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El Athletic no le tuvo miedo al Madrid, pero también salió escaldado del Bernabéu
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zidane sigue disfrutando si juega en casa

El Athletic no le tuvo miedo al Madrid, pero también salió escaldado del Bernabéu

Nadie hasta el momento se había atrevido a jugarle de tú a tú al Madrid de Zidane en el Bernabéu. Pero un gran Athletic murió cuando James le puso el 2-1. Cristiano, con doblete, se pone Pichichi

Foto: James marcó un gol decisivo (Cordon Press).
James marcó un gol decisivo (Cordon Press).

Se venía diciendo en la última semana que la visita del Athletic al Bernabéu sería la primera prueba de verdad del Real Madrid de Zidane, que esto ya no sería el paseo habitual que se pega el equipo blanco cada dos semanas por el jardín de su casa. Como el viento y la lluvia molesta que cae estos días por la capital de España, el Athletic también quería mostrarse incómodo, lejos de la empatía que mostraron en su día Deportivo, Sporting y Espanyol, cordiales visitas de bienvenida para el entrenador francés. Y si simplemente le echamos un vistazo al frío resultado, lo único que nos muestra esa idea son los dos goles rojiblancos. Cuatro goles del Madrid hablan de tranquilidad, de superioridad abrumadora que no fue tal en ningún momento. La diferencia, como pasa normalmente en casa, la pone Cristiano.

No ha habido ningún equipo esta temporada que se le haya puesto delante al Barça y al Madrid y le haya agobiado como lo ha hecho el Athletic. Valverde es de los pocos que sabe perfectamente cómo tiene que jugarles a los dos grandes, esos que vayan adonde vayan golean (casi siempre, que oye, a veces aparece un Villarreal o un Celta, se pone tontorrón y se lleva un triunfo). El Athletic ha perdido los cuatro partidos de Liga contra ellos, pero en ninguno estuvo a gusto el contrario. Si le preguntan a Zidane o Luis Enrique, probablemente den gracias de no tener que enfrentarse más a los leones. Sobre todo el técnico del Barça, que seis veces ya es suficiente para una temporada.

El problema para el Athletic es que le ha pasado siempre algo contra los grandes. Contra el Barça en el Camp Nou se quedó en un ratito con diez; en el Bernabéu, apareció Cristiano y le estampó un gol en toda la cara nada más empezar esto. Cualquiera no se altera con eso. Pues el Athletic no se alteró. Jugó a partir del minuto dos como si siguiese el 0-0, como si no le hubieran dado un mazazo. Ni se inmutaron. En todo caso, lo que consiguió Cristiano con su gol (uno de esos, por cierto, que marcaba cuando estaba en forma, con elasticidad y belleza artística) fue que la idea de presionar arriba de Valverde se radicalizase, que Eraso, Aduriz, Lekue y Sabin estuvieran a la misma altura prácticamente que el área pequeña blanca.

Nadie hasta el momento se había atrevido a jugarle así al Madrid de Zidane. Tampoco se había enfrentado a ningún equipo con las capacidades tácticas y físicas para ello. El Athletic está preparado para hacerlo. Valverde conoce mejor que nadie las virtudes y los defectos de sus jugadores. Sabe que teniendo a Aduriz en el área, es indispensable que los laterales sorprendan desde atrás para colgar centros que, en su mayoría, serán rematados por el guipuzcoano. Sabe que Eraso y Sabin son perros de presa capaces de correr a por un balón como si no hubiese otra. La prueba de esto, que Javi Eraso estaba ahí, vivo y atento, cuando Varane, uno de los defensas más fiables del planeta, se equivocó cediendo el balón a Keylor y el costarricense, en su escorzo por llegar, dejó la pelota muerta para que el canterano del Athletic empujase. Y Valverde tiene también a Beñat para hacerles correr con sentido. Por ello juega así, con bravura y tesón.

Hasta donde el Athletic aguantó...

Esta fórmula conlleva por naturaleza un desgaste físico que a estas alturas de temporada ya puede empezar a pesar. Si el resultado hubiese sido positivo, si Aduriz hubiese encontrado la red y no el larguero, las fuerzas para seguir empujando al Madrid hacia su área se habrían estirado hasta el último aliento. Pero dos goles de desventaja son muchos como para creer sin dudar, sin preguntarse si merece la pena desgastarse tanto ante un partido casi perdido o pensar que en cinco días hay una eliminatoria de Europa League y en una semana, derbi vasco.

El Madrid no jugó un gran partido. Como hace habitualmente con Zidane en el Bernabéu, marcó más goles que buen juego ofreció. Y claro, como jugaba en casa y, por tanto, se siente más liberado, Cristiano jugó un buen encuentro. Bueno, para ser más justo, una gran primera parte, porque el segundo tiempo fue una mala secuela, como suele pasar con las segundas partes de las películas. Cristiano, a diferencia de otros días, estuvo participativo, ofreciéndose constantemente para jugar la pelota en ataque y no dudó en combinar con sus compañeros en vez de finalizar él mismo sus propias jugadas. Por eso estuvo cerca de marcar Kovacic el 2-1. Además, marcó dos goles y se pone Pichichi, quién lo iba a decir.

El Bernabéu conoció a Kovacic

El joven croata fue 'el nuevo' en el esquema de Zidane. El técnico, desde que ha llegado, ha confiado en la base del Madrid de Ancelotti y todo lo alternativo que introdujo Benítez se fue difuminando como humo en el viento. Pero Kovacic tiene algo que a Zidane le gusta, y es que tiene ese aire al Modric maduro y generoso en el esfuerzo actual, a lo que se le añade el desparpajo inconsciente de la juventud. Su conducción entre rivales rompiendo líneas es única en el mundo. Y a pesar de que él dijera el día de su presentación que le gusta jugar de '5', fue por delante de Modric y Kroos donde hizo que el Bernabéu conociese su mejor versión.

Es profundamente distinto a Isco. En medio de la agobiante presión rojiblanca, su figura se alzó imponente por la frescura que aportaba a la salida limpia del balón tras pasar por Modric o Kroos. James tenía un espacio mayor para ejercer su labor de enganche natural entre los dos de arriba, pero el colombiano no está todavía tan fresco como el año pasado, y eso que sus números (cinco goles, cinco asistencias) son excelentes para el poco tiempo que ha tenido. Pero apareció para marcar el 2-1 y rebajar la tensión del Athletic, que con el gol del '10' recibió un golpe del que no se levantó. Kroos, que llevaba menos goles que Nacho, sentenció. El gol de Elustondo sólo hizo dar la razón a Valverde con su cambio y ensuciar un poco la cuarta goleada de Zidane.

Ficha técnica:

4 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo (Nacho, m.69), Varane, Sergio Ramos, Carvajal; Kroos, Modric, Kovacic (Isco, m.72); James (Lucas Vázquez, m.80), Cristiano Ronaldo y Benzema.

2 - Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, Laporte, Etxeita, Balenziaga; Beñat, Iturraspe (Elustondo, m.62), Eraso, Merino (Borja Viguera, m.80); Lekue (Muniain, m.69) y Aduriz.

Goles: 1-0, m.3: Cristiano. 1-1, m.11: Eraso. 2-1, m.37: James. 3-1, m. 45: Kroos. 4-1, m.87: Cristiano. 4-2, m.90: Elustondo.

Árbitro: Álvarez Izquierdo (colegio catalán). Amonestó a Modric (71) por el Real Madrid; y a Etxeita (14), Balenziaga (43) por el Athletic. Expulsó a Varane por doble amarilla (16 y 83).

Incidencias: encuentro correspondiente a la 24a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 77.357 espectadores.

Se venía diciendo en la última semana que la visita del Athletic al Bernabéu sería la primera prueba de verdad del Real Madrid de Zidane, que esto ya no sería el paseo habitual que se pega el equipo blanco cada dos semanas por el jardín de su casa. Como el viento y la lluvia molesta que cae estos días por la capital de España, el Athletic también quería mostrarse incómodo, lejos de la empatía que mostraron en su día Deportivo, Sporting y Espanyol, cordiales visitas de bienvenida para el entrenador francés. Y si simplemente le echamos un vistazo al frío resultado, lo único que nos muestra esa idea son los dos goles rojiblancos. Cuatro goles del Madrid hablan de tranquilidad, de superioridad abrumadora que no fue tal en ningún momento. La diferencia, como pasa normalmente en casa, la pone Cristiano.

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