Bale y Benzema, dos maneras de liderar al Madrid: uno con galones y otro con puntería

Por jerarquía frente a la Real Sociedad, el peso en el Real Madrid del ausente Cristiano Ronaldo debía recalar en Gareth Bale. Y así ocurrió. El galés, sin un protagonismo tan excelso, adoptó un papel similar al de su compañero portugués para ser la figura del ataque del Real Madrid. Figura, en este caso, tómese como la referencia, no como la estrella del equipo en este papel goleador ya que esto correspondió a Karim Benzema. Y es que si en Bale recayó la presencia de Cristiano, Benzema adoptó el perfil goleador de Ronaldo. Son dos maneras distintas de proclamarse líder en la parte delantera del equipo blanco.

Son gestos los que indican a los ojos del espectador quién es el que ‘manda’ más. James demostró ese respeto a su compañero porque, al contrario que suele hacer Cristiano, no le comentó nada cuando desperdició una ocasión de gol que podía haberla culminado el propio colombiano. James se quedó mirando como queriendo decir “si era mía…”, mientras Bale se lamentaba por haber fallado un gol sin portero. La pelota tropezó en uno de los dos defensores que tapaban como podían la portería. El Bernabéu, con el 2-1 en el marcador, no le reprochó nada como hizo ante el Espanyol hace un par de semanas. También mostró su respeto.

Karim Benzema, al anotar su primer tanto, corrió a celebrarlo con Bale. No al revés. Fue el goleador quien se acercó al asistente. Otro gesto que sugieren hechos que Ancelotti recordó en palabras hace medio mes, diciendo sin pronunciarlo la categoría de Bale dentro del Madrid: “Es un jugador importante. Ha marcado goles en tres de las cuatro finales que hemos jugado”. Amén. Cinco remates a puerta y dos aciertos ponen de manifiesto la categoría del francés.

Hubo una galopada ‘made in Bale’. Hacia el final del choque, con 4-1 en el marcador, robó un balón en el centro del campo y se dirigió raudo al encuentro de Rulli. Y allí se presentó, un cara a cara sin que nadie distrajera la mente del galés (ni rivales, ni compañeros). El duelo se resolvió a favor del guardameta y el gesto de Bale se torció. El Santiago Bernabéu, con reflejos, reaccionó aplaudiendo al galés y dedicándole algún cántico. Ya se sabe, en la salud… y en la enfermedad. Otra muestra, en este caso significativa viniendo del respetable, de la jerarquía de Bale en el Real Madrid.

Bale se quedó este sábado sin ocupar el lugar de Cristiano Ronaldo en su faceta de goleador, dicho lugar lo reservó Karim Benzema con dos tantos para reivindicar otro tipo de liderazgo que también caracteriza al portugués: el de la puntería y la pegada. Con las dos dianas ante la Real suma 13 en Liga (19 partidos) y 19 en los 31 (30 de titular) partidos que lleva esta temporada.

El francés es el segundo máximo artillero del conjunto blanco –tras el Balón de Oro, quien lleva 36- y lejos, casi olvidados, han quedado los incómodos murmullos que desde las sillas azules de la Castellana se oyeron durante otras temporadas. Quizás sea cuestión de madurez, tal vez de confianza o una mezcla de ambas cosas… pero en este segundo año de Benzema sin la competencia de Gonzalo Higuaín sus números están desbancando a cualquiera de las anteriores.

La última campaña en la que compartió protagonismo con Higuaín, Benzema disputó 33 partidos saliendo de titular y prácticamente la mitad (17) desde el banquillo. Anotó 21 goles y repartió 15 asistencias. El año pasado su presencia aumentó superando por uno el medio centenar de titularidades (51) y marcó 26 goles, además de dar 14 asistencias. Estos números hay que juzgarlos sabiendo que compartía delantera con Cristiano y Bale (para lo bueno y lo malo). En esta campaña, cuando se cumple el ecuador de la misma, lleva los mencionados 19 goles y 10 asistencias.

Es te miércoles ante el Sevilla y de nuevo en casa tienen otra reválida para volver a suplir al líder del equipo con la misión de apuntalar el primer puesto en Liga, y que nadie eche de menos a Cristiano.