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Eto'o, Ibrahimovic, Villa... Messi no soporta que le hagan sombra
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LA EXIGENCIA DEL ARGENTINO DE JUGAR DE FALSO NUEVE CONDICIONA TODO EL ESQUEMA

Eto'o, Ibrahimovic, Villa... Messi no soporta que le hagan sombra

Messi es el mejor jugador del mundo. Lo dicen los números, el compromiso y el juego que muestra día tras día. No admite comparación ni duda

Foto: Eto'o, Ibrahimovic, Villa... Messi no soporta que le hagan sombra
Eto'o, Ibrahimovic, Villa... Messi no soporta que le hagan sombra

Messi es el mejor jugador del mundo. Lo dicen los números, el compromiso y el juego que muestra día tras día. No admite comparación ni duda alguna, como tampoco la complicada convivencia que el argentino tiene con cualquiera que se acerca a su zona de influencia. El periódico valenciano Superdeporte publicó el pasado jueves que la relación entre el Balón de Oro y David Villa no es buena. Messi desmintió tal extremo. Cumplió su papel,  pero no disipó las dudas que existen alrededor del compañero que año tras año juega a su lado. Etoo e Ibrahimovic tuvieron que hacer las maletas.Villa, que se sepa, ha tenido que reiventarse, fabricar a un nuevo jugador, olvidarse del área y acostumbrarse a jugar con la línea de cal bajo sus botas. De protagonista, a secundario. Ley de mercado cuando a tu lado tienes en el terreno de juego al número uno.

La situación que ahora está viviendo el Barcelona no es nueva. La convivencia deportiva, se entiende, al lado de Messi no es sencilla. A pesar de que el delantero argentino siempre ha dado la imagen de niño callado, tímido y con cara de nunca haber roto un plato, lo cierto es que no quiere sombras a su alrededor. Sabe muy bien lo que quiere. Necesita sentirse importante, ser el eje del juego y tras unos años de dudas sobre su posición ideal, decidió que su sitio era la de falso nueve, con libertad absoluta de movimientos.

Cierto es que asiste y golea por igual, pero asumiendo toda la responsabilidad, algo que no suele gustar a su compañero de turno. Guardiola se tiene que inventar a un compañero cada temporada o hasta que se cansa el implicado de manera indirecta. La mezcla que ha utilizado el técnico es sencilla. Estrella, más Messi, más un complemento que se adapte a las circunstancias tipo Pedro y en los últimos partidos a Cuenca, última aparición de la cantera del equipo que preside Sandro Rosell.

El técnico azulgrana supo ver como nadie había hecho antes (tampoco seleccionador argentino alguno) lo que necesitaba y lo que quería el argentino. Tardó una temporada en darle lo que quería, pero después ha tenido clara cual es la prioridad. Y lo demostró nada más ganar la Champions en Wembley el pasado mes de mayo. "Espero que la directiva escuche y siga haciendo el equipo alrededor de Messi".

Etoo quería protagonismo, pero no lo encontraba. Guardiola le abrió la puerta y un problema menos. En ese momento el técnico no tenía tan claro lo que necesitaba y por eso insistió en el fichaje de Ibrahimovic. El sueco llegó y se hizo con un sitio en el centro del ataque, algo que no gustó a 'La Pulga'. Tres meses tardó en reclamar su sitio, el mismo tiempo que Guardiola tardó en relegar al ex del Inter a la banda. Relación terminada. El siguiente en llegar fue Villa y lo hacía como estrella, con el título de campeón del mundo aún caliente, con portadas de periódicos con su figura como protagonista. A su llegada le advirtieron que nada iba a ser igual, que el número uno era Messi y que nada había que hacer en ese sentido.

Lo que no esperaba Villa era el cambio tan brusco en la manera de jugar, el adiós tan claro a pisar el área con tanta alegría. Su sitio era la banda y a partir de ahí tenía que buscarse la vida. Es el ejemplo perfecto de la estrella que tiene que cambiar y asumir un nuevo rol. Y ese es el distanciamiento de Villa con Messi, no busquen otro. Ahora la papeleta es para Guardiola. Es el que debe gestionar un conflicto deportivo para que no termine siendo personal. En otras ocasiones ha dado con la tecla. El internacional español no ha dicho nada, prefiere callar, jugar y marcar, algo que hará lo que queda de temporada. El asturiano no es sospechoso y su compromiso está fuera de toda duda. 

Messi es el mejor jugador del mundo. Lo dicen los números, el compromiso y el juego que muestra día tras día. No admite comparación ni duda alguna, como tampoco la complicada convivencia que el argentino tiene con cualquiera que se acerca a su zona de influencia. El periódico valenciano Superdeporte publicó el pasado jueves que la relación entre el Balón de Oro y David Villa no es buena. Messi desmintió tal extremo. Cumplió su papel,  pero no disipó las dudas que existen alrededor del compañero que año tras año juega a su lado. Etoo e Ibrahimovic tuvieron que hacer las maletas.Villa, que se sepa, ha tenido que reiventarse, fabricar a un nuevo jugador, olvidarse del área y acostumbrarse a jugar con la línea de cal bajo sus botas. De protagonista, a secundario. Ley de mercado cuando a tu lado tienes en el terreno de juego al número uno.

Leo Messi David Villa