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Dembélé, la ‘perla negra’ del Celtic, será la joya más codiciada del próximo mercado
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La rompe en Escocia con 20 años

Dembélé, la ‘perla negra’ del Celtic, será la joya más codiciada del próximo mercado

Media Europa no le quita ojo desde que se la liara a Pep en la fase de grupos. Chelsea, Bayern, Barça, Liverpool… y el City lo tienen en su lista de la compra. La ‘subasta’ arrancará en 40 millones

Foto: Moussa Dembele (Reuters)
Moussa Dembele (Reuters)

Que Moussa Dembélé ha entrado en la Liga escocesa al modo de un elefante en una cacharrería se pudo apreciar con toda nitidez el pasado domingo en McDiarmid Park, el feudo del St. Johnstone. A falta de la última media hora de juego, los ‘Saints’ le estaban mojando la oreja contra pronóstico al todopoderoso Celtic cuando Brendan Rodgers decidió dejarse de zarandajas y poner en órbita al jovencísimo atacante francés, saliente de un problema en la rodilla que le había impedido disputar los dos últimos encuentros con el intratable líder y virtual campeón (aventaja en 27 puntos al Aberdeen) del campeonato escocés.

Foto: Afición del Celtic de Glasgow

No estaba en el guión que regresara tan pronto al ruedo, pero el inesperado gabinete de crisis provocado por los de Tommy Wright forzó al ex técnico del Liverpool a tirar de su incipiente estrella para evitar males mayores. Y Dembélé, claro está, no decepcionó ni a su míster ni al millar largo de supporters verdiblancos desplazados a Perth para ver en vivo a los ‘Bhoys’. La ‘perla negra’ del Celtic se despachó con un ‘hat-trick’ en 24 minutos (61’, 75’ y 85’), rentabilizando los tres disparos que efectuó a portería, y dio una asistencia para abortar a la velocidad de la luz la rebelión local dejando un inapelable 2-5 en el luminoso.

La exhibición express del potentísimo delantero diestro de 20 años, una más de las varias que lleva desde que arribó el pasado verano a Parkhead, fue seguida atentamente desde la tribuna por más de 40 ojeadores de clubes de las principales ligas europeas, cuyos informes insisten semana tras semana en calificar al internacional sub 21 francés de origen maliense como “un talento superlativo” y recomiendan su fichaje de manera inexcusable. Bayern, Manchester City, Liverpool, Barça o Chelsea le tienen en el punto de mira desde su volcánica irrupción en Liga de Campeones, allá por septiembre, frente a los de Guardiola.

Aquella noche, este fornido y hábil atacante multiusos, que actúa de extremo izquierdo o centro delantero con idéntica eficacia goleadora, frenó él solito la marcha triunfal de los ‘Citizens’, que venían de ganar sus diez primeros partidos oficiales, con un doblete y una actuación prodigiosa que descabalgó a la hasta ese momento impoluta zaga inglesa. Pudo el City igualar a duras penas el choque (3-3), pero tanto a Pep como al resto de Europa le quedaron grabados en la retina los cambios de ritmo y la insultante habilidad del exjugador del Fulham para darse a la fuga en el uno contra uno de sus marcadores. No contento con eso, Dembélé se daba este sábado otro festín, esta vez ante su propia hinchada y en el marco de la Copa escocesa, a costa del Inverness CT, al que enchufó su segundo 'triple' consecutivo, ahora en apenas 14 minutos (45', 50' y 59').

Sus 26 dianas (12 de ellas en Liga, más cinco asistencias) en 40 encuentros disputados, sumando las cinco competiciones en las que ha participado el Celtic, unidas a su tremenda facilidad para generar situaciones de peligro, han hecho del chaval de Pontoise el chollo del último mercado veraniego, dado que el Celtic apenas tuvo que abonar unos 700.000 euros a los ‘Cottagers’ para sacarlo de la Segunda inglesa y ponerle en la rampa de lanzamiento correcta. En menos de medio año, su valor se ha multiplicado de manera exponencial, como demuestran los 40 millones de euros que el Chelsea consideró poner sobre la mesa la anterior semana para dar el mayor golpe de efecto en el reciente mercado invernal sobre la bocina.

placeholder Dembélé, durante un Celtic-Barcelona de Champions League (Reuters)
Dembélé, durante un Celtic-Barcelona de Champions League (Reuters)

Feliz en Glasgow

La oferta, finalmente, no llegó a hacerse efectiva, aunque la afición del Celtic entró en pánico al enterarse que su nuevo ídolo había viajado a Londres el mismo 31 de enero para, supuestamente, hacerse unas pruebas en la rodilla dañada unos días antes. Tuvo que ser el propio Dembélé quien disipara esos insistentes rumores sobre su traspaso al club de Stamford Bridge. “Soy jugador del Celtic y estoy feliz en Glasgow. Estoy aprendiendo mucho en uno de los clubes más grandes de Europa, por eso vine aquí. Si viajé a Londres fue sólo para hacerme un scanner. No sé lo que dijo la prensa porque no la veo, pero mi único interés es tratar de crecer cada partido y demostrar a la afición del Celtic el tipo de jugador que soy”.

Foto: Cassano no tiene con qué equipo jugar (Luca Zennaro/EFE/EPA).

Eso sí, el futbolista forjado en las categorías inferiores del PSG no se atrevió a cuantificar en tiempo su enorme fidelidad hacia los colores verdiblancos. “No puedo asegurar si estaré aquí diez o 20 años. Eso no lo sé”, señaló. Parece ciertamente difícil que la geométrica evolución de Dembélé sobre el verde permita al Celtic retener a su jugador franquicia más allá del próximo ejercicio, aunque las palabras del delantero galo inviten a pensar que su intención sería la de no moverse de Escocia a corto plazo por aquello de ser una parada idónea para pulir sus virtudes y minimizar sus defectos antes de embarcarse en una aventura de mayor calado.

Lo que resulta evidente, viéndole en acción con la ’10’ del cuadro de Glasgow, es que el campeonato escocés se le ha quedado pequeño prácticamente desde el día que aniquiló con un ‘triple’ al Rangers (5-1) en la reentré de la ‘Old Firm’ en Liga tras el largo peregrinaje de los protestantes por las catacumbas del balompié patrio. Aquel 10 de septiembre no sólo se ganó Dembélé para los restos el reconocimiento y el cariño de su hinchada. También inscribió su nombre en el libro de los récords del clásico más antiguo del planeta con una hazaña goleadora que no se daba en el campeonato doméstico desde que Stevie Chalmers firmara un ‘hat-trick’ para los católicos en 1966. Casi nada.

Que Moussa Dembélé ha entrado en la Liga escocesa al modo de un elefante en una cacharrería se pudo apreciar con toda nitidez el pasado domingo en McDiarmid Park, el feudo del St. Johnstone. A falta de la última media hora de juego, los ‘Saints’ le estaban mojando la oreja contra pronóstico al todopoderoso Celtic cuando Brendan Rodgers decidió dejarse de zarandajas y poner en órbita al jovencísimo atacante francés, saliente de un problema en la rodilla que le había impedido disputar los dos últimos encuentros con el intratable líder y virtual campeón (aventaja en 27 puntos al Aberdeen) del campeonato escocés.

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