Los 'niños' de la cantera arrancan llamando con fuerza a la puerta de Luis Enrique

Con Beko, el tercer patrocinador del equipo, reluciente en la manga de la elástica carmesí que sustituye a la senyera como segunda equipación, el nuevo Barcelona de Luis Enrique arrancó la pretemporada con una victoria en la quincuagésima edición del Trofeo Colombino ante el Recreativo de Huelva (0-1). Con siete jugadores con ficha del primer equipo en el plantel y un once en cada parte, fue momento para probar y demostrar que los ‘niños’ progresan adecuadamente. Alguno, como GerardDeulofeu, fuente inagotable de peligro, confirma que ya está preparado para competir con los grandes y dar minutos de calidad a los Neymar, Messi y Luis Suárez. Otros, como Halilovic, personifican la clase, el estilo y el toque de un concepto futbolístico que tratará de seguir poniendo en práctica este renovado Barcelona.

Masip, Montoya, Edgar Ié, Bagnack, Grimaldo, Sergi Roberto, Halilovic, Babunski, Munir, Nieto y Adama. Con un once de circunstancias saltó al césped del Nuevo Colombino el conjunto azulgrana. Un escaparate con poco público donde los mirlos trataron de lucir sus habilidades en busca de un futuro mejor, ya sea en el primer equipo o lejos de La Masía. Un grupo en el que tampoco figuraba Bojan. Luis Enrique ha dejado claro que no cuenta con el jugador que se verá obligado a hacer las maletas de nuevo antes de quedar condenado al ostracismo.

No hicieron falta muchos minutos para que los aficionados disfrutaran de los destellos de algunos de los jóvenes talentos que abarrotan la prolífica cantera del Barcelona. Por encima del resto, el croata Halilovic y el maliense Adama Traoré. Grimaldo, dueño del carril zurdo, dio buena cuenta de sus facultades como carrilero. El valenciano es uno de los aspirantes para hacerse con el premio de vestir la camisola del primer equipo en un futuro no muy lejano. Desde lejos Montoya,primero, y Halilovic,después,trataron de inquietar sin demasiada fortuna la meta rival. En la otra punta del verde, Marc Masip disfrutaba de la plácida tarde de verano que caía sobre la capital onubense. El cuadro local, que la pasada campaña estuvieron a un paso de luchar por disputar el playoff de ascenso a Primera División, estaba algo perdido y deambulada por el campo sin demasiada fe, como si con él no fuera la cosa.

Las internadas por las bandas de Adama Traoré y Nieto se sucedían sin cesar. Sin un patrón de juego definido, tocaba dar rienda suelta a la insolencia y el descaro que definen a la juventud de los muchachos. En un contexto tan liviano, carente de cualquier tipo de exigencia, suena raro decir que a Halilovic y Adama añoraban a un socio que diera el golpe encima de la mesa en forma de gol. Pero así fue. El gol se resistía ante la ausencia de un alma definitoria que empalase la catarata de balones sueltos que se jugaron en las inmediaciones del área defendida por Dani Sostres.

Como marcan los cánones, a la vuelta de la caseta José Luis Oltra y Luis Enrique agitaron el cesto con más fuerza que nunca. Los dos entrenadores cambiaron a sus once jugadores en bloque para afrontar la segunda mitad. Ter Stegen, Patric, Diagné, Bartra, Lucas; Samper, Joan Roman, Cámara, Afellay, Deulofeu y Sandro, fueron los once elegidos en el segundo acto. Pese a las caras nuevas, el 4-3-3 planteado por Luis Enrique en el inicio se mantuvo intacto. También lo hizo el guión del encuentro. La posesión y el dominio hablaban azulgrana. Intensidad, presión tras pérdida y un mediocentro con dos escuderos a los lados en la medular. Tres elementos que quedaron más patentes tras la reanudación.

Allí emergió un Deulofeu que llevaba tiempo soñando con el día que volviera a vestirse de azulgrana. Con ciertos aires ‘cristianescos’ en su pose y en sus gestos, el jugador que militara cedido en el Everton de Roberto Martínez el pasado curso pronto dejó claras sus pretensiones. Omnipresente y con patente de corso para aparecer por donde más le placiera, el canterano y su látigo en la diestra fue una amenaza constante. El toque no se pierde y este Barça sigue manteniéndo su fe en el balón. Sin embargo, sorprendió con repliegues y bocetos de contragolpes que no terminaron de cuajar.

En este escenario llegó el fogonazo. Deulofeu, incisivo y voluntarioso cada vez que agarraba el cuero, chutó duro, seco, tras driblar con destreza por la izquierda. El rechace inocente del meta cayó muerto en el corazón del área. Allí aguardaba preparado con la caña Joan Roman para empujarla con tinoal fondo de la malla. El gol terminó de rematarlafaena. El Recre claudicó de forma velada y se dedicó a correr tras el esférico. El Barça no paró. Siguió sumando saques de esquina y Deulofeu, haciendo gala de su distinguida conducción y su atractivo disparo, buscó el tanto con ahinco. A cinco minutos del final, esta vez por el costado diestro, se metió hasta la cocina para conectar un latigazo que se estrelló en el travesaño.

Se espera que el jueves, a excepción de ClaudioBravo, Messi y el sancionado Luis Suárez, se reincorporen a la disciplina del club los internacionales que disputaron el pasado Mundial. Momento que servirá para empezara preparar con cierto ritmo un año con muchas incógnitas que resolver. Y así cayó la noche sobre el campo del Decano de nuestro fútbol. ‘La Carabela’ era lo de menos. Hasta aquí el primer ensayo de la pretemporada para el Barcelona.Demasiado pronto para sacar conclusiones.

Ficha Técnica:

0 - Recreativo: Sotres; Víctor Díaz, Menosse, Juanan, Toño; Jesús Vázquez, Montoro; Núñez, Koke, Larena; y Joselu. También jugaron Córcoles, Fernando Vega, Araujo, Zamora, Dimas, Aitor García, Blati, Josmar Zambrano, Dani Molina y Caye Quintana.

1 - FC Barcelona: Masip; Montoya, Ié, Bagnack, Grimaldo; Babunski, Sergi Roberto, Halilovic; Adama, Muni, Dani Nieto. También jugaron Ter Stegen, Patric, Diagné, Bartra, Lucas; Samper, Joan Roman, Cámara, Afellay, Deulofeu, Sandro y Dongou.

Árbitro: Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). Amonestó al local Dimas.

Gol: 0-1, m. 66: Joan Román.

Incidencias: Partido correspondiente a la final de la 50 edición del Trofeo Colombino de Huelva disputado en el estadio Nuevo Colombino ante 5.629 espectadores.