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Willy Caballero, el trabajador del fútbol que ha recuperado la sonrisa gracias al Málaga
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LA ENFERMEDAD DE SU HIJA LE CAMBIÓ POR COMPLETO

Willy Caballero, el trabajador del fútbol que ha recuperado la sonrisa gracias al Málaga

Willy Caballero se ha convertido en uno de los grandes héroes del Málaga. El portero argentino es protagonista directo del éxito andaluz en los dos últimos

Foto: Willy Caballero, el trabajador del fútbol que ha recuperado la sonrisa gracias al Málaga
Willy Caballero, el trabajador del fútbol que ha recuperado la sonrisa gracias al Málaga

Willy Caballero se ha convertido en uno de los grandes héroes del Málaga. El portero argentino es protagonista directo del éxito andaluz en los dos últimos años, un equipo donde demuestra partido tras partido su calidad. Pero no siempre fue así: acostumbrado a ser suplente, la grave enfermedad de una de sus hijas cambió por completo su vida. Algunos años más tarde, la suerte le sonríe y Caballero está demostrando que es uno de los mejores porteros del momento.

Humilde y sereno, Caballero no siempre lo ha tenido fácil en el fútbol. El arquero argentino es uno de esos jugadores acostumbrados a ocupar un segundo plano en lo deportivo, pero que en un momento determinado gozan de una oportunidad y son capaces de demostrar su valía. Su oportunidad le ha llegado entrado en años, pero ha sabido mostrar a todo el mundo que a base de trabajo los éxitos llegan. El Borussia ha sido su última víctima.

Desde muy joven, el meta argentino apuntaba muy alto. De hecho, Caballero se proclamó campeón del mundo juvenil con la selección argentina, lo que pocos años más tarde le valió para hacerse un hueco en el primer equipo de Boca Juniors. En el conjunto 'xeneize' no gozó de demasiadas oportunidades, debido a que por delante de él tenía a toda una institución por delante como Roberto 'Pato' Abbondanzieri. Tres campañas después, recalaba en España.

En su primera temporada en el Elche sólo disputaría diez partidos, pero la desgracia iba a llegar a su vida en 2006. A su hija Guillermina se le detectó un cáncer de retina y Willy Caballero se volcó en cuidarla. "Fueron seis meses muy duros. Decidí dejar el fútbol. Si no, no hubiera sido posible estar cerca de ella y de mi mujer, que lo necesitábamos. Volví seis meses a Argentina para no jugar, donde firme por Arsenal, pero no participé en un solo partido", asegura.

El Málaga, su gran oportunidad

Durante este tiempo tan complicado, Caballero consiguió mantener la forma física gracias al cuerpo técnico de la selección argentina, comandado por José Peckerman, un grupo que se convirtió en un importante apoyo anímico para el meta. Después de que su hija mostrara una clara mejoría, el meta volvió al Elche, donde comenzó a convertirse en uno de los jugadores importantes del equipo. Las oportunidades empezaban a llegar.

A pesar de sus grandes actuaciones en el conjunto ilicitano, el fútbol de primer nivel se le resistía. Su entorno ofreció al meta a media docena de clubes importantes de Primera División, pero ninguno se hizo con los servicios del guardameta. Así, continuó defendiendo la portería del Elche, hasta que en el mercado invernal de la campaña 2010-11 consiguió fichar por el Málaga, para ocupar la plaza del lesionado Sergio Asenjo.

Con su hija completamente recuperada, Caballero se centró por completo en el fútbol, y lo cierto es que se ha convertido por méritos propios en uno de los grandes porteros del momento. Dos temporadas y media después de recalar en el Málaga, Caballero es uno de los ídolos de la afición. Actualmente es el segundo portero menos goleado de la Liga y este miércoles dio una verdadera lección magistral bajo palos ante el Borussia.

Su aportación ha sido básica para que su equipo esté luchando por una plaza en las semifinales de la Liga de Campeones. Caballero, después de muchos años de trabajo, se ha visto recompensado a los 32 años de edad con el reconocimiento a sus méritos. "Cuando no jugué, siempre valoré que el que jugaba era mejor que yo": así habla un hombre que sólo piensa en el bien equipo, un trabajador del fútbol que por fin tiene su merecida recompensa.

Willy Caballero se ha convertido en uno de los grandes héroes del Málaga. El portero argentino es protagonista directo del éxito andaluz en los dos últimos años, un equipo donde demuestra partido tras partido su calidad. Pero no siempre fue así: acostumbrado a ser suplente, la grave enfermedad de una de sus hijas cambió por completo su vida. Algunos años más tarde, la suerte le sonríe y Caballero está demostrando que es uno de los mejores porteros del momento.