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El Bernabéu es la tumba de Claudio Bravo
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ha encajado 21 goles en cinco partidos

El Bernabéu es la tumba de Claudio Bravo

Desde que el portero chileno aterrizó en España ha jugado cinco partidos en Chamartín con un balance desesperante: 21 goles recibidos, 10 de ellos de Cristiano

Foto: Bravo trató sin éxito de atrapar el disparo cruzado de Benzema en el tercer tanto del Real Madrid.
Bravo trató sin éxito de atrapar el disparo cruzado de Benzema en el tercer tanto del Real Madrid.

Aterrizó el Barcelona en la capital con un expediente sin mácula: ocho partidos sin conocer la derrota (7 victorias y un empate)y, lo que es más sorprendente, un cero en la portería en todos ellos. Ocho encuentros en los que Claudio Bravo se ha confirmado como el primer portero del equipo culé para Luis Enrique. Desde que la pretemporada diera sus primeros pasos, el chileno ha sido la apuesta del asturiano para hacer olvidar la alargada sombra de Víctor Valdés. Detrás, el alemán Ter Stegen permanece en un segundo plano y se conforma con jugar la Champions. Imbatido en Liga, el chileno llegó al Santiago Bernabéu y, pese a cambiar de zamarra, los viejos fantasmas del pasado volvieron a lucir indestructibles, como si nada hubiera cambiado.

Tres goles encajados y una pesadilla que parece no tener fin. Y quién sino el más acérrimo de sus enemigos para volver a poner a cero el contador de la imbatibilidad 754 minutos después. Corría el minuto 34 de partido. Marcelo, alocado e impredecible en el frente de ataque y díscolo cuando se trata de mantener las líneas firmes, decidió que era el momento de adentrarse en el área azulgrana. Tras remontar línea de fondo por la izquierda, el carrilero brasileño puso un envío raso que Piqué barrió con su antebrazo izquierdo. Gil Manzano no lo dudó. Penalti. Cristiano Ronaldo optó por el tiro colocado y engañó a Bravo con maestría para convertir su décimo sexto gol en las ocho apariciones ligueras que acumula en la presente campaña.

Tras superar los registros de hombres míticos en el equipo culé como Pello Artola o Víctor Valdés, Bravo se quedó a 70 minutos de igualar la marca de 824 minutos sin recibir un gol que logró Miguel Reina, el padre de Pepe Reina, durante la temporada 1972/1973 con el holandés Rinus Michels en el banquillo. Todavía más lejos figuran los 1275 minutos en los que el toledano Abel Resino mantuvo su meta a cero durante la temporada 1990/1991, cuando defendía los colores del Atlético de Madrid.

Una jugada absurda que dio un giro radical al partido. “Estábamos jugando muy bien, generando juego. Luego viene la jugada del penalti. En el segundo tiempo, con el marcador en contra, nos costó mucho”, comentó Bravo a Ricardo Sierra en los micrófonos de Canal +. Más tarde llegaron el inapelable cabezazo de Pepe a la salida de un saque de esquina y la fabulosa definición de Benzema ante una contra marca de la casa para los blancos que sentenciaron el encuentro. “El Madrid se puso en ventaja y se replegó atrás. Era más difícil. Las sensaciones mías han sido buenas, me sentí bien. Pero me voy con una amargura tremenda". Vamos a tratar de sacar lo mejor del partido. Tenemos que ver lo que podemos mejorar y centrarnos en lo que podemos mejorar”, proseguía el guardameta.

Una amargura por desgracia familiar que inevitablemente le retrotrae a su etapa en la Real Sociedad. Hasta el pasado sábado, Bravo había visitado el Bernabéu cuatro veces defendiendo los colores del conjunto donostiarra con un balance desolador: 18 goles encajados en cuatro derrotas dolorosas. Después del triunfo del fútbol total del Real Madrid frente a lo previsible del esquema culé, son 21 en cinco. Y la cuenta, que asciende a 33 goles en 9 partidos si ampliamos la estadística a los duelos ocurridos en Anoeta, puede seguir subiendo en un futuro. Duelos directos en el coliseo merengue donde un hombre destaca por encima del resto. Lo han adivinado: Cristiano Ronaldo, quien ha puesto su firma a 10 de los 21 tantos.

El primer partido de Bravo en el Bernabéu fue en la temporada 2010-11.En aquella ocasión, el equipo por entonces dirigido por Martín Lasarte cayó con claridad por 4-1. Marcaron Kaká, Abebayor y Cristiano por dos veces. En los cursos posteriores, el francés Philippe Montanier toma la batuta pero en sus visitas a Concha Espina el equipo ‘txuri-urdin’ vuelve a salir escaldado: 5-1 (Higuaín y dobletes de Benzema y Cristiano) el primer año de su bienio al frente del banquillo y 4-3 (dos de Cristiano, Benzema y Khedira) en un segundo intento más combativo pero que compartió tristeza en su desenlace. Por último, en su último partido como meta de la Real, los guipuzcoanos se llevaron una manita (5-0) con triplete de Cristiano, uno de Benzema y otro de Khedira

Aterrizó el Barcelona en la capital con un expediente sin mácula: ocho partidos sin conocer la derrota (7 victorias y un empate)y, lo que es más sorprendente, un cero en la portería en todos ellos. Ocho encuentros en los que Claudio Bravo se ha confirmado como el primer portero del equipo culé para Luis Enrique. Desde que la pretemporada diera sus primeros pasos, el chileno ha sido la apuesta del asturiano para hacer olvidar la alargada sombra de Víctor Valdés. Detrás, el alemán Ter Stegen permanece en un segundo plano y se conforma con jugar la Champions. Imbatido en Liga, el chileno llegó al Santiago Bernabéu y, pese a cambiar de zamarra, los viejos fantasmas del pasado volvieron a lucir indestructibles, como si nada hubiera cambiado.

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