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Griezmann, el líder del líder
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gran partido del atlético en balaídos

Griezmann, el líder del líder

El Cholo ganó el partido con el movimiento de Koke por delante de los pivotes. A partir de ahí, el partido fue totalmente rojiblanco. La combinación entre Koke, Vietto y Griezmann para el gol, soberbia

Foto: Griezmann marcó su décimo gol en Liga. (Reuters)
Griezmann marcó su décimo gol en Liga. (Reuters)

Este Atlético ya no es un tapado. Es el líder de la Liga y campeón de invierno moral, que no material, porque al Barça aún le queda el partido del Molinón para optar a superarle. Pero ha dejado de ser una sorpresa ver al Atleti ahí arriba, por delante del Real Madrid y del equipo más en forma del mundo, porque el Atleti está creado para estar ahí, no para nada menos. Decir lo contrario sería engañar a la afición rojiblanca, malacostumbrada a un discurso cómodo, victimista y que reniega de los aires de grandeza que este equipo, con este entrenador, se ha ido ganando con un rendimiento excelso, soberbio, a veces por encima de sus posibilidades, como se dijera del español medio como causa de la crisis.

Pero esta plantilla ya no está por encima de sus posibilidades, sino que está donde debe estar por historia, por inversión y por jugadores. El Atleti se merece pelear por la Liga cada temporada, no de manera esporádica y sorpresiva como hizo en 2014 de manera victoriosa. Y esta temporada, dos después de aquella que pudo ser perfecta, está de nuevo ahí, con todos los frentes abiertos y con capacidad de sobra para poder luchar por todo. No de otra forma se pueden interpretar las contrataciones de Matías Kranevitter y Augusto Fernández por parte del Cholo, que además tampoco ha dejado salir a Saúl ni a Thomas en este mercado de invierno. Quiere tener a todos los jugadores posibles para jugar los máximos partidos posibles, lo cual significará que se ha llegado lejos en Copa y Champions.

La demostración en Balaídos es de un equipo exageradamente trabajado. Todos los partidos que se juegan sobre un césped muy mojado y que va a más con la constante lluvia se convierten directamente en una prueba. Lo bueno que tiene el estadio de Vigo es el drenaje de su hierba, que no se resintió demasiado de lo que había llovido los días pasados y, pese a que todo lo que había alrededor del campo estaba encharcado, Celta y Atlético pudieron jugar con total normalidad sobre un césped mucho mejor que otros estadios de Primera con menos lluvia. Y como era de esperar, nos ofrecieron un partido muy táctico. No podía ser de otra forma con Berizzo y Simeone en los banquillos.

Una cosa está clara: por muchos jugadores que tenga el Atleti, sacar al Cholo de sus ideas tácticas es prácticamente misión imposible. Con Correa, Jackson, Carrasco y Torres en el banquillo, Simeone salió al campo del Celta con cuatro centrocampistas puros en el medio, sin jugadores de banda naturales, sino con Saúl y Koke cayendo a la cal por obligación. Augusto volvía a su casa solo 12 días después de irse y jugó como pivote al lado de Gabi, haciendo lo que ha venido a hacer, es decir, suplir a Tiago (y puede que sustituirle el año que viene). Y esa baja que ha sufrido Berizzo por ahora no tiene ningún tipo de arreglo. Radoja es un buen jugador, hábil posicionalmente y con cierta habilidad organizativa, pero asumir los galones que tenía el argentino es difícil. La solución más rápida para el Celta sería ir al mercado y buscar un repuesto directo, porque la ausencia del capitán se deja notar.

Berizzo planteó el partido como cualquier otro contra un grande, esto es, intensidad inicial, velocidad en los movimientos y en la circulación del balón, presión alta y definición. En los primeros 15 minutos solo les faltó lo último. Y en buena medida esto sucedió porque tampoco estaba sobre el verde Nolito, que no es poca cosa, precisamente. Es uno de los mejores jugadores de la Liga y sin él, el Celta es mucho menos. La diferencia entre la primera línea del Celta y la segunda es, por tanto, muy alta, y eso le está alejando de los puestos de Champions que, si bien no son el objetivo, sí que en Vigo duele que se vayan alejando tanto.

Simeone ganó la batalla táctica

Ese dominio del Celta se disipó con un leve pero determinante movimiento que realizó Simeone. Koke dejó de estar pegado a una banda y se puso claramente por delante de los dos pivotes. Pero muy por delante, con una libertad muy grande para llegar a la frontal del área y asociarse con los dos delanteros. La posesión pasó inmediatamente a ser rojiblanca y al Celta le costaba una vida recuperar el balón y, una vez lo hacía, se encontraba con Gabi y Augusto y una línea defensiva muy pegada a sus medios para recuperar rápidamente. El Celta fue indolente en ataque, también el Atleti, todo hay que decirlo. Hasta que Koke encontró a Griezmann.

La media hora que siguió al minuto 15 del primer tiempo que realizó Antoine Griezmann fue exagerada. Es ya muchísimo más que un delantero. El Atlético no tenía un jugador tan determinante en tantas facetas desde Kiko Narváez. Porque Griezmann no es un punta, ni es un centrocampista, sino que lo es todo a la vez. Ejerce de '10' con movimientos en el carril central para facilitar la circulación, pero también define como si su número favorito fuera el '9'. Esa autonomía del francés encontró a Koke y Vietto como sus aliados. Con Koke por medio ganó el partido Simeone. La jugada entre los tres para el 0-1 es sensacional, vertiginosa y efectiva, como podría ser un ataque del mejor Celta.

Con ese gol, el Celta estaba muerto. Marcarle un gol al Atlético de Madrid se está transformando en una utopía, en un milagro que sucede solo una o dos veces al mes. No hay una fisura en la zaga rojiblanca, cada vez más segura, infranqueable. Todos los miembros son exageradamente solidarios entre ellos para cubrir cualquier pequeño desperfecto que se pueda producir. Con la mínima ventaja, lo único que había que hacer era esperar el pitido final. No hubo reacción del Celta, que recuperó el balón pero nunca el dominio. El gol de Carrasco, además, ayuda a recuperar la moral del belga, caído en desgracia desde sus buenos partidos en noviembre. Este Atleti va a más. No será aún campeón de invierno, pero ¡claro que puede ser campeón de Liga!

Ficha técnica:

0 - Celta de Vigo: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Sergi Gómez, Cabral, Jonny; Wass, Radoja (Guidetti, min.73); Orellana, Tucu Hernández (Borja Fernández, min.80), Bongonda (Señé, min.85); Iago Aspas.

2 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Jiménez, Godín, Filipe Luis; Saúl, Gabi, Augusto Fernández (Carrasco, min.53), Koke; Vietto (Jackson, min.74) y Griezmann (Jesús Gámez, min.82)

Goles: 0-1: m. 48, Griezmann. 0-2: m. 79, Carrasco

Arbitro: De Burgos Bengoetxea (colegio vasco). Mostró tarjeta amarilla a Hernández y Radoja por parte del Celta, y a Filipe Luis por parte del Atlético de Madrid.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimonovena jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 13.550 espectadores, según anunció el club gallego.

Este Atlético ya no es un tapado. Es el líder de la Liga y campeón de invierno moral, que no material, porque al Barça aún le queda el partido del Molinón para optar a superarle. Pero ha dejado de ser una sorpresa ver al Atleti ahí arriba, por delante del Real Madrid y del equipo más en forma del mundo, porque el Atleti está creado para estar ahí, no para nada menos. Decir lo contrario sería engañar a la afición rojiblanca, malacostumbrada a un discurso cómodo, victimista y que reniega de los aires de grandeza que este equipo, con este entrenador, se ha ido ganando con un rendimiento excelso, soberbio, a veces por encima de sus posibilidades, como se dijera del español medio como causa de la crisis.

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