Iniesta recupera para el Barcelona de Vilanova el 'estilo Guardiola'

El Barcelona ha recuperado viejas sensaciones. El equipo de Tito Vilanova, hasta la fecha, había acreditado con números que la marcha de Guardiola no había sido tan traumática como se esperaba. Líder en la Liga a 11 puntos de distancia del Real Madrid y clasificado primero de su grupo para los octavos de final de la Champions, parecen argumentos más que convincentes para no dudar del proyecto Vilanova. Sin embargo, los nostálgicos insistían en la pérdida de glamour en el fútbol del equipo. Una clara falta de belleza en el juego que Messi se ha encargado de maquillar con un asombroso ritmo goleador que le tiene a un solo tanto de igualar a toda una leyenda como el alemán Gerd Müller. El argentino se ha situado ya a un solo gol de los 85 que El Torpedo firmó en un año natural (1972). El genio de Leo no parece tener límite.

En Barcelona, sin embargo, presumir de pegada no está muy bien visto. No al menos como sucede en el Real Madrid. El culto al estilo de La Masía es tal que aún en el mejor arranque de la historia de la Liga, todos reivindican sumar a esta arrolladora efectividad un juego plástico y combinativo. Y ahí Andrés Iniesta es pieza fundamental. Lastrado en el arranque de temporada por algunas lesiones, el manchego enfila el final de año en un estado de forma espectacular. Tanto, que agarrado a sus imparables slaloms y su capacidad asociativa, el Barcelona de Vilanova ha recuperado viejas sensaciones y cada vez se parece más al equipo dirigido por Pep Guardiola. Ahora sí.

El partido ante el Athletic de Bilbao fue un claro ejemplo de que a este Barcelona no se le ha olvidado el fútbol sinfónico que desplegaba con Guardiola. La presencia de Iniesta, desde luego, ha acelerado la sensación de que nada ha cambiado pese a las dudas del arranque de la era Vilanova. Andrés se siente importante y el equipo lo agradece. De su juego viven todos. Messi tiene al mejor asistente (tres en los últimos dos partidos); Jordi Alba, a un socio ideal para dar continuidad a sus subidas; Xavi y Busquets, al socio perfecto para centro del campo y Cesc y Pedro, al complemento ideal para desbordar en los últimos metros. Todos son mejores con Andrés.

El foco mediático le deja en clara desventaja con respecto a Messi y Cristiano, pero es innegable que Iniesta pasa por ser en estos momentos uno de los mejores jugadores del mundo y así lo está demostrando en un último mes pletórico. Justo cuando llega  la hora de decidir los premios individuales. Ya le arrebató a Cristiano el reconocimiento de la UEFA al mejor jugador del año, para lamento del portugués, y se ha metido en la terna que opta al Balón de Oro. Es más que probable que se vuelve a quedar a las puertas, pero él parece decidido a seguir dando balones de oro para mayor gloria de Messi y, más importante, dotando de estilo al Barça. No parece mal premio, desde luego.