Casillas vuelve a la titularidad en busca de la paz social que pretende Ancelotti

El caso Iker Casillas no tiene fin. Abierta la caja de los truenos por José Mourinho, el problema ha estallado de lleno en las manos a Carlo Ancelotti, tal y como comprobó tras su decisión de colocar a Diego López como titular. La situación cambiará el próximo lunes si todo transcurre según lo previsto por el entrenador madridista ya que tiene decidido colocar a Casillas en el once ante el Granada.

La mejora en el estado físico y anímico según aprecian el propio Ancelotti y de Villian Vecchi, entrenador de porteros, han llevado a tomar esa decisión, tal y como han confirmado a El Confidencial fuentes del club blanco y del propio entrenador. El informe técnico fue decisivo para su suplencia y ahora para su titularidad. Ancelotti ya advirtió de que la decisión del partido ante el Betis no era definitiva, ni significaba nada más.

El italiano se ha visto sorprendido por todo lo que está sucediendo, con situaciones que le han superado por completo, especialmente la reacción de la afición el pasado jueves cuando Diego López saltó a calentar cinco minutos antes del descanso. El estadio se dividió, apoyando unos al capitán y otros al guardameta gallego, creando una sensación de enfrentamiento y de división de la afición madridista.

Ancelotti quiere terminar con un escenario incómodo y que ninguno de los porteros ha creado. Es una situación heredada que, según pasan los días, crece y se enquista entre la afición, provocando una división que lleva a los seguidores a pitar a jugadores de su propio equipo para identificarse con un pasado, reciente y radical, antes de buscar la mejor situación posible para su equipo.

Los protagonistas, principales perjudicados

La segunda consecuencia no es otra que la de crear dudas en los porteros. Diego López se mostró dubitativo ante el Betis y Casillas se siente cuestionado por algunos sectores del madridismo. No se plantea la salida del que ha sido su equipo en los últimos veinte años en estos momentos, datos que terminan con la teoría mantenida por algunos de su supuesta falta de compromiso con el club, pero sí que ha cambiado su percepción del futuro en el Real Madrid. Sabe que está puede ser su última temporada en el equipo de su vida, pero todo depende de lo que suceda en los próximos meses.

En el club están a la espera. Asisten expectantes ante los acontecimientos que están sucediendo. Pretenden que sea Ancelotti el que calme la situación, pero los dirigentes saben que es un asunto muy complicado y más cuando el que prendió la mecha se encuentra en Londres.