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Leo Baptistao, el brasileño que dijo "no" al Real Madrid por fidelidad a Vallecas y al Rayo
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ES UNA DE LAS REVELACIONES DE LA LIGA Y EL EQUIPO BLANCO LO QUERÍA PARA EL CASTILLA

Leo Baptistao, el brasileño que dijo "no" al Real Madrid por fidelidad a Vallecas y al Rayo

Leo Baptistao (20 años) es una de las sensaciones de la Liga pero su camino no ha sido sencillo. Llegó a España cuatro años atrás. En

Foto: Leo Baptistao, el brasileño que dijo "no" al Real Madrid por fidelidad a Vallecas y al Rayo
Leo Baptistao, el brasileño que dijo "no" al Real Madrid por fidelidad a Vallecas y al Rayo

Leo Baptistao (20 años) es una de las sensaciones de la Liga pero su camino no ha sido sencillo. Llegó a España cuatro años atrás. En la maleta la única idea que traía era la de jugar al fútbol, hacerse hombre y futbolista. Atrás, en Brasil, dejaba a su familia y al fútbol sala que practicaba pero que se le quedaba pequeño. Aterrizó en Getafe pero fue Vallecas el sitio en dónde decidió echar raíces en España. Un piso en el que vivir y ayuda para comer fue lo que le ofrecieron en Vallecas. El Rayo decidió abrirle las puertas y dio toda la confianza a un jugador que, pasado el tiempo, ha devuelto a la entidad franjirroja el cariño recibido. ¿Cómo? Negando su fichaje por el Real Madrid el verano pasado cuando había terminado su vínculo con el Rayo. No fue el único equipo que quiso al brasileño pero Leo lo tenía claro.

Baptistao tuvo sobre la mesa la posibilidad de cambiar de barrio. Dejar Vallecas para pasar a Chamartín pero el delantero y sus agentes (Manuel Rangel) pensaban que le debían una al Rayo, al barrio y a esa afición tan especial. Y decidió quedarse, dar la espalda al sueño de muchos otros que no es otro que el jugar en el Real Madrid. Su destino iba a ser el Castilla, al final terminó fichando a Borja, jugador que también salió de la cantera vallecana, pero se inclinó por la opción del club que le había hecho futbolista. En cambio, firmó un contrato por cuatro temporadas, pero muy alejado de las cantidades que perciben por el Bernabéu. En su primer año no llega a los 120.000 euros.

Los técnicos de la casa blanca le tenían en su lista de talentos por fichar desde que destacó en el oficioso mundialito juvenil que Manuel Sanchís organiza en Madrid cada mes de junio. Pese a tener que regresar a Brasil de manera precipitada por culpa de una hepatitis que trató su padre, médico, Leo regresó para formar parte de las categorías inferiores de la entidad vallecana. En el mes de junio de 2009 jugó el citado torneo como un rayista más pese a que durante la temporada estuvo cedido en el San Fernando a la espera de adquirir la doble nacionalidad ítalo-brasileña. Destacaba como segundo punta, más alejado del área de lo que lo hace ahora. En ese equipo juvenil coincidió con jugadores como Lass, que asomaron antes la cabeza por el primer equipo de lo que lo hizo el brasileño. 

En la temporada 2010-2011 se entrenó con el equipo que dirigía Sandoval pero su sitio estaba en el filial de Segunda B. No fue un año fácil por culpa de las lesiones. Una clavícula dos veces rota y una fractura por estrés en uno de sus pies, le impidieron durante un año natural mostrar su potencial. Pese a los problemas, Leo saca la cabeza en los últimos meses de competición lo que lleva a los técnicos blancos a intentar su fichaje y a Paco Jémez, técnico del primer equipo del Rayo, a reclamarle para el primer equipo. Sin dinero, la cantera vuelve a ser la mejor solución. 

Leo Baptistao se inició en el fútbol sala, concretamente en el Santos FC Futsal, compartiendo vestuario con Neymar con el que mantiene buena relación y del que cree que triunfará en Europa. De su paso por el fútbol sala adquirió el manejo de ambas piernas y su capacidad para intentar el regate imposible en espacios reducidos. Algunos técnicos le ven de segunda punta y lo certifican con su capacidad tanto para golear como para asistir. Cuatro en cada apartado en lo que va de Liga. Leo llegó a España tras el aviso de un ojeador brasileño a Manuel Rangel. Y lo cierto es que tiene buen ojo. 

Leo Baptistao (20 años) es una de las sensaciones de la Liga pero su camino no ha sido sencillo. Llegó a España cuatro años atrás. En la maleta la única idea que traía era la de jugar al fútbol, hacerse hombre y futbolista. Atrás, en Brasil, dejaba a su familia y al fútbol sala que practicaba pero que se le quedaba pequeño. Aterrizó en Getafe pero fue Vallecas el sitio en dónde decidió echar raíces en España. Un piso en el que vivir y ayuda para comer fue lo que le ofrecieron en Vallecas. El Rayo decidió abrirle las puertas y dio toda la confianza a un jugador que, pasado el tiempo, ha devuelto a la entidad franjirroja el cariño recibido. ¿Cómo? Negando su fichaje por el Real Madrid el verano pasado cuando había terminado su vínculo con el Rayo. No fue el único equipo que quiso al brasileño pero Leo lo tenía claro.