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El gran dilema puede ser para el Barcelona
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El gran dilema puede ser para el Barcelona

A falta de dos jornadas, el Atlético necesita ganar en Málaga y en el Camp Nou para ser campeón. El Real Madrid puede necesitar una ayuda del Barcelona

Foto: El sexto duelo del curso entre Barcelona y Atlético de Madrid decidirá la Liga. (Efe)
El sexto duelo del curso entre Barcelona y Atlético de Madrid decidirá la Liga. (Efe)

Mientras media España especulaba con los maletines y las siempre morbosas primas a terceros, llegó el Levante para poner la Liga al rojo vivo a dos jornadas del final. Aunque atendiendo al gran estado de forma del equipo del Cholo el escenario del traspiés rojiblanco se presumía altamente improbable, el jarro de agua fría acabó por llegar sin paleativos ni deducciones. Con la inestimable colaboración de un Atlético sin red, y el infortunio materializado en el autogol de Filipe Luis, los rojiblancos, que ya soñaban con un alirón ante su público el próximo domingo ante el Málaga, agotaron la última bala disponible en su recámara para dispararse en el pie.

Tras el pitido final, Caparrós hacía piña con sus jugadores en la medular del Ciudad de Valencia para celebrar la permanencia tras el reivindicativo baile de Diop a los aficionados colchoneros. Poco antes, el Cholo se iba al vestuario con una cuenta muy sencilla: depende de sí mismo para ser campeón 18 años después. Para ello el Atlético debe conseguir cuatro puntos (y colocarse con 92) en los dos compromisos ligueros que le quedan: recibir al Málaga en casa el domingo 11 y viajar al Camp Nou una semana después. “Estamos a 15 días de tocar la gloria, no habíamos ganado nada y ahora tampoco lo hemos perdido, vamos a seguir luchando”, reconocía Gabi, capitán del Atlético, en la zona mixta del estadio levantinista. No queda otra. La filosofía del partido a partido proclamada a los cuatro vientos desde el Manzanares alcanzará su máxima expresión en las dos próximas semanas.

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Dos horas después de la primera derrota en los últimos diez encuentros ligueros disputados por los atléticos, la mejor versión del Real Madrid hasta la fecha se medía al Valencia en el Santiago Bernabéu en medio de la euforia que otorga levantar la Copa del Rey ante el máximo rival y acceder a la final de la Champions previo repaso al Bayern de Múnich de Guardiola. Los de Pizzi llegaban a la capital con la idea de apurar sus últimos cartuchos de meterse en Europa (están a siete puntos de la séptima plaza que ocupa el Villarreal) y con la moral mermada tras una traumática eliminación en la semifinal de la Europa League frente al Sevilla.

Pero fue escuchar el silbato de Clos Gómez y empezar a sentirse cómodos sobre el césped. Al final, la acrobacia de espuela de Cristiano Ronaldo en la propina puso un empate para destrozar quinielas y, quién sabe, fulminar la esperanza de hacerse con la Liga. Los de Ancelotti se quedan terceros en la tabla, con 83 puntos, y tres compromisos por delante: visitar Pucela (miércoles 7 de mayo) y Balaídos (domingo 11 de mayo) y recibir al Espanyol el siguiente fin de semana. Ganado todo, los 92 puntos que figurarían en su haber mantendría el esperado morbo de la última jornada en unsexto Barcelona-Atlético de Madrid del curso no apto para cardiacos.

A todo esto, el sábado, los titulares del tipo ‘El Barça se despide de la Liga’ inundaban los medios. El Barcelona cosechaba un gris empate ante el Getafe (2-2) en el Camp Nou y desencadenaba un torrente de autocríticas en el seno de la entidad azulgrana. Desde Martino, quien asumía su parte alícuota en un año que ya daban por perdido, hasta voces autorizadas del vestuario como Xavi Hernández o Sergio Busquets, la plantilla del Barça se afanó en entonar el mea culpa suponiendo que la jornada del domingo sería un mero trámite para Atlético y Real Madrid, sus dos principales rivales en la lucha por el título.

Y no, todavía hay vida y hay esperanza en Can Barça. Antes de que Cristiano emergiera para sacar las castañas del fuego y salvara un punto para los blancos, el Barça dependía de sí mismo. Con el empate la cosa varía un poco y dibuja un panorama de lo más apasionante. Si ganan al Elche el domingo 11 en el Martínez Valero y vencen al Atlético en la jornada final ante su público, los del Tata se colocarían con 91 puntos, sirviendo en bandeja de plata la Liga al Madrid, siempre y cuando los madridistas no se dejen ningún punto por el camino. A pesar de su victoria ante un inoperante Málaga (0-1),los ilicitanos llegarán al choque exigidos por una permanenciaque las opciones reales de título del Barça puede complicar mucho.

Un dilema de tremenda magnitud hablando de los dos grandes del fútbol español. Atendiendo a la rivalidad histórica, es difícil imaginar al Barcelona (repetimos,siempre que los blancos llegaran a esas alturas con opciones) regalando el trigésimo tercer título de Liga al Real Madrid. Del mismo modo que, si los merengues llegan a la última jornada habiendo ganado a Valladolid y Celta, el Espanyol no haría saltar todo por los aires en el Bernabéu como hiciera Tamudo en 2007 en el feudo azulgrana en un final de Liga apoteósico, para brindar la posibilidad al Barcelona de ser campeón ganando al Atlético.

Una encrucijada repleta de morbo y de dinero

Dejando de lado el forofismo, hay argumentos que apoyarían la tesis de que el Barcelona, llegados a la última jornada con opciones, debería salir a ganar el partido ante el Atlético, aunque conllevara implicitamente el título para el Madrid. Un razonamiento que radica en el aspecto económico, elemento con un peso específico relevante en esta traca final. Con el Real Madrid como campeón y el Barcelona segundo en discordia, los catalanes, como subcampeones, jugarían la Supercopa de España, un torneo que deja a las arcas de cada club siete millones de euros. Algo que no ocurriría si el Atlético se convierte en campeón, puesto que serían los rojiblancos quienes disputarían el trofeo que inaugura el curso futbolístico patrio ante el Real Madrid.

Del mismo modo, los azulgrana tienen ante sí la opción de llevarse otros siete millones de euros. Una cantidad que corresponde a las previsiones de la UEFA para los equipos que participen en la próxima edición de la Champions como segundos clasificados en su campeonato. En resumen, en el caso de quedar agotadas sus papeletas para hacerse con una Liga de locos y atendiendo a ese jugoso monto de 14 millones de euros, al Barça le interesaría que se lo llevara el Madrid. Sin duda, un titular para el recuerdo.Con los pronósticos hechos trizas, lo único seguro a estas alturas es que nos espera un final de Liga de lo más apasionante. Que gane el mejor.

Mientras media España especulaba con los maletines y las siempre morbosas primas a terceros, llegó el Levante para poner la Liga al rojo vivo a dos jornadas del final. Aunque atendiendo al gran estado de forma del equipo del Cholo el escenario del traspiés rojiblanco se presumía altamente improbable, el jarro de agua fría acabó por llegar sin paleativos ni deducciones. Con la inestimable colaboración de un Atlético sin red, y el infortunio materializado en el autogol de Filipe Luis, los rojiblancos, que ya soñaban con un alirón ante su público el próximo domingo ante el Málaga, agotaron la última bala disponible en su recámara para dispararse en el pie.

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