Cases estudia más demandas y el fondo DIS piensa en denunciar a Barcelona y Santos

Se anuncian más demandas. El asunto Neymar y su problemático fichaje parece no tener un final cercano. El baile de cifras que El Confidencial ha denunciado desde el mes de septiembre puede terminar con alguna denuncia que otra más a parte de la presentada por el socio Jordi Cases. Tanto el Santos como el fondo DIS, dueño del 40% del pase del jugador en el momento en el que se firmó el traspaso, tienen decidido llevar al límite la situación. Se siente engañados y no descartan acudir a los tribunales; unos reclamando parte de lo pagado al padre y los otros pidiendo lo que les corresponde por los acuerdos cerrados entre el Barcelona y el equipo brasileño que no se incluyeron en la operación en sí.

Jordi Cases se ha convertido en el azote del presidente azulgrana. Rosell declaró el lunes que le gustaría que el juez decidiera iniciar el proceso judicial para así declarar su verdad, circunstancia que haría muy feliz al citado Cases. Farmacéutico y residente en Esparraguera, inició su acoso y derribo a la actual Directiva con el aterrizaje en el club de Qatar Foundation, para después participar en la formación de la plataforma Go Barça, nacida como oposición al presidente actual. Ahora podría ampliar la querella presentada, tal y como anunció el Diario AS. Javier Faus y Josep Bertomeu, vicepresidente económico y deportivo respectivamente, podrían tener que pasar por los juzgados.

El fondo DIS, que curiosamente ha dejado de operar en el mundo del fútbol por discrepancias, sigue recopilando información. En el pasado mes de octubre estaba preparando una demanda por lo que consideraban como un engaño tras el anuncio azulgrana de que la operación había costado 57 millones de euros, cuando Santos le notificó que la operación como tal se cerró en 17 millones de euros, dinero que el club brasileño compartió con el fondo de inversión, tal y como reflejaba el 40% de la propiedad del pase del jugador.

El fondo DIS reclama su parte

Ahora la situación ha cambiado. DIS ya tiene constancia de que la operación, sumando comisiones y otro tipo de ingeniería financiera como la de partidos amistosos a ocho millones o prestaciones del padre del jugador como ojeador, se acerca a los anunciados cien millones de euros por lo que reclama otros 30 millones de euros, cantidad muy alejada de los escasos siete recibidos hasta el momento.