Es noticia
El Atlético consigue en Getafe una victoria de las que sirven para ganar la Liga
  1. Deportes
  2. Fútbol
sangre, sudor y triunfo por la mínima (0-1)

El Atlético consigue en Getafe una victoria de las que sirven para ganar la Liga

En un partido con poco fútbol, un rácano gol de Mandzukic permite a los rojiblancos sacar tres puntos con los que seguir la estela de Real Madrid y Barcelona

Foto:

Normal que el Cholo aparcara el Clásico. Le esperaba una dura batalla en Getafe.Sangre, sudor y victoria por la mínima. Una secuencia que el Atlético de Madrid dibujó al dedillo para conseguir llevarse los tres puntos en un partido rácano en cuanto a fútbol pero generoso en pillería, astucia y, por qué no decirlo, acciones feas. Un duelo que cualquier versión del Atlético de Madrid de la era pre-Cholo hubiera empatado, cuando no perdido. En medio del eterno pique y la desenfrenada bregaentre ambos contendientes que gobernó numerosas fases del partido, apareció la pierna derecha de Mandzukic para conseguir un gol que sabe a oro y con el que se ganan Ligas.Un tanto que, pese a retroceder frente a diez tras la expulsión de Alexis,refuerza la sempiternaalianza con una idea de fútbol alejada de la estética pero que camina de la mano de la efectividad (0-1).

Viendo el desangelado aspecto que presenta el Coliseum Alfonso Pérez domingo sí, domingo también era de esperar que ante el Atlético la tónica se mantuviera. Apenas 13.000 espectadores en la casa de un equipo ramplón con estrategias empresariales y deportivas incompatibles con el éxito. Si no fuera por la entrega de la parroquia colchonera desplazada a la capital del Sur de Madrid, los cuchicheos y las caricias entre los jugadores hubieran retumbado con fuerza. Ni la directiva consigue llenar el estadio ni el entrenador hace que sus jugadores sean capaces de desplegar un estilo de fútbol que encandile o que, al menos, sirva para sumar de tres en tres. La consigna de Cosmin Contra estaba clara: aguantar el chaparrón y abrazarse bien fuerte a un concepto de fútbol ralo, raquítico y escuálido.

Por su parte, Simeone pedía a los cuatro vientos el salto hacia adelante del Antoine Griezmann, de quien buscaba que explotara su destreza en la conducción y no se limitara a ser un animal de banda. Con el francés de interior, los rojiblancos formaron con un 4-2-3-1 que dejó fuera a Saúl en favor de Raúl García. En sala de máquinas, Mario Suárez, que mantiene su puesto a duras penas en el que está siendo uno de los momentos más delicados desde que está en el primer equipo, acompañó a Koke antes de que Gabi recupere los galones en la medular. Las cartas quedaron boca arriba desde que Melero López hizo sonar el silbato. Once hombres de azul con el único cometido de repeler los arreones del contrario. Sestear y contemporizar como forma de vida.

En ocasiones, cuando el francés Yoda se enfundaba el traje de superhéroe, forzaban alguna contra sin orden ni sentido. Los rojiblancos se asociaban y combinaban con Griezmann voluntarioso. Tras alguna propuesta infructuosa, la primera ocasión de peligro real tardó casi 20 minutos en llegar. Griezmann envolvió un envío por la izquierda que Raúl Garcíaenganchódentro del área para cortar con un cuchillo el gélido ambiente. El Getafe se limitaba a agazaparse en la cueva, con su línea de ataque detrás del medio campo. Siqueira campaba a sus anchas por la banda izquierda. Ganaba la espalda de Valera con comodidad y cuando Yoda surgía con ganas de echar un cable en la cobertura le hacía un traje para progresar y conectar un zurdazo más que aceptable.

El ex del Atlético se retiró antes de tiempo por problemas musculares (entró Naldo). Una forma elegante de claudicar ante semejante escarnio. Con la lesión de Ansaldi, el carrilero brasileño tiene que aprovechar cada ocasión para demostrar que los 10 millones que le sacaron de Granada tienen fuste. Jugadas marca de la casa a las que, como viene siendo habitual a lo largo de la temporada, le están faltando convicción. Cada corner se convertía en un duelo fratricida entre la conservadora zaga getafense y una tropa de asalto rojiblanca entregada a la causa. Como no podía ser de otra manera, el gol de la liberación rojiblanca llegó tras una lucha en el barro al borde del reglamento.

Tras el enésimo corner desde la derecha botado por Koke, la defensa azulona despejó a duras penas un balón que quedó manso en la frontal del área. Allí apareció Griezmann para pegarla mordida, directamente al cuerpo de un Guaita que no pudo atajar el balón. Con el cuero girando delante de sus narices Arda no acertó introducirlo en la portería. A la segunda, tras un nuevo rechace de Guaita, Mario Mandzukic, que al inicio de la acción había dejado a Alexis noqueado con una llave de judo, metió su bota derecha para, en boca de gol, lograr su tercer tanto en Liga y empatar con Miranda como pichichi colchonero. Misión cumplida. El cántaro estuvo merodeando la fuente y, con más fuerza que maña, acabó rompiéndose.

A la vuelta de la caseta, el Getafe fue consciente de que su apuesta sólo tenía un camino: la derrota. Reaccionaron con corazón y artimañas al borde de la ley. Godín aceptó el desafío que le propuso Lafita. Y una vendetta de patio de colegio del uruguayo a punto estuvo de acabar en susto. Mario Suárez remató sobre su portería un inocente tiro de falta de Escudero. Moyá, al quite y con los reflejos en plenitud, consiguió despejar a de puños al cielo. La temperatura iba aumentando por momentos. Luego Mandzukic vio la amarilla por un empujón sobre Juan Rodríguez.

El sobeteo entre ambos equipos dio paso a una trifulca infantil e innecesaria. Primero, Alexis pagó su frustración con Mandzukic a quien le propinó un manotazo en el rostro de forma gratuita. Con el delantero tendido en el suelo, los soldados se arremolinaron en torno al herido. En medio del revuelo Juan Rodríguez (“El Atlético usa las mismas artimañas y no pasa nada”, comentó en caliente ante las cámaras de Canal +) quiso ser el más listo de la clase y pisó a su rival en el gemelo. Miranda vio la acción y, encarnando el papel de primo de Zumosol, empujó al centrocampista del Getafe derribándolo. Al final, roja para el central malagueño y amarilla para Miranda. Mientras, el Cholo pedía cabeza a escasos metros. Un despropósito impregnado de una insufrible chabacanería. Con diez sobre el césped, Contra recompuso el dibujo quitando a Sammir y dando entrada a Babá. Antes de irse, el brasileño con pasaporte croata probó suerte desde la esquina con un balón envenenado al que sólo le faltó que Moyá no terminara metiendo el puño in extremis para ser gol olímpico.

Simeone reaccionó y agitó el cesto con un Alessio Cerci (Griezmann sigue a vueltas con su progreso) con ganas de consumar la liberación que dijo sentir el pasado miércoles tras su gol ante el Malmö.Curiosamente fue a partir de ese momento cuando el Getafe dio muestras de ser un equipo de Primera División. Babá y Yoda (de nombre Abdoul Karim) se aliaron para trotar y dar ritmo en la zona de arriba. El desparpajo de Sarabia fluyó y consiguió mantener el dominio local. El Cholo quitó a Mandzukic para dotar de más músculo y frenar la alegría de un rival que sólo despertó cuando no tuvo nada más que perder. Se rebeló el pobre y, con el Atlético pidiendo la hora, estuvo más cerca el disgusto que la puntilla.

Ficha técnica:

0 - Getafe: Guaita; Valera (Naldo, m. 43), Alexis, Velázquez, Escudero; Yoda, Lacen, Juan Rodríguez, Freddy Hinestroza (Sarabia, m. 76); Sammir (Babá, m. 65) y Lafita.

1 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Mario, Koke; Arda Turan, Raúl García, Griezmann (Cerci, m. 66); y Mandzukic (Saúl, m. 81).

Gol: 0-1, m. 40: Mandzukic aprovecha un rechace del portero Guaita dentro del área.

Árbitro: Melero López (C. Andaluz). Expulsó con roja directa a Alexis, del Getafe, en el minuto 55. Amonestó a los locales Lafita (m. 67) y Velázquez (m. 71) y a los visitantes Mandzukic (m. 52), Miranda (m. 56) y Siqueira (m. 38).

Incidencias: partido correspondiente a la novena jornada de la Liga BBVA, disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante unos 13.000 espectadores.

Normal que el Cholo aparcara el Clásico. Le esperaba una dura batalla en Getafe.Sangre, sudor y victoria por la mínima. Una secuencia que el Atlético de Madrid dibujó al dedillo para conseguir llevarse los tres puntos en un partido rácano en cuanto a fútbol pero generoso en pillería, astucia y, por qué no decirlo, acciones feas. Un duelo que cualquier versión del Atlético de Madrid de la era pre-Cholo hubiera empatado, cuando no perdido. En medio del eterno pique y la desenfrenada bregaentre ambos contendientes que gobernó numerosas fases del partido, apareció la pierna derecha de Mandzukic para conseguir un gol que sabe a oro y con el que se ganan Ligas.Un tanto que, pese a retroceder frente a diez tras la expulsión de Alexis,refuerza la sempiternaalianza con una idea de fútbol alejada de la estética pero que camina de la mano de la efectividad (0-1).

Diego Simeone
El redactor recomienda