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Payet acaba entre lágrimas por permitir a Francia empezar bien su Eurocopa
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golazo del extremo que acabó con rumanía

Payet acaba entre lágrimas por permitir a Francia empezar bien su Eurocopa

Para ganar a Rumanía, Deschamps decidió que tenía que quitar a sus dos mejores jugadores, Pogba y Griezmann y confiar en un chico que ha explotado a los 29 años

Foto: El gol de Payet (Reuters)
El gol de Payet (Reuters)

Pues ya está, ya ha empezado la Eurocopa. Qué bonita es. Lo es porque desde el primer día, desde el primer minuto, en realidad, nos tiene embobados mirando el césped o la pantalla con emoción incontenible. El Francia-Rumanía no tenía mucho más cartel del que le daba ser el partido inaugural, pero no decepcionó a nadie. Ganaron los franceses porque a Deschamps descubrió cómo explotar su pólvora echándole agua encima. Y la solución es Payet, que hizo el que puede ser ya uno de los mejores goles del torneo.

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Motivación o presión son las dos únicas sensaciones que puede sentir un anfitrión en el debut en su competición. Tantos años esperando que llegue el día y de repente llega, como si fuera un imprevisto, y te pilla con medio ejército de baja con la misma responsabilidad de siempre, porque eso no se le perdona nunca a nadie, y menos a Francia, cuya estrella sobre el ‘coq’ le obliga a aceptar el rol de favorito. Pero jugar en casa no es tan fácil. Que se lo digan al Real Madrid, que cogió la costumbre poco agraciada de perder finales en casa. Para ganar esta Rumanía, que no es la de Hagi y Popescu ni por asomo, necesitó empezar con el sufrimiento desde el primer día, y lo que le queda.

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Al fina, el once a Francia no se le ha quedado feo, para ser sinceros. Juntar a Pogba, Payet y Griezmann no es poca cosa, precisamente. Ya con eso hay material para llegar lejos, pero los que acompañan saben mucho de fútbol. Quizá demasiado algunos de ellos, de hecho. Tanto saben, que van borrando de la memoria algunas nociones básicas que les contaron en juveniles, como que no hay que meter la pierna sin posibilidad de llegar al balón dentro del área. Evra, un sabio en esto del fútbol, olvidó esa lección y le fastidió la tarde a media Francia (la otra mitad está de huelga o le da bastante igual). Stancu engañó a Lloris para empatar el tanto inicial de Giroud.

placeholder Popa y Payet, los hombres del partido (EFE EPA YOAN VALAT).
Popa y Payet, los hombres del partido (EFE EPA YOAN VALAT).

Rumanía no es favorita para mucho más que para meterse en octavos, que con este nuevo formato hay que ser verdaderamente malo para no estar en la siguiente ronda. Pero Anghel Iordanescu ha descubierto las virtudes de sus jugadores y las explota al máximo. Esas virtudes se resumen en una: la capacidad de sacrificio de todos sus jugadores. Es una de las ventajas de no tener una gran estrella. Todos los jugadores están dispuestos a correr, a presionar, a hacer el trabajo sucio, a no tocar un balón durante varios minutos para fortalecer al bloque.

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Popa y Stancu son jugadores técnicos, de desborde, pero jugaron como si fueran pivotes defensivos. Dos extremos que se pegaron una paliza física emocionante para hacérselo pasar mal a toda la defensa ‘bleu’ para quitarle la posesión. Incluso el ‘10’, Nicolae Stanciu, de una calidad exquisita, pasó casi desapercibido por su despliegue. La presión altísima le hizo pasar un suplicio a Deschamps, que tiene un problema grave en el equipo que tiene solución. No tiene a un organizador de juego. No lo es Kanté, tampoco Matuidi ni Pogba. Sí lo es Cabaye, pero no lo puso. De hecho tomó varias decisiones muy debatibles que, sin embargo, le salió lo suficientemente bien para estrenar la Euro de manera acertada.

A cualquiera que le digan que para ganar a Rumanía la solución era quitar a los dos mejores jugadores que tenía sobre el campo, habría dicho que Deschamps era un descerebrado. Ni Pogba ni Griezmann acabaron el partido. Se marcharon al banquillo sustituidos, como si no fueran jugadores importantes ni determinantes para Francia, o para la Juventus y el Atlético. Como si no fueran lo mejor que le ha pasado a los ‘bleus’ desde Zidane. Allí estaban, sentados junto a los suplentes, mientras un zurdazo del que todo el mundo pensaba que iban a quitar, Dimitri Payet, se estrellaba en la escuadra derecha de la meta de Tatarusanu.

placeholder Griezmann se lamenta por su tiro al palo (EFE EPA YOAN VALAT).
Griezmann se lamenta por su tiro al palo (EFE EPA YOAN VALAT).

La explosión de Payet en el fútbol tiene algo de romanticismo. Es un caso relativamente similar al de Manuel Agudo. Nolito, ahí donde le ven, tiene 29 años, los mismos que el jugador del West Ham United. Y de repente, cuando están rozando la treintena, debutan en un gran torneo como hombres importantes de sus respectivas selecciones. Los dos la han roto en sus equipos en una temporada en la que los han devuelto a Europa. Han tenido que esperar mucho hasta alcanzar la cima de sus carreras, pero nunca es tarde, porque al final, la edad no deja de ser un mero número que comprobar en el documento de identidad.

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Payet ya tiene su gol soñado, en el estadio soñado, en el partido soñado. Eran demasiadas emociones como para contenerlas, y nunca va a tener otro día momento como ese. Así que se marchó del campo escuchando de fondo a 80.000 personas gritando su nombre en las gradas de Saint-Denis y empezó a llorar como si fuera un niño que ve a los Reyes Magos por primera vez en su vida. No había por qué reprimir la emoción, había que expulsarla y gozarse ese instante. Y bien que lo hizo.

Esta Francia es un equipo que puede ganar la Eurocopa, pero aún necesita ciertos arreglos que retocar. Uno de ellos es no menospreciar a Griezmann. Alguna vez le ha pasado al borgoñón en el Atlético de Madrid eso de tener que jugar pegado a una banda, no participando directamente en el juego del equipo, no siendo el hombre clave, y esas noches no ha lucido como rojiblanco. Giroud, el hombre sin gol del Arsenal que marca siempre con Francia (lo hizo otra vez hoy, claro), le quita el hueco en el medio. Él se lo busca, trata de acercarse al lugar donde pasan las cosas, pero no es lo mismo. Antoine se fue del partido con un palo y poca sensación de peligro. Con Pogba pasa algo parecido, pero es que no es un futbolista que pueda llevar el peso de un equipo, pese a que se intente hacer creer que sí lo es. Es muchas cosas a la vez, pero que aún debe definir su rol en Francia, y eso es una labor de Deschamps.

Ficha técnica

2 - Francia: Lloris; Sagna, Rami, Koscielny, Evra; Pogba (Martial, m.77), Kanté, Matuidi; Griezmann (Koman, m.66), Giroud, Payet (Sissoko, m.92).

1 - Rumanía: Tatarasanu; Sapunaru, Chiriches, Grigore, Rat; Stanciu (Chipciu, m.72), Horban, Pirtilii; Popa (Torje, m.82), Ardone (Alibec, m.61), Stancu.

Goles: 1-0, m.58: Giroud; 1-1, m.65: Stancu (p); 2-1, m.89: Payet.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN), amonestó a Chiriches, Rat, Popa y Giroud.

Incidencias: Duelo inaugural de la Eurocopa de Francia de 2016 y valedero para el grupo A de la misma disputado en el Estadio de Francia de Saint Denis ante unos 80.000 espectadores. El partido estuvo presenciado por el presidente de Francia, François Hollande, y precedido de una ceremonia de inauguración. En las gradas estaba Diego Armando Maradona.

Pues ya está, ya ha empezado la Eurocopa. Qué bonita es. Lo es porque desde el primer día, desde el primer minuto, en realidad, nos tiene embobados mirando el césped o la pantalla con emoción incontenible. El Francia-Rumanía no tenía mucho más cartel del que le daba ser el partido inaugural, pero no decepcionó a nadie. Ganaron los franceses porque a Deschamps descubrió cómo explotar su pólvora echándole agua encima. Y la solución es Payet, que hizo el que puede ser ya uno de los mejores goles del torneo.

Antoine Griezmann N'Golo Kanté Rumanía
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