De Merkatondoa a jugar en el Camp Nou: "A Barcelona no vamos a sacarnos fotos"

"Es bonito que historias como la del Eibar sucedan de vez en cuando en el fútbol". Eso lo dice alguien que lo sabe como pocos. Gaizka Garitano tuvo la responsabilidad de coger a un Eibar hundido en la miseria de Segunda B, y él sabe qué significaba ese descenso de uno de los reyes de la categoría de plata. Conoce mucho la casa y a los chavales del filial, porque los hizo crecer en el Eibar B antes de intentar devolver la ilusión a la pequeña ciudad puramente industrial. Y no sólo se la devolvió, sino que convirtió al Eibar en un mito del fútbol español y, con total seguridad, también mundial. Este sábado, esa pequeña ciudad tendrá el honor de visitar por primera vez en su historia el estadio más grande de Europa, el Camp Nou.

Eibar tiene una población de algo más de 27.000 habitantes, lo que la convierte en la ciudad más pequeña que jamás ha participado en Primera División. Un hito histórico e inigualable, en buena parte también por el pequeño presupuesto que ha manejado siempre, incluso en estos años en los que ha ido subiendo y subiendo hasta alcanzar lo más alto. "Colarnos entre equipos y ciudades tan importantes para nosotros es un privilegio y una oportunidad que tenemos que saber aprovechar", recuerda Gaizka Garitano a El Confidencial. Y con aprovechar se refiere a refrendar la magnífica senda que acumula como entrenador del Eibar con una permanencia que tendrá un valor mayor que cualquier otro triunfo armero.

Lo cierto es que será uno de los momentos más importantes de la historia del Eibar. Una de esas primeras veces que nunca se olvidan. Saltar a un estadio de más de 99.000 espectadores, donde cabe tres veces y media la población entera de la ciudad guipuzcoana. "Es un partido muy bonito, pero en el fondo hay tres puntos. Nosotros tenemos que intentar rascar puntos de donde podamos y aunque sabemos que es difícil, lo intentaremos con toda la ilusión del mundo", dice Garitano con convencimiento, aunque en el fondo de su alma se imagina ganando en el estadio azulgrana.

"Queremos demostrar que somos un buen equipo"

"No sirve para nada ir y decir 'qué bonito es' –continúa el técnico vizcaíno–. No tenemos esa intención. Queremos visitarlo para demostrar que tenemos buenos jugadores y que somos un buen equipo. Es un reto difícil pero bonito. La intención no es ir por ir, ni ir a sacarnos fotos, sino ir a competir". Y si el Eibar sigue soñando y ganase en el Camp Nou, podría acabar la octava jornada de Liga en puestos europeos, pero a Garitano no le preocupa mucho, porque "sabemos cuál es nuestro objetivo. No vamos a pensar en otras cosas. No miramos la clasificación, la Liga acaba de empezar". Y claro, si sumase los tres puntos, el Eibar sería el primer equipo en hacerle un gol al Barça, pero "no nos preocupa mucho eso. Lo importante es que podamos sacar algo de beneficio de ello, porque si metemos un gol y ellos nos meten seis o siete, pues no servirá para nada".

Para sacar algo positivo de allí, necesita que sus jugadores, casi todos inexpertos en partidos del máximo nivel competitivo, estén al 100% tanto mental como psicológicamente, que no dejen que un escenario como el de la Ciudad Condal les sobrecoja. "Nuestros jugadores no son fácilmente impresionables. Saben del nivel que tiene el rival, que es mucho mejor que nosotros, pero no nos va a poder la presión o el estadio. Estamos acostumbrados a competir en buenos campos y hemos dado siempre la talla", asegura Garitano, cuyo equipo ha "demostrado en campos también muy difíciles como San Mamés, como el Calderón, que somos capaces de jugar bien y competir bien y por lo menos tener, por qué no, la esperanza de hacer también un buen partido en el Camp Nou".