El regreso del mejor Griezmann esconde los defectos del juego de Simeone

Este Atlético tiene un problema: ha olvidado cómo se crean las ocasiones de gol. No siempre el Atlético es capaz de tener la posesión durante tanto tiempo como contra el Real Sporting. Estuvo rondando el 70% de posesión constante, sin descender la cifra de manera drástica en ningún momento. Pero la primera ocasión clara de los rojiblancos se produjo en el minuto 20 de la segunda parte. Fue clarísima y no fue gol porque Pichu Cuéllar, excolchonero, realizó una doble intervención sensacional. Pero el problema para el Atleti es que Cuéllar hizo esos dos paradones, pero es que Jan Oblak había realizado los mismos.

Y eso que el Sporting jugó un partido muy flojo en materia ofensiva. El 4-5-1 de Abelardo era un filtro finísimo por el que apenas se colaban unas pocas ocasiones no muy productivas del Atleti. Cerraron los 'guajes' todos los espacios por el centro, pero gracias al trabajo de Jony y de Pablo Pérez, tampoco había hueco para los colchoneros. Por tanto, la ingente posesión del Atlético era inerte. La defensa del Sporting era una pared. La táctica del Atlético de Madrid era relativamente similar a la de su contrario, por lo que, ante la superioridad en el rigor táctico y en la técnica, debía imponerse la calidad de los rojiblancos.

No fue así. El paradigma de la situación del Atlético de Madrid, la más preocupante de toda la temporada, es Jorge Resurrección. Koke está lejísimos de su mejor nivel desde que regresó de su lesión. No tiene la frescura en el pase de antes ni su posicionamiento como interior está resultando todo lo efectivo que Simeone (y todos, en realidad) esperaba. Pero también hay que tener en cuenta un detalle: Koke no es un mediapunta, no es un hombre que a balón corrido tenga la capacidad de dar constantes pases definitivos para el remate claro de su delantero. Koke es un mediocentro organizador, como se decía antaño, pero no es un '10'. Y, como es lógico, si un jugador no está bien, tiende a ser sustituido. Y Koke lo ha sido en los últimos partidos.

Ese mediapunta lo tenía Simeone en el banquillo. Óliver Torres tenía todas las papeletas desde el principio de la temporada de ser el primer hombre al que sacrificar cuando el ritmo del Atlético dejase de ser el idóneo. Hace ya varias semanas que el canterano ha perdido la titularidad en favor de cualquiera de los hombres de ataque o, incluso, de Saúl Ñíguez. Lo que le toca ahora a Óliver es entrar en los últimos minutos de los partidos para tratar de dar una asistencia resolutiva, pero su confianza está muy mermada. En un partido ya roto, con el Sporting cada vez más cerrado, Óliver tiene ya pocas opciones para ser pertinente.

Sólo se pueden destacar en la función creativa a dos jugadores del Atleti: Griezmann y Carrasco. Y eso lo sabe también el Calderón y todo aficionado atlético. Es por eso que cuando Simeone decidió que el cambio que tenía que hacer para ganar el partido era introducir a Correa quitando a Carrasco no gustó al respetable y, por ello, el argentino recibió los primeros pitos desde que es entrenador del Atlético. Carrasco ya es el jugador más peligroso del Atlético. Aparece generalmente por la izquierda, internándose hacia el centro y asociándose con todos sus compañeros. Es el más vertical, el que tiene la portería en la cabeza constantemente. Pero no fue por él por quien ganó el Atleti.

Griezmann estaba a un nivel similar al de Koke. El francés había dejado de ser determinante. Cuatro partidos de Liga sin marcar ya parecían muchos para un jugador que empezó la temporada enrachado. Pero lo que tenía Griezmann es que además de marcar, jugaba muy bien con sus compañeros y eso no lo estaba haciendo ni contra el Valencia, ni contra el Depor, ni contra el Astana. Este domingo se acercó a su mejor versión, la más participativa y peligrosa. Pero, lo más determinante, es que volvió a tener ocasiones. Aquella doble intervención de Cuéllar de la que hablamos fueron dos intentos de Griezmann, que dejó en evidencia a Jackson y le enseñó cómo se consiguen jugadas de gol en el Atlético, porque el colombiano sigue sin tener ni idea de hacer eso. Torres ni jugó.

El Sporting aguantó hasta el minuto 93, pero en realidad no podemos decir que sufriese casi en ningún momento. Cierto es que estuvo encerrado en su área en parte por decisión propia y en parte por la inoperancia en su salida del balón y el empuje del Atlético. Sólo salía cuando Halilovic se podía poner en contacto con algún compañero, generalmente con Jony, el mejor 'guaje' en el Calderón. Y todo esto, habiendo realizado dos cambios antes del minuto 25 por las lesiones de Sergio Álvarez y Miguel Ángel Guerrero. Abelardo se quedó sin opción de maniobra, y en realidad no parecía hacerle falta. Porque los dos ya mencionados se las ingeniaron para hacer trabajar a Oblak. ¿Es injusto que el gol de Griezmann les robase un punto? Puede ser, porque la generosidad en el esfuerzo de los jugadores hoy de amarillo se merecía algo más, pero hay que tener muy en cuenta que si no se ataca, es difícil ganar sólo defendiendo.

Ficha técnica:

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran (Gámez, m. 46), Savic, Godín, Filipe; Koke (Correa, m. 63), Gabi, Tiago, Yannick Carrasco (Óliver Torres, m. 77); Griezmann y Jackson Martínez.

0 - Sporting de Gijón: Cuéllar; Lora, Luis Hernández, Bernardo, Álex Menéndez; Pablo Pérez, Sergio Álvarez (Nacho Cases, m. 12), Mascarell, Jony; Halilovic (Hugo Fraile, m. 79) y Guerrero (Castro, m. 26).

Gol: 1-0, m. 91: Griezmann remata después de peinar el balón Godín.

Árbitro: Estrada Fernández (C. Catalán). Amonestó a los locales Carrasco (m. 31), Koke (m. 39), Filipe (m. 55) y Godín (m. 57) y a los visitantes Bernardo (m. 40), Nacho Cases (m. 43) y Cuéllar (m. 68).

Incidencias: partido correspondiente a la undécima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 54.000 espectadores.