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Griezmann contra el estorbo
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VICToria por 1-2 con un doblete del francés

Griezmann contra el estorbo

El delantero francés marcó un doblete y fue el jugador más destacado de un partido que el Atlético de Madrid tenía muy controlado hasta que dejó que el Deportivo recortara diferencias y creara peligro

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A media tarde en Riazor, la sombra avanza del Fondo Marathon al Fondo Pabellón conforme se va poniendo el sol. A las seis de la tarde, en primavera, la luz cubre tres cuartas partes del campo, dejando en la sombra sólo la zona de la portería que queda a la derecha de los banquillos. Esa fue la que comenzó defendiendo el Atlético de Madrid, atacando la de Fabricio, que tenía el sol de frente. Y dominó con autoridad y se puso 0-2. Pero en la segunda parte, poco a poco, todo fue cambiando. Y cuanto más se acercaba la sombra a la portería de Oblak, peor lo pasaba el Atlético, como si tuviera miedo de ser embullido por la oscuridad. Al final ganó 1-2, pero acabó metido en su área achicando balones.

El Atlético de Madrid mostró sus dos caras. Dominó y fue dominado. Jugó a placer e incómodo. Marcó en sus dos primeras llegadas, lo que le sirvió para quitarse el estorbo que suponía jugar un partido fuera de casa en medio de la eliminatoria de Champions contra el Real Madrid. Además, la derrota del Valencia le dio doble valor a este triunfo.

En pocos partidos habrá tenido el Atlético una posesión del balón tan plácida como en la primera parte contra el Deportivo. Tocaba y tocaba, bajo el sol de media tarde en La Coruña, mientras el rival, no se sabe si por incapacidad o por orden del entrenador, esperaba en su campo. Tenía la disposición del Depor algo de reiki, pero en vez de imposición de manos, los jugadores blanquiazules se imponían ellos mismos al rival. El resultado, como era de esperar, fue el mismo que el de la práctica pseudocientífica: ninguno.

Si el Atlético no se hubiera dormido al final, el partido podría haber acabado en el minuto 22, cuando Griezmann marcó el 0-2. El delantero francés también marcó el primero en el minuto 5. Ya lleva 20 en Liga y ha vuelto a dejar suficientemente claro que le da igual que le pongan al lado a un compañero o ninguno: él está siendo el más regular de todos.

Los dos goles llegaron tras jugadas a balón parado. No salieron a la perfección, pero cuando un equipo tiene tan trabajada la estrategia, no se puede hablar de casualidad. El primero llegó tras una falta frontal lejana sacada por Koke. El balón fue para Godín, que la envió al área puqueña. Tras varios toques le llegó a Griezmann, que realizó una chilena sin pensárselo y batió a Fabricio. Los jugadores del Depor pidieron fuera de juego, pero Oriol Riera se había quedado enganchado. Sí puedo haberlo en el primer toque de Godín. El segundo vino tras un saque de banda de Jesús Gámez, que se está convirtiendo en un arma tan fiable en ataque como en defensa. Godín (otra vez) no llegó a tocar, pero Sidnei despejó mal y Griezmann cazó el balón para poner el 0-2.

El Deportivo no daba miedo (sólo 3 faltas en los primeros 39 minutos). El Atlético tocaba tan a placer que el público pitaba, no se sabe si porque no le gustaba lo que hacía el rival o lo que hacían los suyos. Como siempre, el más metido en el partido resultó ser el Cholo Simeone, que fue expulsado antes del descanso por Fernández Borbalán por protestar tras una falta a favor de su equipo. Pero ni esa acción ni los primeros minutos de la segunda parte indicaban un posible cambio en el partido.

Simeone (el Mono Burgos en su nombre) metió primero a Raúl Jiménez y luego a Torres por Arda Turan y Griezmann. Quedaban 20 minutos y el 0-3 estaba más cerca que el 1-2, pero el Deportivo se echó arriba y acabó cerca de empatar. Comenzó a colgar balones al área, donde Riera se peleaba con Godín y Giménez. En una de esas acciones llegó el gol. Sidnei hizo la jugada de su vida por la izquierda -se fue de todos para centrar al primer palo- y Riera remató de cabeza para batir a Oblak. Los que habían fallado en los dos goles en contra se juntaron para recortar diferencias.

El Deportivo siguió intentándolo con más centros al área que o no encontraban rematador o acababan en remates desviados. El Atlético aguantaba mientras pasaban los minutos. Antes del 1-2, Jiménez y Torres tuvieron una oportunidad clarísima, pero tiraron al muñeco y Fabricio respondió bien. Si no las meten, las que tienen, poco van a jugar. La victoria deja al Atlético más cerca de asegurar la tercera plaza y le permite centrarse en el partido del miércoles sin lamentarse por dejar escapar dos puntos.

Ficha técnica:

1 - Deportivo: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Luisinho (Juan Domínguez, min. 63); Cavaleiro, Álex Bergantiños, Medunjanin, Lucas Pérez (Fariña, min. 45); Oriol Riera y Toché (Cuenca, min. 78).

2 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, José María Giménez, Godín, Jesús Gámez; Tiago; Raúl García, Koke, Saúl, Arda Turan (Raúl Jiménez, min. 58); Griezmann (Torres, min. 65).

Goles: 0-1, min. 4: Griezmann; 0-2, min 21: Griezmann; y 1-2, min. 77: Riera.

Árbitro: David Fernández Borbalán, del comité andaluz. Mostró cartulina amarilla a los locales Toché y Sidnei y a los visitantes Koke, Godín, Raúl García y Oblak.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga BBVA disputado en Riazor ante 24.693 espectadores.

A media tarde en Riazor, la sombra avanza del Fondo Marathon al Fondo Pabellón conforme se va poniendo el sol. A las seis de la tarde, en primavera, la luz cubre tres cuartas partes del campo, dejando en la sombra sólo la zona de la portería que queda a la derecha de los banquillos. Esa fue la que comenzó defendiendo el Atlético de Madrid, atacando la de Fabricio, que tenía el sol de frente. Y dominó con autoridad y se puso 0-2. Pero en la segunda parte, poco a poco, todo fue cambiando. Y cuanto más se acercaba la sombra a la portería de Oblak, peor lo pasaba el Atlético, como si tuviera miedo de ser embullido por la oscuridad. Al final ganó 1-2, pero acabó metido en su área achicando balones.

Antoine Griezmann
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