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La lesión de Marcelo dejó una defensa de cristal y un equipo previsible
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LA AUSENCIA DEL BRASILEÑO DESDE OCTUBRE, CLAVE

La lesión de Marcelo dejó una defensa de cristal y un equipo previsible

Hay lesiones que pueden marcar una temporada. La de Marcelo en el Real Madrid ha sido una de ellas. El tobillo del lateral brasileño quebró el

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La lesión de Marcelo dejó una defensa de cristal y un equipo previsible

Hay lesiones que pueden marcar una temporada. La de Marcelo en el Real Madrid ha sido una de ellas. El tobillo del lateral brasileño quebró el pasado mes de octubre en un amistoso de su selección y desde entonces, la defensa blanca no levanta cabeza. Ni Mourinho ha dado con su reemplazo, ni las lesiones han respetado a otros futbolistas. Es más, la desgracia se ha cebado con la zaga.

A renglón seguido de Marcelo, Mourinho perdió también a Álvaro Arbeloa. El otro lateral –el derecho- titular del equipo estuvo lesionado casi un mes tras sufrir una rotura muscular en el amistoso España-Francia del 16 de octubre, sólo dos días después caer Marcelo, quien fue operado del tobillo el día 20 de octubre con un periodo de recuperación estimado de tres a cuatro meses. No sería la última como hemos sabido esta semana cuando el club anunció por sorpresa la operación de Pepe en Oporto. El tobillo derecho del central luso dijo basta y los médicos entendieron que lo mejor era solucionar sus problemas con la perspectiva de que esté listo para el 13 de febrero cuando Manchester United visite el Bernabéu. Un mes, en cualquier caso, sin una de las piezas clave del equipo.

Fabio Coentrao tampoco ha escapado a la plaga de lesiones. Sus repetidos problemas musculares, el último una rotura fibrilar en el sóleo de la pierna izquierda que le impedirá estar este domingo ante la Real, han lastrado su temporada. Todo aderezado por su falta de compromiso y profesionalidad, como quedó patente en su retraso para el primer entrenamiento del año. Un acto de indisciplina que le ha supuesto además de una multa económica, la ruptura total de la confianza por parte de José Mourinho. De hecho, el club estaría dispuesto a escuchar ofertas por el portugués si llegaran en este mercado de invierno.

Sergio Ramos ha sido el único que ha sorteado por ahora las lesiones. Sin embargo, sus diferencias con Mourinho le han costado el banquillo. Su sonada suplencia ante el Manchester City en Champions ha sido uno de los momentos álgidos de la polémica temporada blanca. Un castigo que no ha beneficiado en nada, más teniendo en cuenta las difíciles circunstancias que a traviesa la defensa blanca, donde Varane y Albiol –también lesionado- no han tenido ni la continuidad ni la confianza por parte del entrenador.

Prueba del derrumbe es que Mourinho no ha podido repetir su defensa titular en más de siete partidos esta temporada. Arbeloa, Pepe, Ramos y Macerlo, los pilares de la zaga blanca en la conquista de la Liga pasada, no ha coincidido apenas y el equipo se ha resentido. Las pruebas de Essien como lateral han resultado desastrosas como quedó bien claro ante el Borussia. Por no hablar de la ruina defensiva desatada en los tres últimos partidos con los que cerró el año el Real Madrid, encajando siete goles en tres partidos. El partido ante la Real será una nueva prueba de fuego para un defensa que se prepara para un mes de enero más que complicado. Las lesiones de larga duración de Marcelo y Pepe obligarán a Mourinho a seguir improvisando. Por suerte, el Champions no llega hasta febrero, momento en el que esperan contar con todos ya que la vuelta de Marcelo podría producirse a mediados de mes y la de Pepe a finales. Siempre que la evolución de sus lesiones sea la correcta.

Factor sorpresa

Más allá de los evidentes problemas defensivos que ha traído la lesión de Marcelo, la ausencia prolongada del lateral ha perjudicado al juego general del equipo. Las incorporaciones desde atrás del brasileño era uno de los factores sorpresa con los que jugaba el Real Madrid la temporada pasada para desarbolar a sus rivales. Sin sus cabalgadas y sus goles oportunistas, el equipo de Mourinho se ha hecho previsible y cada vez le cuesta más abrir las defensas rivales. El juego en estático no es un de sus virtudes y el factor sorpresa que cultiva Marcelo ya no juega a su favor. Mourinho lo sabe y de ahí que suspire por recuperar al brasileño para el momento culminante de la temporada, ese donde se jugarán la Champions. Sin duda, el gran objetivo tras descolgarse a 16 puntos del Barcelona en Liga. 

Hay lesiones que pueden marcar una temporada. La de Marcelo en el Real Madrid ha sido una de ellas. El tobillo del lateral brasileño quebró el pasado mes de octubre en un amistoso de su selección y desde entonces, la defensa blanca no levanta cabeza. Ni Mourinho ha dado con su reemplazo, ni las lesiones han respetado a otros futbolistas. Es más, la desgracia se ha cebado con la zaga.