jesé. No fue así. Quizás algún día Zidane sea recordado por ser el entrenador que hizo debutar a Mayoral...

El problema de Zidane es que va camino de no ser recordado como entrenador, directamente. Pero no por carecer de cualidades directivas y organizativas, sino por la imposibilidad que tiene de destacarlas en el Madrid. Adquiere una dificultad enorme ser entrenador del Madrid y tomar decisiones propias y que se aprecien en tan poco tiempo. Pasados ya dos meses desde su paso a la primera plantilla, aún no se ve la mano de Zidane en el equipo. El esquema con el que juega es el mismo que utilizó Benítez, el 4-3-3. El ritmo de los partidos es bajo, comatoso. Salvo los encuentros en el Bernabéu contra rivales de media tabla hacia abajo, el Madrid ha sufrido, si no es que se ha dejado puntos. Isco y James siguen 'missing'. Cristiano tiene poco que ver con lo que fue... y la seguridad defensiva se tambalea.

Contra el Levante, Zidane tenía pocas alternativas al no poder contar con seis titulares (Carvajal, Ramos, Marcelo, Modric, Benzema y Bale), pero fue este día y no otro en el que decidió rotar a Isco. En su lugar entró Casemiro, ese jugador que se antojaba indispensable y que ha pasado a residual. El brasileño es un gran jugador, de unas condiciones muy marcadas: un físico portentoso, fantástica colocación, agresividad en el corte, pero baja capacidad asociativa. Y con él en el puesto de pivote, la fluidez en la salida del balón era nula. Kroos, adelantado, en su posición natural, fue intrascendente durante muchos minutos, salvo cuando le llegaba el balón, que entonces sí pasaban cosas. Tiene una calidad tan grande y tan desperdiciada en el puesto de '5'... El alemán sufre iniciando el juego al no contar con las habilidades propias de un pivote organizador. Y si adelanta la posición y no tiene a compañeros que se asocien con él, se pierde.

Lucas sube las pulsaciones

En un partido donde nadie corre hacia el balón, sino que trota en su órbita esperando a ver si se le acerca lo suficiente como para estirar la pierna, es imposible que no destaquen los que juegan exactamente a lo contrario. Por eso el mejor jugador del partido, de largo, fue Lucas Vázquez, una buena versión de José Callejón, pero sin el gol del andaluz. Callejón, pese a ser un extremo, tiene más alma de delantero que Vázquez, puro representante de lo que era antaño un extremo puro, esto es, desborde, regate y centro. No encontró rematador, pero sí encontró la pierna de Lucas Orbán, que no gustaba en la zona che de Valencia y empieza a no gustar en la granota.

Pese a la ventaja merengue, doblada con el gol de Mayoral y acortada inmediatamente por Deyverson (precedido este tanto por una acción que reclamó Casemiro como falta, pero que, como él, buen mediocentro, sabe, no lo fue), el partido transmitía gran inseguridad, comparable a la que se vivía cada vez que cogía el balón Koke en el Bernabéu. En el Levante no hay nadie que sea Koke (pero Camarasa quiere ser de esa estirpe). Es por eso que no crearon prácticamente ocasiones de gol y las pocas veces que se acercó el Madrid pudo sentenciar, lo cual no hizo hasta el final por medio de Isco.

Y pese a todo lo expuesto, a Zidane le gustó lo que vio. Pero si lo cree de verdad, se engaña. El mensaje hacia fuera, hacia el público madridista, fue que se conformó con ganar al colista sin meter la pierna. Porque él pidió más intensidad, y pese a que dijo que lo hicieron, no existió. ¿Quién lo hizo? Mayoral, el chico que quiere ganarse los minutos, que está deseando comerse el mundo. James no persigue a un rival para quitarle un balón, tampoco lo hace Cristiano. Kroos lo hace porque no le queda más remedio. No ganó el Madrid por la intensidad, ganó porque es mejor, y porque marcó tres goles.

Ficha técnica:

1 - Levante: Mariño; Orban, Feddal, Medjani, Iván López; Simao (Verza, m.67), Lerma, Camarasa (Rubén, m.72); Morales, Deyverson y Rossi (Casadesus, m.63).

3 - Real Madrid: Keylor Navas; Varane, Pepe, Nacho, Danilo; Casemiro (Kovacic, m.73), Kroos, Lucas, James (Isco, m.80), Cristiano y Mayoral (Jesé, m.85).

Goles: 0-1, m.34: Cristiano Ronaldo, de penalti. 0-2, m.38: Borja Mayoral. 1-2, m.39: Deyverson. 1-3, m.91: Isco.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (comité vasco). Mostró tarjeta amarilla a los locales Simao y Rubén García y al visitante Lucas Vázquez.

Incidencias: partido disputado en el Ciutat de València ante 19.725 espectadores.

Dicen las referencias históricas que el Real Madrid ha acostumbrado a sus miles de fieles a reaccionar una y otra vez cuando ha recibido un golpe. Durante décadas, cada vez que el Madrid se hundió, volvió a resurgir, porque el escudo de la banda de Castilla fue bordado hace más de un siglo con tela de orgullo. "Todo nervio y corazón", dice su himno. El corazón no se le ha parado, pero borbotea sangre con levedad y el nervio desapareció en un limbo inalcanzable. El Madrid volvió a tocar fondo, una vez más esta temporada, contra el Atlético en el Bernabéu. No hay nada que avergüence más a un madridista que ser humillado por el Atleti, ese al que tanto han aplastado. Pero no ha existido una reacción.

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