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El Cholo Simeone dio con la tecla de cómo parar a Leo Messi… al menos media hora
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FALCAO METIÓ MIEDO PERO SIRVIÓ DE POCO

El Cholo Simeone dio con la tecla de cómo parar a Leo Messi… al menos media hora

Satisfacción y resignación. Dos sentimientos tan opuestos se encontraron este domingo en el vestuario visitante del Camp Nou, donde el Atlético de Madrid fue consciente, tras

Foto: El Cholo Simeone dio con la tecla de cómo parar a Leo Messi… al menos media hora
El Cholo Simeone dio con la tecla de cómo parar a Leo Messi… al menos media hora

Satisfacción y resignación. Dos sentimientos tan opuestos se encontraron este domingo en el vestuario visitante del Camp Nou, donde el Atlético de Madrid fue consciente, tras caer goleado (pero con entereza) ante el Barcelona, de que los de Vilanova son a día de hoy de un planeta distinto al suyo. El marcador no deja margen al optimismo, pero la imagen de los rojiblancos, sobre todo en la primera mitad, sí reúne multitud de aspectos positivos.

Lo más sorprendente se vio en la primera media hora, donde el acierto táctico del Cholo Simeone sirvió para que el Atlético consiguiera algo muy pocas veces visto en los últimos años: neutralizar a Leo Messi. Desde hace días, los técnicos colchoneros sabían que la acumulación de gente en la medular con el fin de cortar las conexiones entre los genios culés era el principal objetivo defensivo, más allá de a qué altura del campo se acabara replegando el equipo. Esta misión no sólo funcionó a la perfección durante largo tiempo sino que obligó a Messi a retrasar su posición hasta lugares remotos de su hábitat natural, demostrando en cada intervención gran incomodidad para dar continuidad a la jugada.

De hecho, el 0-1 vino precedido de un robo de Diego Costa al argentino en el círculo central, con pocos azulgranas detrás del balón y que se mostraron incapaces de frenar la galopada triunfal de Falcao. El colombiano abrió el marcador a la tercera ocasión clara de que dispuso e hizo temblar –y muy en serio- al público barcelonista. El guion soñado por Simeone no podía ser representado, en ese minuto 31 de partido, de forma más certera.

Presentando sus credenciales en el mejor escenario posible, el Atlético soñó durante seis minutos con dar la campanada, el tiempo que el actor secundario Adriano tardó en despertar a los visitantes con un disparo espectacular ante el que no existe ninguna táctica, estrategia ni técnica defensiva que valga. Zapatazo a la escuadra y casi todo el trabajo echado por tierra. Poco antes del descanso, y con Messi aún empezando a desperezarse, Busquets rompía ahora sí toda predicción visitante con un gol en una sucesión de rechaces en el área a la salida de un córner.

Messi, en un día discreto, hizo dos golitos

Con el marcador en contra, el conjunto madrileño no se descompuso, ni mucho menos, aunque bien es cierto que, tras las dos puñaladas traperas recibidas, dejó de creer como lo hizo en el primer tercio del choque. Ahí, cuando apenas había hecho acto de presencia, Messi decidió que le apetecía meter su golito. Recibió uno de los únicos balones de cara a la última línea rival y con un lanzamiento de tiralíneas sentenció el partido. A punto de cerrarse el encuentro, Godín, quizás queriendo colaborar con el famoso récord goleador de la Pulga, se lío en su área intentando un tacón para acabar regalando el definitivo 4-1. El argentino lleva 90 goles en once meses y medio. Por el bien del fútbol, lo ideal sería que nadie osara no rendir pleitesía a tales cifras.

Aun así, si alguien quiere saber cómo parar a Messi, que guarde en vídeo los primeros 30 minutos del partido de este domingo en el Camp Nou. Ahora la clave es saber cómo neutralizar al resto de azulgranas para poder doblegar al equipo con mejor arranque de la historia de la Liga, y que evidentemente se escapa irremediablemente en la clasificación actual. El Atleti es quien más cerca lo ve alejarse. Y lo hace con una sensación de desdicha y orgullo, aunque parezca que por definición ambas sensaciones sean complicadas darse a la vez.

Satisfacción y resignación. Dos sentimientos tan opuestos se encontraron este domingo en el vestuario visitante del Camp Nou, donde el Atlético de Madrid fue consciente, tras caer goleado (pero con entereza) ante el Barcelona, de que los de Vilanova son a día de hoy de un planeta distinto al suyo. El marcador no deja margen al optimismo, pero la imagen de los rojiblancos, sobre todo en la primera mitad, sí reúne multitud de aspectos positivos.

Leo Messi Diego Simeone