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Pellegrini, el señor que salió por la puerta de atrás del Bernabéu para llevar a lo más alto al Málaga
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SU PRESENCIA EN EL BANQUILLO, CLAVE PARA SUPERAR TODOS LOS PROBLEMAS DEL CLUB ANDALUZ

Pellegrini, el señor que salió por la puerta de atrás del Bernabéu para llevar a lo más alto al Málaga

Manuel Pellegrini se fue del Real Madrid sin hacer ruido, por la puerta de atrás y aceptando una situación que desde el principio se complicó ante

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Pellegrini, el señor que salió por la puerta de atrás del Bernabéu para llevar a lo más alto al Málaga

Manuel Pellegrini se fue del Real Madrid sin hacer ruido, por la puerta de atrás y aceptando una situación que desde el principio se complicó ante la ausencias de diálogo con Florentino Pérez. Seis meses después, el chileno ya estaba sentado en un nuevo banquillo de la Liga española. El Málaga del entonces comprometido Abdullah ben Nasser Al-Thani veía cómo su primer proyecto se tambaleaba y decidió ponerse en manos de Pellegrini, que firmó un importante contrato de cinco millones de euros por temporada con el objetivo de salvar al equipo. Lo hizo, y un año después logró meter al club andaluz en Europa. Lo que no imaginaba el ex del Real Madrid es que un par de años después iba a tener la ocasión de apuntillar a un equipo madridista que llegaba a La Rosaleda tocado y enfermo. Su equipo, el mismo que sigue en pie gracias a su gestión y a su arrojo ante la multitud de problemas que ha tenido que soportar en los últimos seis meses, necesitaba la victoria más que nunca y la logró como método más eficaz para paliar la decepción que supuso la sanción de UEFA por la nula gestión del llamado jeque.

Pese al golpe de gracia del chileno y los suyos, Pellegrini no se mostró eufórico en la victoria ante el que fue su equipo y ante un entrenador que no se ha portado con él como debiera al recordar el episodio de Alcorcón en más de una ocasión. El entrenador del Málaga apenas hizo referencia a su exequipo. Pudo hacer sangre, pero prefirió seguir manteniendo ese perfil de señor que arrastra desde que apareció por el campeonato español para dirigir al Villarreal. Pellegrini sabe que su misión es la de mantener en pie al equipo andaluz, el de lograr que vestuario y afición se mantengan unidos ante las agresiones que sufren por parte de Abdullah ben Nasser Al-Thani con sus engaños y otras tretas. Los profesionales del club, con Vicente Casado a la cabeza, intentan dar forma a un club huérfano de su referencia.

El pasado verano, Pellegrini justificó con creces el sueldo que tiene desde que regresó a la Liga española para sentarse en el banquillo de La Rosaleda. Cuando peor estaban las cosas, cuando en pleno mes de julio los jugadores se planteaban denunciar al club y mandar al equipo a Segunda B por los impagos del jeque, el chileno alzó la voz y se encerró en una habitación del hotel de Campoamor junto a Moayad Shatat, último enviado del jeque, para encontrar una solución a una situación que se tornaba de complicada solución. El técnico arrancó una promesa que, con retraso de más de un mes, se ha terminado cumpliendo. No fue en noviembre, pero sí en diciembre cuando la plantilla se ha puesto al día, pero la intervención de Pellegrini fue decisiva porque los jugadores no creían nada de lo que viniera del jeque y, en ese momento, Vicente Casado no tenía el peso que ahora tiene dentro del grupo. Pellegrini echó a todo el mundo de la citada habitación y logró que este grupo, el mismo que ya está en octavos de Champions y que amenaza el tercer puesto del Real Madrid en Liga, siga con vida. Sin ese cara a cara entre el enésimo secretario del jeque y el chileno, el Málaga de hoy en día no hubiera sido el mismo.

Muchos de los jugadores estaban esperando el adiós de Pellegrini, hablamos del mes de julio, para seguir idéntico camino, pero esa filosofía que el técnico imprime a todo lo que hace frenó la salida en tromba de los principales jugadores. Todos decidieron seguir, salvo excepciones como Cazorla, que gracias al dinero de su traspaso el club pudo respirar y pagar las primeras deudas, que no todas. Ahora el chileno se ha ganado el respeto de todos, algo que había perdido tras su efímero paso por el Real Madrid, que lejos de tocarle la moral, logró hacer más fuerte a un entrenador que triunfó en el Villarreal y que lo está haciendo de la misma manera en el Málaga como técnico, psicólogo y, en especial, como hombre de club

Manuel Pellegrini se fue del Real Madrid sin hacer ruido, por la puerta de atrás y aceptando una situación que desde el principio se complicó ante la ausencias de diálogo con Florentino Pérez. Seis meses después, el chileno ya estaba sentado en un nuevo banquillo de la Liga española. El Málaga del entonces comprometido Abdullah ben Nasser Al-Thani veía cómo su primer proyecto se tambaleaba y decidió ponerse en manos de Pellegrini, que firmó un importante contrato de cinco millones de euros por temporada con el objetivo de salvar al equipo. Lo hizo, y un año después logró meter al club andaluz en Europa. Lo que no imaginaba el ex del Real Madrid es que un par de años después iba a tener la ocasión de apuntillar a un equipo madridista que llegaba a La Rosaleda tocado y enfermo. Su equipo, el mismo que sigue en pie gracias a su gestión y a su arrojo ante la multitud de problemas que ha tenido que soportar en los últimos seis meses, necesitaba la victoria más que nunca y la logró como método más eficaz para paliar la decepción que supuso la sanción de UEFA por la nula gestión del llamado jeque.

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