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Diego Costa centra la atención con su gol, pero Alcácer, Bernat y Rodrigo le adelantan
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Diego Costa centra la atención con su gol, pero Alcácer, Bernat y Rodrigo le adelantan

El jugador del Chelsea marcó su primer gol tras 514 minutos de sequía, mientras que Paco Alcácer siguió con su magnífica racha. Mientras, aparecieron como dos motos Rodrigo y Bernat para anotar el cuarto gol y decirle a Del Bosque que el futuro de la Sel

Foto: Diego Costa se lamenta tras fallar una clara ocasión (EFE).
Diego Costa se lamenta tras fallar una clara ocasión (EFE).

La realidad de la Selección está cambiando, es innegable. Ya no están muchos de aquellos que hicieron llorar de emoción y de alegría a miles de españoles. Se fueron Xavi Hernández, Xabi Alonso, David Villa, Pepe Reina, Fernando Torres… Grandes jugadores que, con casi total seguridad, no volverán a vestir la camiseta de España. Decía Freddy Mercury que el show debe continuar, y la Roja no debe ser menos. Las crisis están para solucionarlas, para enfrentarse a ellas, para evolucionar y salir de esos instantes malos siendo mejores. Aunque superar lo conseguido resulta casi imposible, hay una serie de chavales que prometen, al menos, frescura a España, como se pudo ver contra Luxemburgo.

Que Diego Costa tenía que marcar es obvio, una mera cuestión de tiempo. Pero lo que está sorprendiendo a diestro y siniestro es la capacidad realizadora de Paco Alcácer y el atrevimiento y coraje de dos nuevos en sus primeros minutos con la Roja, Rodrigo Moreno y Juan Bernat. Tres jugadores que, aunque están llamados a tener cada uno un papel bien diferenciado dentro del futuro de España, sí han dejado claro desde muy pronto que han llegado para quedarse, que quieren vestir estos colores lo máximo posible. El rival, cierto es, invitaba a que a la fiesta se uniesen también otros, los menos habituales, y también los nuevos. Y así fue…

Lo de Paco Alcácer cada vez sorprende menos, y eso no puede ser sino positivo. El Valencia le tapó los huecos con los fichajes de Dorlán Pabón y Hélder Postiga, pero él fue paciente, esperó a que los dos cayeran por su propio peso y encarriló una temporada che que, si bien acabó siendo triste, dejó un regusto no del todo agrio. Catorce goles en pocos minutos le hicieron el nuevo héroe valencianista y la esperanza, por entonces, de la Selección sub-21. La llegada de Lim a la ciudad del Turia hacía presagiar que llegaría un 9 de clase mundial, y así fue. Pero Negredo llegó lesionado y Alcácer volvió a aparecer para salvar a su club. Ese ritmo (y la falta de atacantes) le llevaron a la Roja. Y Del Bosque muestra una sonrisita en su ruda cara cada vez que Paco marca.

Hay pocos delanteros que hayan tenido un estreno tan plácido como Alcácer a nivel internacional. De hecho, la racha del valenciano es así de buena, que no había un jugador de la Selección que hubiese anotado en tres partidos de forma consecutiva desde hacía cuatro años. Por entonces, fue Fernando Llorente el que perforó tres veces la meta rival contra Argentina, en la derrota por 4-1, contra Lituania (3-1 para España) y un doblete contra Escocia, cuando la Roja venció 2-3 en Glasgow. Una racha que tratará de ampliar en noviembre contra Bielorrusia, si es que Vicente del Bosque sigue confiando en él.

Y Diego Costa marcó

Seguramente, dirá Diego Costa que “quién pillara esa racha”. El delantero de Lagarto por fin rompió su maleficio con España. 514 minutos tardó en anotar su primer gol vestido como español y se pudo quitar un peso que le estaba machacando la mente, haciéndole fallar lo que él nunca suele fallar, creando desconfianza en sí mismo. “Al descanso le dije que no se ofuscase porque todo tiene su camino y con tranquilidad le va a llegar la alegría", reveló el seleccionador. Esos nervios de los que hablamos se notaron durante el partido. Especialmente, en una jugada en la que parecía tener ante sí el estreno soñado. Pero tras bajar a la perfección un pase largo de Piqué, mandó la pelota a varios metros de la portería con la única oposición de un arquero timorato. Se levantó la camiseta para taparse la cara, desesperado.

Después, tras mucho sufrimiento, marcó. No fue un gol bonito, como algunos que ha anotado con el Chelsea o el Atlético de Madrid, pero es un tanto liberador, que calmará sus ánimos para que la próxima vez que se enfrente a un portero contrario, no dude y mande el balón al fondo de las mallas. La tensión que tenía acumulada se notó especialmente cuando su compañero (y por ahora principal competidor para el puesto) Alcácer anotó su tercer gol en cuatro partidos. El resto de los jugadores fueron a abrazar al valencianista. Todos, menos Costa. Se quedó rezagado, quejándose de por qué ese gol no lo había metido él. Cuando al fin vio puerta, nadie se quedó atrás. Todos fueron a recompensar su gol como una piña.

41 internacionales extranjeros

No tenía demasiado tiempo, pero Rodrigo Moreno tenía que dejar su sello de calidad. Como zurdo que es, arrancó de la derecha y parecía buscarse ángulo para el disparo. Pero nada más lejos de la realidad: vio de maravilla cómo se cruzaba Bernat y le regaló una asistencia que el pequeño extremo (o lateral, según la ocasión) no desaprovechó. El jugador del Bayern demostró, una vez más, que tiene corazón de atacante, pero que sabe perfectamente que si hay que remangarse y trabajar, no se le caen los anillos, ni en el Valencia, ni en el Bayern, ni le pasará con la Selección.

Nada más pisó el campo, Rodrigo firmó su contrato con la Selección. Se convirtió así en el séptimo brasileño que juega para España, y lo hizo sustituyendo a otro, Diego Costa. Con la entrada de Rodrigo, ya son un total de 41 jugadores extranjeros que han vestido de rojo, como recuerda Pedro Martín. Desde Di Stéfano hasta Marcos Senna, pasando por Catanha, Pernía, Donato, Munir… La apertura de mente de la Selección ha reportado grandes jugadores y dará muchos más. El próximo, como ya contamos en este periódico, podría ser Leo Baptistao, al que se le quiere ir rodando en la sub-21.

La realidad de la Selección está cambiando, es innegable. Ya no están muchos de aquellos que hicieron llorar de emoción y de alegría a miles de españoles. Se fueron Xavi Hernández, Xabi Alonso, David Villa, Pepe Reina, Fernando Torres… Grandes jugadores que, con casi total seguridad, no volverán a vestir la camiseta de España. Decía Freddy Mercury que el show debe continuar, y la Roja no debe ser menos. Las crisis están para solucionarlas, para enfrentarse a ellas, para evolucionar y salir de esos instantes malos siendo mejores. Aunque superar lo conseguido resulta casi imposible, hay una serie de chavales que prometen, al menos, frescura a España, como se pudo ver contra Luxemburgo.

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