Simeone consolida a Jackson y provoca un largo retraso en el gol 100 de Torres

Hace pocos días, Diego Pablo Simeone se sentó en la sala de prensa del Atlético y entre otras muchas cosas, habló sobre la falta dramática de gol por la que estaban pasando sus dos delanteros, sus dos referencias ofensivas. "Esperamos más de Jackson y de Torres", dijo el argentino, sin querer dramatizar en absoluto sobre el estado de forma de su pareja de 'nueves'. Simeone no es un hombre que pierda los papeles con facilidad, su guion es claro y no se sale del mismo. Aprecia a los dos jugadores y es consciente de que con paciencia y minutos, esa sequía iba a empezar a dar paso a la lluvia.

Por ahora, a decir verdad, sólo ha empezado a caer una ligera llovizna por parte de Jackson Martínez. Dos goles en dos partidos consecutivos le liberan de la presión que sufría por no ver puerta. Un gol en tantos minutos disputados suponía una losa muy pesada para un jugador acostumbrado a marcar prácticamente en cada partido que juega. Esa fue su carta de presentación en el Calderón, en el Porto saben de qué hablamos. De repente, un día, contra el rival más débil, le cayó una pelota a los pies. Sabía que la portería estaba detrás de él, intuyó dónde podía estar el portero y de media vuelta, Jackson dejó de sufrir.

Es irrefutable que, de entre todos los jugadores de campo, especialmente un punta necesita una regularidad para encontrar ese punto de autoconfianza y motivación que le permita encontrar el gol con mayor facilidad. Que eso ocurra no se encuentra en las manos del jugador en cuestión, cuya única posibilidad es la de entrenar al máximo y aprovechar los minutos que tenga, sino que depende del entrenador. Y por supuesto, Simeone admite esa realidad y ha tenido que decidir en quién confía más.

Tal decisión ha supuesto que Jackson se asiente de manera aparentemente definitiva como el ariete titular del Atlético. Este viernes en Riazor se dispone a comenzar por tercera vez consecutiva en el once inicial y el resultado hasta la fecha es relativamente positivo, con dos goles en los últimos dos partidos. Este pequeño doblete no puede considerarse aún una gran racha goleadora y, precisamente por ello, el Cholo le dará aún más continuidad. Una semana de descanso, sin competición europea intersemanal, ejerce el mismo efecto que si hubiese rotado. Así que volverá a jugar, ya descansado.

Y estará Torres en Riazor, pero en el banquillo, lo cual, aunque suene duro, es hasta bueno. No por él, que sin duda estará deseando jugar cuanto más, mejor, sino porque por fin Simeone parece haber encontrado un once tipo con el que se siente a gusto, cómodo y que por ahora le da resultados. Cada día que pasa, Carrasco se asienta mejor con Griezmann y Jackson y la línea de tres del centro del campo ocupa más espacios e influye más en el juego. La continuidad del delantero es importante, pero no lo es menos la del bloque. Los futbolistas deben conocerse dentro del campo para crear automatismos propios, es decir, entender qué va a hacer el compañero y anticiparlo.

Pero va pasando el tiempo y Fernando Torres sigue buscando su gol número 100 con el Atlético. Han pasado 41 días desde que anotara el tanto 99 contra el Eibar en Ipurua. En total, siete partidos en los que Torres ha jugado a veces más, a veces menos, pero con la misma nula efectividad de cara a portería. Ese tanto, uno de los más especiales para él, sin duda, se sigue haciendo esperar. Puede que lo encuentre en el segundo tiempo contra el Depor, o puede que sea lejos, muy lejos del Calderón, en Astaná. Allí el Cholo le dará otra oportunidad.

Alineaciones probables:

Deportivo de La Coruña: Lux; Laure, Arribas o Lopo, Sidnei, Navarro; Borges, Mosquera, Medunjanin; Juanfran, Fayçal; Lucas Pérez.

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe Luís; Koke, Gabi, Tiago, Carrasco; Griezmann y Jackson Martínez.

Árbitro: Pérez Montero (C. Andaluz).

Estadio: Riazor.

Hora: 20:30, Canal+ Liga.