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China se cuela en el fútbol europeo con sus inversiones ‘low cost’
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La Liga es el principal objetivo de sus empresas

China se cuela en el fútbol europeo con sus inversiones ‘low cost’

Europa y el fútbol han pasado a ser objetivos preferentes de un nutrido ramillete de empresas del gigante asiático que ven en el deporte rey el caldo de cultivo ideal para lucir palmito

Foto: Imagen de la presentación de Zhang Chengdong como jugador del Rayo (EFE)
Imagen de la presentación de Zhang Chengdong como jugador del Rayo (EFE)

La emergente economía china ha desplegado sus alas en busca de nuevos horizontes en los que encontrar el modo de seguir manteniendo los índices de crecimiento que la han situado en los últimos años a la cabeza de los países con mayor producto interior bruto del mundo. Europa y el fútbol han pasado a ser objetivos preferentes de un buen ramillete de empresas del gigante asiático que ven en el deporte rey el caldo de cultivo ideal para lucir palmito y de paso retroalimentar sus pingües beneficios ofertando a sus paisanos un producto resultón y sin competencia interna, por más que la Superliga china esté avanzando adecuadamente en la línea del resto de actividades socio-culturales en la nación más poblada del planeta.

El anuncio de la adquisición, la pasada semana, del principal paquete accionarial del Espanyol a cambio de 45 millones de euros por parte de Rastar Group, y la inminente rúbrica del acuerdo alcanzado por la compañía UED Sports con el Real Betis para patrocinar al cuadro verdiblanco los dos próximos ejercicios, confirma a la Liga española como el nicho futbolístico predilecto de los nuevos reyes midas del comercio mundial dentro del viejo continente. La empresa propiedad del magnate Chen Yancheng y el consorcio especializado en gestión deportiva, que ya patrocinara al Getafe el año pasado, se unen así al Grupo Wanda (Atlético de Madrid) y a Qbao.com (Real Sociedad y Rayo Vallecano), otros dos acorazados con bandera roja que desembarcaron en suelo hispano durante la temporada 2014-15.

Otra escuadra de La Liga BBVA, el Málaga, está desde hace varios meses en el punto de mira de Intellectually Manufactured in China, un consorcio de empresas del citado país dispuesto a poner a disposición del club de Martiricos un nuevo complejo deportivo, amén de un buen pellizco económico, con tal de que su nombre aparezca en las camisetas del equipo estandarte de la Costa del Sol.

Apuesta por el Atlético

Esa especie de obsesión de esta nueva generación de mercaderes chinos por insertar el nombre de sus compañías en las elásticas de nuestros clubes no es, ni mucho menos, exclusiva del fútbol patrio. Sus alargados tentáculos se aferran ya a competiciones tan importantes como la Premier League, la Bundesliga, la Serie A, la Ligue 1 francesa o la Eredivisie tulipán. Clubes como Tottenham (AIA), Watford (138.com), Birmingham City (Birmingham International Holdings Limited), Bayern Munich (Yingli Solar), Sochaux (Ledus), Inter de Milán (Jiuxian), Ajax (Le Sports), ADO Den Haag (United Vansen International Sports), Heerenveen (Beijing Succesful Investment Management) o los checos del Slavia Praga (China Energy Limited) han ido alcanzando acuerdos de esponsorización con multinacionales del gigante asiático durante el último año, cuando no han claudicado directamente a los encantos de sus poderosas billeteras vendiendo una parte o la totalidad de las acciones de la entidad para dar esquinazo a una más que plausible desaparición.

De momento, son cinco los equipos europeos de la máxima categoría (Espanyol, Sochaux, Heerenveen, ADO Den Haag y Slavia de Praga) cuyos destinos dependen en estos momentos por completo de capital chino. Curiosamente, el mayor desembolso económico realizado por una compañía de aquel país en Europa, la del magnate Wang Jianlin (Grupo Wanda) en el Atlético, cifrada en 46 millones de euros, sólo le ha permitido controlar el 20% del accionariado rojiblanco gracias a la ampliación de capital efectuada por los del Manzanares a primeros de este año. Sin embargo, dicho acuerdo con uno de los equipos más carismáticos y representativos del fútbol español supone una señal inequívoca de que en el país del Dragón están firmemente decididos a poner toda la carne en el asador para vincular su marca personal a los grandes protagonistas del balompié continental. La apuesta de Chen Yancheng por la entidad perica, que va a controlar con el 45% de sus acciones, lo reafirma con una rotundidad diáfana.

El incremento geométrico del consumo en China durante la última década, muy especialmente en el sector servicios y de las nuevas tecnologías, ha sido determinante para que los principales actores del despegue económico hayan puesto sus ojos en una de las actividades de ocio que más seducen a la emergente clase media en su tierra. No es de extrañar, por ello, que estén siendo principalmente las empresas relacionadas con el mundo digital y tecnológico las que copen los acuerdos con los equipos de fútbol del viejo continente. Su modelo de negocio les permite sacar un rendimiento exponencial a sus nuevos compañeros de viaje, cuyo gancho resulta de todo punto irresistible para el desinhibido y casi siempre compulsivo cliente chino de nuevo cuño.

Un futbolista chino en el Rayo

Sirva como ejemplo el caso de Nanjing Qianbao Information & Media, más conocida en España como Qbao.com. Esta empresa china, dedicada al sector del marketing digital, aterrizó hace dos veranos en La Liga como patrocinador principal de la Real Sociedad y el Rayo Vallecano, clubes con los que ha ido estrechando sus respectivas alianzas para promover el deporte rey en el país asiático. El retorno de sendos acuerdos estratégicos para la compañía que preside el empresario Zhang Xiaolei se está traduciendo en unos altísimos beneficios merced a las campañas de marketing de su aplicación de venta de productos de toda índole a través de teléfonos móviles inteligentes.

A ello ha contribuido notoriamente la contratación por parte de la entidad de Vallecas del atacante Zhang Chengdong, a la sazón primer futbolista chino en disputar la Liga española. Su sola presencia en la plantilla del cuadro dirigido por Paco Jémez (el técnico canario apenas cuenta con Dudú, sobrenombre por el que se conoce al ex del Beijing Guoan) ha servido para poner la guinda al proyecto ideado por Xiaolei y su equipo de colaboradores, que entendían como prioritario ‘colocar’ un futbolista de su país en España para multiplicar de manera exponencial un volumen de negocio que alcanzará a fines de este año, según sus previsiones, los 1.200 millones de euros en términos globales.

Quizás el detalle más sorprendente de este silencioso aunque progresivo aterrizaje del capital chino en el balompié europeo radique en lo exiguo de sus inversiones (salvo en los casos de Wanda y de Rastar) y en su habilidad para sacarles la máxima rentabilidad. Plenamente conscientes de las dificultades económicas que la larga crisis ha provocado en una buena parte de los clubes de este hemisferio, los empresarios asiáticos no han necesitado abusar de su talonario para llevar a buen puerto sus propósitos. Si nos ceñimos a los casos de nuestra liga, Qbao.com apenas abona 2.200.000 euros anuales a donostiarras (1.500.000) y rayistas (700.000), mientras que UED Sports ‘manchará’ la elástica del Betis por un kilo. Cifras verdaderamente irrisorias para los ingentes beneficios que recaudan o esperan recaudar.

La emergente economía china ha desplegado sus alas en busca de nuevos horizontes en los que encontrar el modo de seguir manteniendo los índices de crecimiento que la han situado en los últimos años a la cabeza de los países con mayor producto interior bruto del mundo. Europa y el fútbol han pasado a ser objetivos preferentes de un buen ramillete de empresas del gigante asiático que ven en el deporte rey el caldo de cultivo ideal para lucir palmito y de paso retroalimentar sus pingües beneficios ofertando a sus paisanos un producto resultón y sin competencia interna, por más que la Superliga china esté avanzando adecuadamente en la línea del resto de actividades socio-culturales en la nación más poblada del planeta.

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