Diego López se enfrenta a un posible 'Caso Casillas' con un niño de 16 años

No ser una gran estrella mundial y fichar por un gran club puede tener algunos inconvenientes que a simple vista no se suelen tener en cuenta. El Real Madrid tiende a comprar jugadores de grandísimo nivel y con una reputación mundial contrastada que cierran el hueco a los que están o a los que han salido baratos. Y si no, los galones se suelen acabar imponiendo. Diego López fichó por el Madrid para sustituir a Iker Casillas cuando éste se lesionó, pero cuando el excapitán estaba recuperado, siguió jugando con Mourinho y con Ancelotti. Pero al final, en contra de la opinión del entrenador italiano, Diego se marchó al Milan y Casillas se quedó otro año.

En el Meazza, Diego López se suponía que iba a tener una portería para él todos los años que quisiera. Un equipo en el estado de forma constantemente malo como el Milan podía confiar en el cancerbero durante años. De hecho, muchos pensaban que Diego López daba uno o dos pasos atrás en su carrera fichando por un club en claro descenso deportivo. Pero se fue para allá a tener unos años de estabilidad deportiva... o eso creía él.

Este domingo, en la 9ª jornada de la Serie A, Diego López empezó el partido contra el Sassuolo en el banquillo. No tenía ninguna molestia, sino que, como dijo posteriormente Sinisa Mihajlovic en la rueda de prensa, se trató de "una decisión técnica". La cuestión no es sólo que Diego López no jugase por decisión de su entrenador, sino quién era su sustituto. Apunten este nombre para el futuro: Gianluigi Donnarumma.

Ese chaval de 16 años ha sido el principal responsable para sentar en el banquillo al exportero del Real Madrid. 16 años, sí señor. No puede ir conduciendo su propio coche a entrenar a Milanello, sino que tiene que ir con compañeros mayores de edad o en transporte público. Pero para Mihajlovic, que sea adolescente le es indiferente. "Diego es un arquero importante al que tengo mucha estima, pero en las últimas semanas no lo he visto bien. No miro la edad, sólo veo uno que está bien y otro que no. Si hay un bajón de forma, se puede cambiar. El chaval lo está haciendo bien, ahora mismo me da más confianza. Tiene mucha calidad, está predestinado: no hay riesgo de quemarlo", dijo el serbio.

La situación no tiene por qué ser definitiva para Diego López ni para Donnarumma, ya que Mihajlovic también alternaba "en el Genoa a Viviano y Romero". Pero es un serio aviso para el de Lugo. Ni siquiera en el Milan, en un equipo en barrena, se puede relajar ni un instante. Sinisa no es de esos entrenadores que cede a favores, ni mira los galones. Si ve que un niño de 16 años está en buen momento, lo hace jugar.

Pero por ahora no se agobia el portero: "Soy uno más en el vestuario. Quiero jugar todos, pero se ha hablado demasiado de mí esta semana. Yo tomo mi parte de responsabilidad, pero la temporada del Milan no depende sólo de los porteros. Yo haré todo lo que pueda por volver a jugar. ¿Que si me planteo salir en enero? Esa pregunta no tiene sentido".