Dos años de sanción a un internacional en Tanzania por una 'agresión rectal'

No deja de ser curioso que tenga que venir una federación residual en el ámbito del balompié mundial como es la de Tanzania a dar lecciones de ética y moral a toda una CONMEBOL. El caso es que esta minúscula asociación africana acaba de imponer una sanción de dos años sin jugar partidos de cualquier competición, incluyendo amistosos, al defensa central internacional Juma Said Nyoso por meterle un dedo en el trasero al delantero John Bocco durante el encuentro de la Liga local que disputaron el pasado día 27 de septiembre el Mbeya City y el Azam FC.

La TFF se mostró inflexible con el veterano zaguero de 31 años una vez visionadas las imágenes del choque, en las que se podía apreciar con una nitidez supina la acción de Nyoso, que fue calificada de “indecente” por parte de su Comité de Competición. Además de la durísima inhabilitación impuesta, el central y capitán del Mbeya City deberá rascarse los bolsillos y abonar además dos millones de chelines tanzanos (unos 900 euros), una cifra nada despreciable para una de las naciones menos desarrolladas del planeta.

A Nyoso, un futbolista habituado a las marrullerías dentro del rectángulo de juego, se le ha venido el mundo encima con un deplorable gesto con el que buscaba, del mismo modo que el chileno Gonzalo Jara durante la pasada Copa América con Edinson Cavani, provocar una respuesta en forma de agresión por parte de Bocco durante un rifirrafe entre varios jugadores. Sin embargo, al defensor internacional de los ‘Taifa Stars’ le ha salido el tiro por la culata. Y nunca mejor dicho. Su propio club decidió abrir una investigación sobre lo ocurrido durante el duelo jugado en el Sokoine Stadium y no se descarta que tome la decisión de darle la baja federativa. No en vano, Said Nyoso ya fue castigado con ocho encuentros de sanción a principios del presente año por un acto similar sobre el atacante del Simba Elias Maguli, de ahí que la paciencia de los dirigentes del Mbeya con su capitán se encuentre en estos momentos bajo mínimos.

Cuarta acción antideportiva

El deporte tanzano se ha manifestado públicamente al unísono en contra de este tipo de acciones de baja catadura moral en un terreno de juego e incluso la escuadra del jugador agredido ha pedido que Nyoso presente sus disculpas en un programa en directo de televisión para justificar el perdón del equipo ofendido, del jugador y del público en general. Tal solicitud responde, según rezaba el comunicado difundido por el Azam FC, al hecho de que “esta ha sido la cuarta vez que Juma S. Nyoso se ha visto implicado en un acto de mala conducta, la segunda en lo que va de año. De ahí que esperamos que comparezca ante los medios para pedir el perdón a John Bocco, a su club y por extensión a la gran familia del fútbol en Tanzania por una serie de acciones que amenazan con corromper la armonía y buena reputación que tiene nuestro fútbol a nivel continental”.

A pesar de ser uno de los futbolistas con mayor experiencia internacional y peso específico dentro de la selección de su país, no han sido pocos los compañeros de profesión que han aplaudido la decisión adoptada por la TFF al entender que Nyoso llevaba tiempo jugando con fuego. “Él siempre hace ese tipo de ofensas para desestabilizar a sus rivales y que reaccionen de un modo violento que les suponga la expulsión. En el fondo, Juma es un buen tipo, pero dentro del campo es un tramposo”, explicaba el keniata Allan Wanga, delantero del Azam, con quien tuvo también sus más y sus menos durante el choque de autos.

Menos dureza con Jara

La contundencia de la sanción de la Federación Tanzana sobre el ‘tramposo’ Nyoso contrasta diametralmente con el castigo que la Confederación Sudamericana de Fútbol tuvo a bien de imponer a Gonzalo Jara tras provocar con un gesto semejante la expulsión de Cavani durante el Chile-Uruguay de los cuartos de final en la pasada Copa América. El órgano rector de la CONMEBOL apenas sancionó con tres encuentros (que posteriormente reduciría a dos) la acción de un futbolista que, al igual que el defensa africano, ya había protagonizado con anterioridad actos muy poco deportivos dentro de un terreno de juego. Sea como fuere, el zaguero del Mainz ya no volvería a disfrutar de un solo minuto en el torneo jugado en su país, por lo que no pudo participar activamente en la consecución del primer entorchado continental de La Roja andina.

Quien sí tomó más seriamente cartas en el asunto fue el conjunto alemán al que aún pertenece Jara. Primero le colgó el cartel de transferible al considerar incompatible su gesto con los valores éticos del Mainz y después, al no conseguir darle salida en el mercado veraniego, decidió mantenerle apartado de la disciplina del equipo, habiéndose estrenado únicamente en esta última jornada ante las bajas en defensa del cuadro teutón.