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La increíble historia de Eric Abidal
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EL LATERAL DEL BARCELONA APADRINA EL LIBRO 'RELATOS SOLIDARIOS'

La increíble historia de Eric Abidal

Hay historias que trascienden al deporte. La historia de Eric Abidal es una de ellas. Futbolista francés, titular indiscutible del mejor Barça de la historia. Le

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La increíble historia de Eric Abidal

Hay historias que trascienden al deporte. La historia de Eric Abidal es una de ellas. Futbolista francés, titular indiscutible del mejor Barça de la historia. Le detectaron un cáncer de hígado y de la noche a la mañana le cambió la vida. Tras la operación, los médicos comprobaron con satisfacción que su organismo no rechazaba el trasplante. Le aseguraron que podría volver a hacer vida normal. 'Abi' entendió que se trataba de volver a jugar al fútbol, porque lo normal para él es jugar al fútbol, es su vida. Antes de su enfermedad ya era una persona comprometida con las causas solidarias. Había construido una residencia para ancianos y apadrinó a una niña francesa con problemas de habla y motrices. Costea su tratamiento con la esperanza de que su evolución pueda trasladarse al resto de niños que tengan el mismo problema.

Trece meses después Abidal ha vuelto a jugar al máximo nivel. Es una persona agradecida a los médicos, a su familia y, sobre todo, a su primo, que le donó parte del hígado que ahora le permite volver a su normalidad. Continúa colaborando con las buenas causas. Lo último ha sido apadrinar el libro 'Relatos Solidarios'. Se trata de una recopilación de historias en la que colaboramos 41 periodistas deportivos. Lo hacemos de forma desinteresada, tanto los autores como las empresas que financian esta acción. Es el noveno libro que se publica. En años anteriores los padrinos fueron Messi, Guardiola, Iniesta o Villa. Famosos deportistas que ceden su imagen para la portada y para los diferentes actos que se celebran. Cada año la recaudación por las ventas se destina a una organización distinta. Esta vez será para la Asociación catalana de Fibrosis Quística. Sorprendía que no tuviese nada que ver con la lucha contra el cáncer, tratándose de Abidal. El jugador del Barcelona lo tenía claro: “toda la ayuda que demos para que se pueda investigar una enfermedad y para mejorar el nivel de vida de los que la sufren es poco. Da igual cuál sea esa enfermedad, porque todos los que tenemos este problema somos una familia”. Dentro de poco el libro podrá comprarse en cualquier Corte Inglés de España por 10€. Cantidad que se destinará íntegramente para la lucha contra la fibrosis quística.

Eric Abidal vuelve a sentirse futbolista. En realidad nunca dejó de serlo, por eso quiere seguir disfrutando del fútbol profesional. El 30 de junio termina su contrato con el Barça. “Estaría encantado de renovar, quiero retirarme en el Barcelona, pero a lo mejor no me quieren” comenta entre risas. Su percepción de la vida le ha cambiado. Quiere ser él quien decida su futuro. Hay ciertas cosas que ya no le preocupan. Ahora lo que busca es disfrutar de su profesión y de su familia. En Barcelona es feliz, pero sabe que seguirá siéndolo allá donde vaya a parar. Por el momento sólo piensa en celebrar la Liga y estar en la final de Wembley, porque según asegura “sí o sí, hay que pasar”. Palabra de 'Abi'. 

Hay historias que trascienden al deporte. La historia de Eric Abidal es una de ellas. Futbolista francés, titular indiscutible del mejor Barça de la historia. Le detectaron un cáncer de hígado y de la noche a la mañana le cambió la vida. Tras la operación, los médicos comprobaron con satisfacción que su organismo no rechazaba el trasplante. Le aseguraron que podría volver a hacer vida normal. 'Abi' entendió que se trataba de volver a jugar al fútbol, porque lo normal para él es jugar al fútbol, es su vida. Antes de su enfermedad ya era una persona comprometida con las causas solidarias. Había construido una residencia para ancianos y apadrinó a una niña francesa con problemas de habla y motrices. Costea su tratamiento con la esperanza de que su evolución pueda trasladarse al resto de niños que tengan el mismo problema.