Liberad a Griezmann

En el fútbol se dan situaciones que no se adaptan a la lógica común. Cualquiera podría pensar que si un equipo añade más delanteros a su once, lo natural sería que aumentasen considerablemente las ocasiones de gol y, por tanto, los goles. Pero no tiene por qué ser así. Habrá situaciones, por descontado, en que se produzca una mejora cuantitativa al introducir uno o más elementos en ataque, sin embargo, lo general es que no sea así. Y esto se produce por una razón mucho más sencilla de lo que puede parecer: es necesario que esos atacantes tengan compañeros más atrás que les puedan servir balones. Sin balones, no pueden hacer nada.

La baja de Koke durante casi un mes hizo a Simeone plantearse el juego del Atlético de otra manera. De repente, encontró la posibilidad de poder incluir en el mismo once inicial a tres delanteros de los cinco que tiene. En vez de ocupar la plaza que dejaba libre Koke en el centro del campo, optó por meter otro jugador arriba. El resultado no pudo ser menos agraciado.

Aún no han ganado desde que empezó a poner a tres atacantes, y ya han pasado tres partidos. El Getafe perdió en el Calderón, pero el Atleti salió de inicio 'sólo' con Torres y Griezmann. Después, tres delanteros contra el Villarreal y derrota; tres delanteros contra el Benfica y derrota; tres delanteros contra el Real Madrid y empate. Y en buena parte la responsabilidad de que estos resultados se hayan tornado tan negativos es del Cholo, pero no por establecer tres delanteros en punta, sino por sacar a uno de ellos, Griezmann, de su zona de influencia primaria.

Precisamente en ese partido contra el Getafe, Antoine estuvo donde le gusta estar, arriba, peleando con los centrales, pero con la libertad suficiente para caer a cualquiera de las dos bandas, o acercarse al centro del campo a recibir y marcharse para dar fluidez al juego rojiblanco. Aquel día, marcó dos goles, porque eso es lo que hace Griezmann cuando se encuentra cómodo, disfrutando de su fútbol, cuando tiene el estatus de estrella indiscutible del Atlético. Porque las estrellas tienen la habilidad de hacer lo que quieran y que funcione.

En realidad, el tridente del Cholo no siempre era como suena. Es decir, en pocas fases del partido jugaban Griezmann, Torres y Correa (por decir uno de los tridentes) jugaban claramente arriba, sino que el inamovible 4-4-2 surgía como de la nada y Griezmann caía a una banda y uno de los centrocampistas hacía lo mismo en la contraria. Y en esa ubicación, la exigencia defensiva que tiene un extremo mermaba la participación de Griezmann donde él crea peligro. Pegado a la cal, no es en quien se apoyan los organizadores, ni el que remata a portería y pocas veces puede ser el que da el último pase, porque el Atleti tampoco juega con los extremos, sino con los laterales.

Lo extraño de esta situación es que Griezmann surgió para el fútbol coo un jugador de banda, un extremo bastante puro. En la Real Sociedad empezó jugando en la izquierda, luego su voluntad de terminar las jugadas le hizo cambiarse a la derecha y su enorme calidad le ha acabado centrando, de donde no debería moverse nunca si Simeone quiere que se mantengan sus cifras goleadoras del año pasado. Griezmann vuelve a casa en su estado evolutivo más avanzado, como segundo punta, con la libertad de una estrella. Y qué poco le gustará disfrutar este partido contra el equipo de su vida y en el estadio de su vida.

Alineaciones probables:

Real Sociedad: Rulli; Elustondo, Iñigo Martínez, Diego Reyes, De la Bella; Illarramendi, Rubén Pardo, Zurutuza; Canales, Vela y Agirretxe.

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Correa, Gabi, Tiago, Koke; Griezmann y Jackson Martínez.

Árbitro: Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego).

Estadio: Anoeta.

Hora: 16.00.