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El fichaje de Douglas Pereira pone de nuevo a prueba la gestión de Andoni Zubizarreta
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el club cuenta con 13 jugadores defensivos

El fichaje de Douglas Pereira pone de nuevo a prueba la gestión de Andoni Zubizarreta

El lateral brasileño, un auténtico desconocido, puede ser el último fichaje del Barcelona hasta el año 2016 y será el 13º jugador defensivo de la plantilla

Foto: Bartomeu, Luis Enrique y Zubizarreta, en un entrenamiento.
Bartomeu, Luis Enrique y Zubizarreta, en un entrenamiento.

La plantilla del Barcelona 2014-15 está cerrada. Y si la UEFA no se compadece en los próximos meses, también está cerrada la plantilla de la temporada 2015-16. La presentación de Douglas Pereira en el Camp Nou del próximo viernes será la última que puedan ver los aficionados culés hasta el 1 de enero de 2016, si el Barça no lo remedia con una última intentona por demostrar su inocencia ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana. Si el éxito de dicho recurso tiene el mismo éxito que el presentado por los cuatro meses de sanción a Luis Suárez, se confirmará que nadie más vestirá de azulgrana en el próximo año y cuatro meses. Pero bueno, como ya dijeron desde la directiva, se fichó “pensando en la sanción”.

Es decir, las siete incorporaciones al neonato proyecto de Luis Enrique tienen que bastar para cumplir las expectativas de esta temporada, y la de la que viene. Sin embargo, a primera vista, cuesta creer que los fichajes finalmente firmados por el Barcelona fueran las primeras opciones reales para los puestos a la postre cubiertos. Andoni Zubizarreta tuvo la obligación de reforzar la zona central de su zaga, pero es evidente que no logró los grandes objetivos que se había planteado en un inicio. Ni Mathieu ni Vermaelen parecen a priori el deseo de la directiva culé, que siempre prefirió a los Thiago Silva, David Luiz, Marquinhos y Miranda. Pero lo que más ha sorprendido a todos ha sido el elegido para reforzar el lateral derecho.

No sólo por quién es, sino por no haber liberado hasta el momento el espacio que Douglas estaba destinado a ocupar. Por ahora, tanto Dani Alves como Martín Montoya siguen en el club, es decir, los mismos laterales derechos que completaron las dos últimas temporadas. Todo parecía indicar que el canterano continuaría pero que el ciclo azulgrana del brasileño había acabado y, por lo tanto, se le enseñaría la puerta de salida. Y se le enseñó, pero no la atravesó. El Barça, aun cuando tiene el lateral cubierto con dos hombres, ha decidido reforzarse con otro jugador para esa demarcación. Es cierto que en los primeros momentos en los que se supo sobre el fichaje de Douglas, se intuía que Zubizarreta planeaba firmarlo ahora y cederlo. Pero todavía no se ha producido tal extremo.

¿Qué papel tendrá en la plantilla un jugador que apenas si era conocido en Brasil? Porque ese asunto es harina de otro costal. Los medios de comunicación brasileños están ciertamente sorprendidos por la apuesta de Zubizarreta y, por ende, del Barcelona por un jugador que ni siquiera había entrado en los planes de anteriormente Felipe Scolari ni, con casi total seguridad, de Dunga ahora. Se le considera un jugador normal, lejos del perfil del gran Alves de hace unas temporadas, ni tampoco poseedor de un estilo más defensivo tipo Maxwell. De hecho, la propia afición del Sao Paulo se alegró de su salida del equipo porque no consideran a Douglas como un jugador para su equipo. Estas sensaciones de su propia hinchada hacen dudar sobre si tendrá la calidad necesaria para jugar en el Barça.

La llegada de Douglas (a la espera, eso sí, de un sorpresivo rendimiento fuera de cualquier expectativa) supone otro ojo inquisidor pendiente de la figura de Zubizarreta. El director deportivo, encargado (al menos de cara al exterior) de los fichajes en el Barcelona, no tiene el beneplácito de su afición, ni siquiera contaba anteriormente con el apoyo de su presidente, Sandro Rosell. Este verano tenía la obligación de recomponer una plantilla maltrecha y huérfana de dos referentes históricos como Puyol y Valdés, y la sensación que queda nada más empezar la temporada es que algo más se podía haber hecho. Por ejemplo, el Bayern Múnich fichó a Mehdi Benatia, uno de los que está considerado como de los mejores centrales del mundo, por 26 millones de euros. Mathieu costó 20.

Con los fichajes de Vermaelen, Mathieu, Douglas y los dos porteros, Bravo y Ter Stegen, el Barça 2014-15 tendrá una plantilla en la que hasta 13 jugadores serán defensivos. Es decir, más de la mitad de los futbolistas en nómina. En total, se cuentan diez defensas (Montoya, Piqué, Mascherano, Bartra, Alba, Adriano, Alves, Vermaelen y Mathieu) y tres porteros (Ter Stegen, Bravo y Masip). El Real Madrid, por ejemplo, cuenta con 11 entre guardametas y zagueros, contando a Pacheco como tercer portero, llegado el caso. Al menos, si el Barça tenía habitualmente problemas para componer su defensa en muchas ocasiones, este año se prevé que esos problemas son cosa del pasado, un mal recuerdo antiguo.

La plantilla del Barcelona 2014-15 está cerrada. Y si la UEFA no se compadece en los próximos meses, también está cerrada la plantilla de la temporada 2015-16. La presentación de Douglas Pereira en el Camp Nou del próximo viernes será la última que puedan ver los aficionados culés hasta el 1 de enero de 2016, si el Barça no lo remedia con una última intentona por demostrar su inocencia ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana. Si el éxito de dicho recurso tiene el mismo éxito que el presentado por los cuatro meses de sanción a Luis Suárez, se confirmará que nadie más vestirá de azulgrana en el próximo año y cuatro meses. Pero bueno, como ya dijeron desde la directiva, se fichó “pensando en la sanción”.

Sao Paulo Luis Enrique
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