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Griezmann, el niño que no tenía equipo por ser "bajito", es la nueva estrella del Atlético
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Griezmann, el niño que no tenía equipo por ser "bajito", es la nueva estrella del Atlético

Antoine Griezmann se ha convertido en el último y flamante fichaje del Atlético de Madrid. Por fin ha dado el gran salto en su carrera, aunque no fue fácil

Foto: Antoine Griezmann celebra un gol con la Real Sociedad durante la pasada temporada.
Antoine Griezmann celebra un gol con la Real Sociedad durante la pasada temporada.

Antoine Griezmann se ha convertido en el último y flamante fichaje del Atlético de Madrid. El francés llega al conjunto rojiblanco como uno de los refuerzos de lujo del equipo del Cholo Simeone y con la intención de convertirse en uno de los jugadores más destacados del actual campeón de Liga. La llegada del extremo galo, que ha firmado un contrato por seis temporadas, a un conjunto de primerísimo nivel no es, ni más ni menos, que la consagración de la vida deportiva de un jugador que no lo tuvo demasiado fácil en sus comienzos con el balón: la ahora estrella rojiblanca tuvo dificultades para encontrar equipo... por bajito.

Las canteras de los grandes equipos siempre han tenido dificultades para hacerse con este tipo de jugadores. La perspectiva que barajan es simple, dada la competitividad que siempre tienen este tipo de conjuntos en su fase formativa: es mucho más sencillo enseñar conceptos a un jugador ya formado físicamente que mantener en el equipo a un chico con cualidades pero con poco físico. Y éste fue el caso de Griezmann. Cuando sólo era un niño, el talentoso jugador se vio obligado a recorrer media Francia con el objetivo de buscar un equipo, que finalmente iba a encontrar al otro lado de la frontera.

El propio jugador lo explicaba así en una entrevista concedida en su momento a la página web de la Real Sociedad: "Tenía doce años, y los equipos no me querían porque era muy bajito. Ni tan siquiera el Montpellier, una ciudad que está a más de cinco horas de mi casa. Con ellos hice una prueba en París, pero no la superé". Pero entonces, llegó la gran oportunidad de su vida: "Se me acercó un ojeador y me metió un pequeño papel en el bolsillo. Dijo que hasta que no llegara a casa no lo podía leer". El jugador hizo caso a lo que aquel hombre le dijo y llegó la oportunidad que tanto esperaba.

Una vez en su casa, procedió a leer la nota de su bolsillo. Un escueto '¿Quieres hacer una prueba con la Real Sociedad?' y su telefóno completaban aquel papel. Sus padres, por aquel entonces de vacaciones fuera de Francia, no se creían la noticia cuando su hijo les telefoneó. No fue hasta el regreso de los progenitores cuando se pusieron en contacto con este ojeador, y llegó su ansiada prueba. Sólo unos movimientos con el balón fueron necesarios para que la Real Sociedad se llevara al jugador. A sus 13 años, empezaba su prometedora carrera, aunque sus primeros pasos tampoco fueron fáciles.

Sin ningún amigo cerca, y convertido en habitual suplente de las categorías inferiores del equipo donostiarra, tres años después llegó su gran oportunidad gracias a la madre naturaleza. Con buenas condiciones técnicas, lo cierto es que no terminaba de despuntar en el fútbol base por su débil físico, pero en el momento que llegó su esperado estirón, ya no hubo quien lo frenara. Acostumbrado a tener que ser más hábil que el resto de jugadores para cubrir sus carencias físicas, cuando igualó a compañeros y rivales en este aspecto comenzó a sobresalir con su fútbol.

Un Mundial, y al Atlético de Madrid

Así, en la temporada 2009-10, volvería a dar un nuevo salto en su carrera. Ese año, Griezmann iba a jugar en el filial de la Real, pero varias lesiones de jugadores del primer equipo provocaron que fuera llamado para jugar la pretemporada con ellos. Aunque nadie lo presagiaba, se convirtió en el máximo goleador del conjunto 'txuriurdin' durante la preparación, lo que provocó que Martín Lasarte decidiera que diera el salto al primer equipo. De la mano del entrenador uruguayo, el centrocampista francés se convirtió en pieza básica del equipo que logró el ascenso a Primera esa misma temporada.

Consolidado como un jugador básico en la Real Sociedad, con el paso de las temporadas ha ido mejorandosu fútbol. Pero su gran explosión llegó la pasada campaña: con 20 goles y 3 asistencias en los 50 partidos jugados con la Real, Griezmann fue llamado por Francia para disputar el Mundial, en el que jugó cinco partidos. A sus 23 años, el Atlético de Madrid ha decidido invertir 30 millones para hacerse con sus servicios. El galo está llamado a convertirse en uno de los jugadores más importantes del campeón de Liga. Aquel niño al que no querían por "bajito" se ha convertido en el gran fichaje 'colchonero'.

Antoine Griezmann se ha convertido en el último y flamante fichaje del Atlético de Madrid. El francés llega al conjunto rojiblanco como uno de los refuerzos de lujo del equipo del Cholo Simeone y con la intención de convertirse en uno de los jugadores más destacados del actual campeón de Liga. La llegada del extremo galo, que ha firmado un contrato por seis temporadas, a un conjunto de primerísimo nivel no es, ni más ni menos, que la consagración de la vida deportiva de un jugador que no lo tuvo demasiado fácil en sus comienzos con el balón: la ahora estrella rojiblanca tuvo dificultades para encontrar equipo... por bajito.

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