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El Celta hace que el Barcelona empiece a acostumbrarse a las goleadas
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tercera vez que el barça recibe cuatro goles

El Celta hace que el Barcelona empiece a acostumbrarse a las goleadas

La evolución del Celta de Luis Enrique alcanzó su cénit en Balaídos y se lo pagó con un puñetazo en el estómago. El Barça se empieza a acostumbrar a recibir cuatro goles, como hizo en las Supercopas

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Durante este inicio de temporada, el Barcelona había ganado partidos, acumulando breves momentos de brillantez y muchísimos ratos de una nada muy preocupante, que se intentó disimular por las bajas que había sufrido Luis Enrique y por la suma de demasiados partidos en poco tiempo. Es cierto que el Barça ha jugado mucho desde que empezó la temporada con la Supercopa de Europa y que tiene una plantilla cortísima. Pero ¿es excusa para haber caído por 4-1 en Balaídos? Probablemente no, pero es una realidad que pese a lo bien en cuanto a resultados que había empezado la temporada, el Barça no está ni por asomo como el año pasado.

No voy a entrar a decir que el Barça estaba mejor con Claudio Bravo, porque nada se puede hacer cuando un jugador está lesionado y porque el bueno de Ter Stegen poca culpa tiene en los goles. Lo que está muy claro es que la defensa azulgrana es un despiporre que acumula su tercer partido de la temporada recibiendo cuatro goles. Un día es Ter Stegen, otro fue Mathieu, otro Alves... Esta vez le tocó a Piqué liarla parda. Dos errores tremendos que le pusieron cuesta arriba el partido al Barça y que ni en moto hubiera sido capaz de alcanzar la cima.

La cosa es que la culpa de la goleada no la tuvieron solo Piqué ni el resto de sus compañeros. Sino más bien los principales culpables de que Balaídos fuera una fiesta celta fue de Berizzo y sus jugadores. Porque el Celta había jugado muy bien en este inicio de temporada, había únicamente cedido un empate contra la Unión Deportiva Las Palmas y había ganado el resto con un fútbol de clase mundial, de lejos el mejor de lo visto hasta ahora en España y parte del extranjero. Y eso es responsabilidad primera del 'Toto'. No es lo mismo jugar contra Las Palmas, Rayo o Levante que hacerlo contra Sevilla y Barcelona, y no solo ganarles sino ser tremendamente superior a ellos.

La valentía no es algo que se adquiere de un día para otro, sino que se trabaja con paciencia durante mucho tiempo. Luis Enrique llegó al Celta para aplicar sus ideas ofensivas, donde el contragolpe ganaba peso. El Celta ganó en competitividad, siendo todavía uno de los humildes de la categoría, pero aún no estaban preparados para este juego. Berizzo volvió a casa con una idea de juego establecida por Lucho y decidió aprovecharla y desarrollarla. Y ahora, dos años y pico después de que el asturiano se vistiese de celeste, el culmen de su proyecto le dio un puñetazo en el estómago.

El Barça tenía únicamente dos ausencias en el once tipo de Luis Enrique de la Champions: Rakitic, que estaba en el banquillo intentando descansar un poco (a pesar de ser el que siempre sustituyen), y Jordi Alba, lesionado de última hora. Es decir, no ha realizado una revolución que haya podido desestabilizar la continuidad futbolística, sino que los de siempre se han empotrado de morros con un muro. Pero era un muro móvil, que iba hacia ellos, no ellos hacia el muro. En ningún momento supieron sacar el balón jugado, era una absoluta pesadilla que el balón pasase por la zaga, y el Celta, como un tiburón hambriento, olió sangre y fue a cazar.

Berizzo colocó a los de siempre arriba, Nolito, Aspas y Orellana, y cuando digo arriba, digo muy arriba. Aspas en la corona del área y Nolito y Orellana en cada uno de los picos, y no solo en los saques de puerta, sino cada vez que el balón rondaba por ahí. El centro del campo les acompañaba, con Wass tremendamente activo y Augusto Fernández marcando el 'tempo' del partido. ¡Qué jugador es Augusto! Ha funcionado el Celta según su criterio, con la presión alta como base y los pases verticales a la espalda de la defensa como estilete. Y el resultado fue fastuoso, lejos de las expectativas preestablecidas.

Y lo mejor del partido no solamente fue la forma eléctrica, vertiginosa y salvaje que empleó el Celta, sino sus goles, sobre todo los dos primeros. La rosca de Nolito a su exequipo es obscena, de dos rombos por lo menos. Tal brillantez no puede ser para todos los públicos. El balón iba como golpeado por la fuerza de un niño, suave, parsimonioso, pero la elipse que marcó hacía obviar la fuerza, porque no la necesitaba para esquivar la mano bien estirada de Ter Stegen. Y después, cuatro minutos tardó Aspas en competir en belleza con ese tanto. Piqué colaboró, claro, pero luego hay que llegar ante el bigardo alemán y tener la gallardía de colársela 'a lo Raúl'.

La clásica 'estrategia' no programada del Barça desde hace mucho tiempo era empezar flojo, hacer al rival crecer y esperar a que Messi apareciese en el partido y, o marcase, o diese una asistencia o al menos crease pavor a su alrededor. Entonces el contrario metía el rabo entre las patas y era ya todo coser y cantar para el '10'. Pero ni siquiera las dos ocasiones consecutivas de Messi y Neymar hicieron que el Celta tuviese esa sensación de miedo. Siguió jugando como si no hubiese pasado nada, como si no tuviese delante al mejor jugador del mundo y al equipo que lo ganó todo. Le perdió el respeto al Barça y dejó bien claro que se puede hacer, que hay que saber hacerlo, pero que se puede hacer.

Nada cambió en el segundo tiempo. Dio un poco igual, por no decir bastante, que entrasen Munir y Rakitic al campo. El daño ya estaba hecho y lo único que se podía conseguir es que se abriera aún más la herida. Otro destrozo de Piqué volvió a dejar solo a Aspas, que ya le puede hacer buen regalo en Navidad al central, porque él le ha dado dos este miércoles. Y para colmar el estropicio zaguero, hubo un error coral para que Guidetti se estrenase como celtiña. El gol de Neymar sirve para que Messi deje algo de su enorme calidad en Vigo también.

Ficha técnica:

4 - Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Augusto Fernández, Radoja (Tucu Hernández, min.75); Orellana, Wass (Planas, min,.84), Nolito; Iago Aspas (Guidetti, min.77).

1 - FC Barcelona: Ter Stegen; Alves, Mascherano, Piqué, Mathieu; Sergi Roberto (Munir, min.56), Busquets (Rakitic, min.65), Iniesta; Messi, Neymar y Luis Suárez.

Goles: 1-0 Nolito, min.25; 2-0 Iago Aspas, min.29; 3-0 Iago Aspas, min.55; 3-1 Neymar, min.79; 4-1 Guidetti, min.81 Árbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro). Mostró tarjeta amarilla a Hugo Mallo por parte del Celta de Vigo, y a Busquets por parte del Barcelona.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 23.311 espectadores, según anunció el club vigués.

Durante este inicio de temporada, el Barcelona había ganado partidos, acumulando breves momentos de brillantez y muchísimos ratos de una nada muy preocupante, que se intentó disimular por las bajas que había sufrido Luis Enrique y por la suma de demasiados partidos en poco tiempo. Es cierto que el Barça ha jugado mucho desde que empezó la temporada con la Supercopa de Europa y que tiene una plantilla cortísima. Pero ¿es excusa para haber caído por 4-1 en Balaídos? Probablemente no, pero es una realidad que pese a lo bien en cuanto a resultados que había empezado la temporada, el Barça no está ni por asomo como el año pasado.

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