Es noticia
Liverpool, el gigante dormido quiere reinar en la Premier 24 años después
  1. Deportes
  2. Fútbol
los 'reds' no levantan el título desde 1990

Liverpool, el gigante dormido quiere reinar en la Premier 24 años después

A seis jornadas del final, las matemáticas dicen que el conjunto dirigido por Brendan Rodgers depende de sí mismo para alzar un título que se resiste desde 1990

Foto: Los jugadores del Liverpool celebran uno de los cuatro goles ante el Tottenham. (Efe)
Los jugadores del Liverpool celebran uno de los cuatro goles ante el Tottenham. (Efe)

El destino está en sus manos. A falta de seis jornadas para la conclusión de la Premier, el Liverpool tiene ante sí la oportunidad de alzarse con su primer título liguero desde 1990. Tras su plácido triunfo ante el Tottenham (4-0) en Anfield, los pupilos de Brendan Rodgers se encaraman a lo más alto de la tabla con 71 puntos. Así las cosas, las matemáticas dicen que el conjunto los 'reds'dependen de sí mismos para levantar el título. "Fue una actuación excepcional por nuestra parte. Pusimos en práctica todo en lo que hemos estado trabajando durante el último año y medio. Particularmente, nuestro dominio de la posesión fue impresionante. Podéis ver la confianza existente en el equipo. Da gusto verles", reconocía Rodgers, exultante al término del partido, sobre el equipo más goleador (88) de la liga inglesa.

Invictos en Liga en 2014, en la hoja de servicio del clubdel condado de Merseyside figuran 11 victorias, las ocho últimas de forma consecutiva, y dos empates. La última derrota del Liverpool en la Premier data del pasado 29 de diciembre en Stamford Bridge. Pese a adelantarse con un gol de Martin Skrtel en el minuto tres, los tantos de Hazard (’17) y Eto’o (’34) dieron la vuelta al marcador para poner el 2-1 final. Su gran enemigo en estos momentos es el Manchester City, con quien deberá batirse en un duelo que se prevé decisivo el próximo 13 abril. Los de Pellegrini, con dos partidos menos, están en disposición de cercenar los sueños de los aficionados del Liverpool. También se las verá con el Chelsea (27 de abril) de un Mourinho quien, a lomos de su discurso derrotista tras caer de forma sorprendente ante el Crystal Palace 24 años después de su último traspiés ante el modesto vecino de la City, asumirá el papel de tapado en un asalto final no apto para cardiacos.

Sin mayores distracciones que la competición doméstica, más allá de los dos duelos directos en Anfield ante ‘citizens’ y ‘blues’, el calendario que resta al Liverpool hasta final de curso no se antoja, sobre el papel, excesivamente complicado. El cuadro ‘red’ deberá visitar al West Ham United (domingo 6 de abril), Norwich City (domingo 20 de abril) y Crystal Palace (sábado 3 de mayo) para terminar el curso jugando ante su público frente al Newcastle United. Será el domingo 11 de mayo, el día en que toda la parroquia que entonará con más fuerza el ‘You will never walk alone’ para tratar de poner fin a una maldición que dura casi un cuarto de siglo. En este sentido, Rodgers, que reconoció que ante los 'Spurs' vio al público más entregado desde que aterrizara en la ciudad, avisa: "Sin duda, ellos son conscientes de que van a tener que visitar un campo realmente complicado. Respetamos al Chelsea, que tiene un entregador y unos jugadores de clase mundial, y al City, que es una de las nuevas superpotencias del fútbol europeo. Pero sentimos que podemos ganar cualquier partido. Tenemos mucha hambre y nuestra confianza y fe son muy altas", sentenció, rebosante de optimismo.

El 28 de abril de 1990, dos jornadas antes del final del curso, el Liverpool vencía en casa al Queens Park Rangers por 2-1 y se alzaba con el título de Liga de forma matemática. Tras celebrar el alirón ante su público, los jugadores no se durmierony terminaron el curso con dos triunfos más,ante el Derby County (1-0) y elCoventry City (1-6). El mejorcolofón a una espléndida campaña. En la tarde del domingo, desde el palco de Anfield, Ian Rush y Kenny Dalglish, dos de los integrantes de aquella histórica plantilla, con llamativos contrastes respecto a la actual, fueron testigos de excepción de un nuevo despliegue de facultades sobre el verde: desde la verticalidad de Sterling a la exuberancia técnica de Coutinho, pasando por las tablas del incombustible Gerrard o la mordiente de un león del área llamado Luis Suárez (pichichi con 30 goles en 32 encuentros).

Aquel año se proclamó campeón con 79 puntos, ocho menos de los que posee ahora, cuando todavía restan 18 por disputarse. Desde entonces, sus vitrinas han visto entrar una Champions (2004/2005),una UEFA (2000/2001), dos Supercopas de Europa (2001 y 2005), dos FA Cup (2000/2001 y 2005/2006), tres Copas de la Liga (Capital One) (2000/2001, 2002/2003 y 2011/2012) y dos Community Shield (2001 y 2006). Once títulos, de mayor o menor prestigio, que no han sido capaces de apaciguar los sueños de la afición. Y es que no hay manera de abordar el título de la regularidad, conocido como Premier League desde la campaña 92/93.

Brendan Rodgers y Luis Suárez, líderes del renacimiento del Liverpool

Tras el punto y final de la etapa de Rafa Benítez (2004-2010) y los fiascos de Roy Hodgson (2010-2011) y el histórico Kenny Dalglish (2011-2012), una institución en el equipo del condado de Merseyside, la directiva buscaba un entrenador que trastocara la decepcionante trayectoria descritas en los últimos años. Acabar séptimos en la Premier y ser eliminados en dieciseisavos de final de la Europa League por el Zenit no honraba la historia de uno de los clubes con más solera del viejo continente. Y Brendan Rodgers fue la decidida apuesta de los mandatarios.

Con 20 años, una lesión de rodilla le obligó a abandonar la práctica del fútbol de forma prematura. Fue entonces cuando se dio el salto a los banquillos: primero en el Reading, último club que le vio vestido de corto, y más tarde en la academia del Chelsea. Suconstancia y tesón, además de las buenas conexiones dentro del mundillo,le hicieron un nombre y elWatford, un equipo ascensor-descensor en las últimas décadas,inmerso en una crisis de resultados que había desarticuladosu proyecto sin ni siquiera haber llegado a mitad de campaña.

Así, en noviembre de 2008, se abrió la primera puerta en el mundo profesionalpara un Rodgers que, pese a salvar con holgura al equipo, apenas aguantó hasta final de campaña. Las diferencias con los dirigentes pesaron demasiado.Meses después, en verano de 2009, tras la marcha deSteve Coppelregresaba al Reading, elclub donde terminó su efímera carrera como jugador, ahora como máximo responsable del área técnica. La experiencia no fue del todo enriquecedora y los malos resultados le mandaron al paro seis meses después de su llegada. Tras un breve impasse, en julio de 2010fichabapor el Swansea City, a quien llevó en volandas a la Premier League desplegando una apuesta futbolísticaque no pasó desapercibidaa los ojos de los dirigentes del Liverpool.

No fue fácil pero terminó cayendo. Trasun primer acercamiento infructuosoy algunos sondeos con otros futuribles para ocupar el cargo, Rodgers no rechazar el envite y aceptó el gran reto de su todavía bisoña carrera.Las dianas del letal binomio formado por Suárez y Daniel Sturridge (50 goles entre ambos), la mejoría defensiva y la convicción de un bloque con la personalidad deseada le están colocando donde soñó. Poniéndonos en lo peor, si el fútbol y los rivales le dan la espalda en su primer intento, el futuro le dará otra oportunidad. Al técnico le queda otra temporada (de seguir por esta senda, serán muchas más), para convertirse en el técnico que culmine la regeneración de un estilo caduco y logremudar de una vez por todas la entregay el empuje de ‘The Kop’, la emblemática tribuna de Anfield que encarna los valores de uno de los clubes con más mística en el mundo del fútbol. En definitiva, se trata de volver a competir con los mejores de Europa. Pisar, aunque sea como entrenador, el lugar al que su maltrecha rodilla le vetó el acceso como jugador.

"Hemos tenido una maravillosa temporada hasta ahora, pero aún queda mucho camino por recorrer. Sentía que en la segunda parte de esta temporada estaríamos más fuerte debido a la naturaleza de nuestro juego”, reconocía el entrenador norirlandés demostrando una fe ciega en una plantilla que acapara focos a medida que se acerca la parte decisiva del curso. "Impulsamos a los jugadores a dominar la pelota. Nuestra idea es mantener la calma bajo presión y es importante que puedan pensar con claridad bajo presión". Es la filosofía impuesta por el hombre a quien su rodilla no permitió triunfar como jugador pero a quien, su visión y jerarquía como director técnico, le auguran un exitoso futuro en los banquillos.

Sobre el césped, el mascarón de proa del renacimiento del Liverpool tiene nombrey apellido: Luis Suárez. El uruguayo se ha convertido en uno de los hombres del momento en el fútbol inglés. Acostumbrado en los últimos dos años a ser el protagonista de los habituales culebrones estivales e invernales que rigen el mercado de fichajes, el charrúa sigue a lo suyotras asegurar el pan con los 'reds' hasta 2018 a razón de238.000 euros semanales.Más centrado que en épocas pasadas, cuando su mecha se prendía a las primeras de cambio y cometía actos repudiables (mordiscos e insultos racistas a los rivales incluidos) sin lógica alguna, el líder de los ‘reds’ causa estragos en las defensas con su olfato y capacidad para pescar en el área en cualquier situación.

Mucho ha llovido desde que el modesto Groningen holandés desembolsara 800.000 euros para hacerse con los servicios de un prometedor delantero uruguayo al que nadie conocía en el fútbol europeo. Corría el año 2006 yel punta tenía19 años. A pesar de destacar con el Nacional de Montevideo, fue el amor lo que le llevó a tomar la decisión de cruzar el charco. Ese amor se llama Sofia Balbi, su compañera y confidente, con quien contrajo matrimonio en Amsterdam y Montevideo en 2009 y con quien tiene dos hijos, Delfina, de poco más de tres años, y Benjamín, de apenas seis meses. Su medicina para lograr la estabilidad emocional deseada, uno de los bienes más preciados para un deportista de élite, amenazados por infinidad de tentaciones nada recomendables. “Mi felicidad no podía ser completa sin Sofía. Mantuvimos una relación a distancia durante un año. A pesar de todo no podía renunciar a nuestra relación y cuando recibí una llamada para jugar en Europa no me lo pensé dos veces”. El resto ya lo conocen: un ‘killer’ que 'huyó' del Ajax de Amsterdam, club donde logró dejar su impronta grabada a golpe de goles, rumbo Inglaterra, previo pago de 26,5 millones de euros en el límite del mercado invernal, en busca de un escenarioa la altura de su ilimitado talento.

Nacido en Salto en1987,pero criado en Montevideo, Luis Suárez tuvo que hacer frente a una infancia tenebrosa. Con sus seis hermanos y la ausencia de la figura paterna, que abonó el hogar cuando el futbolista tenía siete años, la plata y la comida eran bienes escasos. “Éramos de clase baja. Nunca tuve la posibilidad de elegir una zapatillas, por ejemplo. Mi madre hizo todo lo posible y lo imposible para que tuviéramos lo que queríamos. No siempre era posible, pero se lo agradecía todos los días”, recordaba en un entrañable reportaje sobre sus andanzas vitales publicado en la prensa inglesa. Con la misma humildad que definieron su infancia y juventud, Suárez anima hoy a sus compañeros a coger el tren. Un tren que quizás no pase nunca más.

El destino está en sus manos. A falta de seis jornadas para la conclusión de la Premier, el Liverpool tiene ante sí la oportunidad de alzarse con su primer título liguero desde 1990. Tras su plácido triunfo ante el Tottenham (4-0) en Anfield, los pupilos de Brendan Rodgers se encaraman a lo más alto de la tabla con 71 puntos. Así las cosas, las matemáticas dicen que el conjunto los 'reds'dependen de sí mismos para levantar el título. "Fue una actuación excepcional por nuestra parte. Pusimos en práctica todo en lo que hemos estado trabajando durante el último año y medio. Particularmente, nuestro dominio de la posesión fue impresionante. Podéis ver la confianza existente en el equipo. Da gusto verles", reconocía Rodgers, exultante al término del partido, sobre el equipo más goleador (88) de la liga inglesa.

Premier League Liverpool FC