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La tarde del Niño del Calderón acabó siendo la de Griezmann, como casi siempre
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Doblete del francés y torres se fue de vacío

La tarde del Niño del Calderón acabó siendo la de Griezmann, como casi siempre

Fernando Torres volvía a ser titular después de no jugar contra el Madrid, pero sigue sin tener suerte de cara a gol, lo contrario que Griezmann, que lleva ocho goles en cinco jornadas

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El Calderón presentaba un aspecto de partido de Liga intrascendente. Había huecos unos instantes antes de empezar el choque ante el Elche y sólo unos pocos se fueron llenando con el paso de los minutos. Fueron al estadio muchos que no suelen acudir habitualmente, los niños, cuyos padres aceptaron con gusto el buen precio de las entradas y el cómodo horario. Y en esa tarde con aroma infantil, había un Niño que lleva tiempo sin sonreír. Al final, se fue con una sonrisita: había ganado su Atleti y eso le gusta y mucho. Pero no le gustó no poder participar en lo que acabó siendo una fiesta. En ella, disfrutó el de siempre, el que no falla desde hace tiempo y cuyo cambio en el Bernabéu nadie entendió. Griezmann abrió el partido y lo cerró Raúl, su recambio. La Champions de este año se acabó, pero la del próximo está más cerca.

Le preguntaban al Cholo Simeone en la rueda de prensa previa a esta jornada si creía que había decepción en la grada por cómo se jugó contra el Madrid. Él vino a decir que la decepción residía en el hecho de perder, no en cómo se perdió. Y aunque en su fuero interno algún atlético esté en contra de la idea de juego de la Champions, en el Calderón disimuló muy bien. Antes de empezar a rodar el balón ya se había coreado el nombre de Simeone dos veces, y vieron unas cuantas más después. Ningún síntoma de reproche hacia el técnico por su decisión. Al contrario, más bien.

No vivió el Cholo este partido con su desfogue habitual en la banda, sino en la grada, sancionado. En el césped estuvo el Mono, que vio cómo sus jugadores volvieron a encontrarse con trabas frente al gol. La disposición del Elche ayudaba a que el Atlético ofreciera una imagen completamente opuesta a la vista contra el Real Madrid. Escribá tenía varias bajas provocadas a propósito en la anterior jornada para que esta derrota asumida no acumulara minutos innecesarios en un equipo que aún lucha por sobrevivir en Primera deportivamente… ya veremos si también judicialmente, aunque pintan bastos.

Y aun así, tuvieron su momento, ese que siempre tiene un equipo pequeño ante un grande y que, o aprovecha, o la paga con unos intereses muy altos. Fue ese instante en el que a Fajr y a Jonathas les salía todo menos los remates a portería. Fue breve, claro, menos de diez minutos, pero quién sabe si un gol ilicitano habría puesto nervioso a unos jugadores colchoneros necesitados de alegría y a una afición contrariada y con razón. Nunca sabremos lo que había pasado.

El tiempo del Elche pasó y el Atleti dominó entonces como nunca hizo en los cuartos contra el Madrid. No con ello quiero decir que tuviese que dominar siempre al Madrid como lo hizo con el Elche, evidentemente no. Pero de ahí a no crear una ocasión de gol en noventa minutos en una vuelta de Champions hay un trecho. Sea como fuere, el Atleti estuvo cómodo durante todo el partido, con la excepción de ese breve lapsus franjiverde. El empate a cero del intermedio era temporal, se sentía en la grada y lo sabían los 22 jugadores. Sólo que el que estaba llamado a marcar no marcó.

Fernando Torres jugó seis minutos contra el Real Madrid y el Atleti no marcó. Esta vez jugó por tercera vez un partido completo y él se volvió a quedar sin anotar. Un gol en Liga desde que volvió a su casa, un registro muy pobre para uno que ha sido un goleador toda su vida. Pero es que el chaval tampoco tiene suerte. Tuvo tres ocasiones manifiestas de gol, de esas en las que si te hacen una falta expulsan al rival. Pero nada, que está negado. Tytoń, un portero que es un manojo de nervios (como demostró al recibir el gol de Raúl García de un disparo seco pero sencillo), parecía de hielo ante el otrora capitán rojiblanco. Y no será por ganas, porque le puso todas la que pudo y más. Fue a presionar, robó balones en campo contrario, se fajó con todos, sin suerte.

Griezmann lleva ocho goles en cinco jornadas de Liga. Es una barbaridad, lo miremos como lo miremos. Son números de crack, de ariete consagrado, y no de extremo reconvertido. Y es precisamente por ello por lo que no se comprende que Simeone renunciara a todo lo que puede aportar el francés en los 25 últimos minutos del partido más importante del año. Otra vez marcó dos, por tercera jornada seguida. Esta vez fueron dos goles sencillos, de delantero perspicaz, atento al desarrollo de la jugada y sabedor de dónde va a caer el balón. Por recursos no va a ser.

Por cierto, lo del Cholo con los laterales izquierdos serviría para una comedia de los Monty Python. No le gusta ninguno, pero como no tiene más remedio, pone de vez en cuando a Siqueira. Pero el brasileño se lesionó en una acción personal que acabó una buena jugada colectiva. Por supuesto, no fue Christian Ansaldi el que entró por Siqueira. Ansaldi está proscrito. Fue Juanfran, que no pudo tener el completo descanso que le quiso dar el Cholo. Y aunque ya no hay Champions en juego, hay acumulación de partidos, porque ya el miércoles se viene otro partido de los gordos: contra el Villarreal en el Madrigal.

Ficha técnica:

3 - Atlético de Madrid: Oblak; Gámez, Giménez, Godín, Siqueira (Juanfran, m. 49); Raúl García (Saúl, m. 68), Gabi, Tiago, Koke; Griezmann (Raúl Jiménez, m. 79) y Fernando Torres.

0 - Elche: Tyton; Samu, Roco, Gálvez, Cisma; Mosquera (Arqués, m. 87), Adrián González; Rodrigues (Álvaro, m. 72), Fayçal, Coro; y Jonathas (Cristian Herrera, m. 77).

Goles: 1-0, m. 54: Griezmann cabecea un rechace del portero Tyton a disparo de Koke. 2-0, m. 63: Raúl García, de tiro lejano desde la esquina del área. 3-0, m. 76: Griezmann remata un centro de Saúl.

Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó a los locales Fernando Torres (m. 25), Koke (m. 90) y Gabi (m. 90) y al visitante Domingo Cisma (m. 43).

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 50.000 espectadores.

El Calderón presentaba un aspecto de partido de Liga intrascendente. Había huecos unos instantes antes de empezar el choque ante el Elche y sólo unos pocos se fueron llenando con el paso de los minutos. Fueron al estadio muchos que no suelen acudir habitualmente, los niños, cuyos padres aceptaron con gusto el buen precio de las entradas y el cómodo horario. Y en esa tarde con aroma infantil, había un Niño que lleva tiempo sin sonreír. Al final, se fue con una sonrisita: había ganado su Atleti y eso le gusta y mucho. Pero no le gustó no poder participar en lo que acabó siendo una fiesta. En ella, disfrutó el de siempre, el que no falla desde hace tiempo y cuyo cambio en el Bernabéu nadie entendió. Griezmann abrió el partido y lo cerró Raúl, su recambio. La Champions de este año se acabó, pero la del próximo está más cerca.

Antoine Griezmann Diego Simeone
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