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Josean Querejeta, el 'hombre gol' del Alavés al que temen los políticos
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es su máximo accionista y presidente del baskonia

Josean Querejeta, el 'hombre gol' del Alavés al que temen los políticos

El dueño del Baskonia salvó de la desaparición al club babazorro mientras agonizaba en Segunda B y en apenas seis años le ha situado a las puertas de su primera final de Copa

Foto: Josean Querejeta, junto a Prigioni durante la despedida del argentino. (EFE)
Josean Querejeta, junto a Prigioni durante la despedida del argentino. (EFE)

Hace apenas seis años, el histórico Deportivo Alavés se moría en la Segunda División B del fútbol español, condenado a la desaparición por la deuda de 25 millones de euros que arrastraba tras el atraco de Dmitry Piterman, el personaje que años antes había visto en la escuadra albiazul la víctima perfecta para robar todo lo inimaginable (en sus cuatro años de gestión, por llamarlo de alguna manera, la deuda se triplicó) tras el ‘entremés’ del Racing de Santander. Por entonces, con el equipo a punto de cumplir 90 años, apenas había dinero para material deportivo. Por no haber, no había ni balones. De hecho, la compra de esféricos fue una de las primeras acciones que tuvieron que realizar los gestores que el 24 de junio de 2011 tomaron las riendas del club con la difícil misión de evitar su defunción.

Foto: Theo y Wass luchan por un balón (Miguel Vidal/Reuters).

Hoy, aquel club para el que ya sólo con saltar al terreno de juego cada semana era una victoria se encuentra a las puertas de su segunda final, la de la Copa del Rey, tras aquella recordada final de la UEFA de 2001 en la que cayeron 5-4 frente al todopoderoso Liverpool con un gol de oro marcado en propia puerta. Esa escuadra que hace poco más de medio lustro agonizaba entre barrizales sin apenas respaldo social e inmersa en concurso de acreedores ahora se enfrenta al Celta en un estadio de Mendizorroza a reventar, con una ciudad que respira azul y blanco, y con el mayor presupuesto de su historia.

El artífice de que el Alavés se haya levantado y se vuelva a citar con la Historia es el dueño del Baskonia, Josean Querejeta (Lazkao, Gipuzkoa, 1957), el mismo que en 1988 había tomado las riendas de un modestísimo equipo de baloncesto que luchaba por sobrevivir en la ACB y lo había llevado a la élite del basket europeo. Este espigado exjugador del Real Madrid o Joventut de Badalona de dos metros de altura se hizo con el Alavés desde el Grupo Baskonia con la intención de llevar al fútbol su innovador y exitoso modelo de gestión en el baloncesto. Los acontecimientos hablan por sí solos. En la temporada 2012-2013 el Alavés asciende a Segunda División y tres años después da el salto a la ‘Liga de las estrellas’, donde el reto prioritario de mantener la categoría se ha quedado corto.

Aplica en la escuadra blanquiazul el exitoso modelo que llevó a un modesto equipo de baloncesto de provincia a la élite del basket europeo

De carácter reservado y celoso de su intimidad, Querejeta posee a través de su grupo empresarial el 83% de las acciones del Alavés, si bien por decisión propia está fuera de la primera línea institucional, ya que ha dejado la representación del club en manos de Alfonso Fernández de Trocóniz, que preside la entidad desde el ascenso a Segunda División. Él asegura de forma constante que “no es nada” en la escuadra blanquiazul pero todo el mundo sabe que es el mandamás del club y que nada se mueve sin su aprobación.

“Es un visionario”, ponen en valor desde su entorno. Al frente del Baskonia, su primer reto fue ampliar el respaldo social en una capital y provincia de no mucha población (algo más de 300.000 habitantes) que apenas aportaba 1.500 abonados a un club sin ninguna ambición más allá de permanecer en la máxima categoría del baloncesto español en lucha con los equipos vascos Caja Bilbao y Askatuak (estos acabaron por desaparecer). En la faceta deportiva, Querejeta implantó un modelo de gestión para crecer sustentado en el fichaje de jóvenes jugadores sudamericanos o los Balcanes con la mente puesta en su posterior venta a la NBA, pensando en el éxito deportivo para el jugador y en el empresarial para el club. Invertir-vender, invertir-vender. Dos palabras que concentran su filosofía. “Sin la venta de jugadores es imposible seguir creciendo”, ha defendido en relación a una estrategia que ha llevado a Estados Unidos a los argentinos Scola y Nocioni, al brasileño Splitter, al español Calderón o al bosnio Teletovic.

placeholder Josean Querejeta, junto al entrenador del Baskonia, Sito Alonso. (EFE)
Josean Querejeta, junto al entrenador del Baskonia, Sito Alonso. (EFE)

Ya desde su época de jugador tenía la mente puesta en los negocios. Por entonces, pocos jugadores vivían del baloncesto y había que buscar una salida a futuro para cuando se acabara el pisar el parqué. Y el acomodo llegó con la innovación empresarial en el sistema de venta de golosinas, donde Querejeta vio un negocio lucrativo que le llevó a abrir una cadena de tiendas de chucherías bajo el nombre de Gretel que le ha aportado una amplio respaldo financiero para su incursión en la gestión deportiva y para diversificar su actividad a diferentes sectores, como el inmobiliario, junto a su hermano Luis, su mano derecha.

Su primer presupuesto al frente del Baskonia fue de 600.000 euros. En la temporada 2009-2010, cuando ganó su última ACB tras barrer en la pista al Barcelona por un rotundo 3-0, la cifra alcanzaba los 17,5 millones. Eran tiempos de gloria. Pero no siempre el éxito le ha acompañado en la gestión deportiva al frente del equipo, que acumula tres Ligas, seis Copas, cuatro Supercopas y una Recopa. Con el comienzo de la década, ya sin el fuerte sustento económico del patrocinador TAU tras 23 años como aliado, el Baskonia comenzó un declive por una desastrosa gestión deportiva que derivó en un baile interminable de entrenadores y de jugadores, algunos de ellos de medio pelo que pasaron sin pena ni gloria por Vitoria.

Con el equipo en horas bajas a todos los niveles, con el descenso de público y con un presupuesto reducido a los once millones, Querejeta buscó un golpe de efecto a nivel mediático con la contratación en 2014 de Lamar Odom, ganador de dos anillos con los Lakers, pero a nivel deportivo fue un desastre: sólo jugó 23 minutos y anotó dos puntos. Además, en estos últimos años Querejeta ha tenido que hacer frente a las acusaciones de tramitar pasaportes falsos a dos jugadores de Estados Unidos, el base Mike James y el pívot Colton Iverson, y a denuncias de impagos. Ahora, el club parece reverdecer con 15 millones de presupuesto, impulsado por la buena temporada pasada, donde el equipo llegó de forma sorprendente a la Final Four, si bien no pudo lograr la Euroliga, la gran obsesión de Querejeta, que lo fía todo a la competición europea. Hoy el Baskonia ha construido la mejor plantilla de los últimos años, pero apenas hay huella de esa otrora exitosa política de fichajes de jóvenes promesas, ya que la plantilla se nutre de seis ex-NBA.

Logró que las instituciones sufragaran los 30 millones de ampliación del Buesa Arena y ahora busca que financien los 50 millones de coste del nuevo Mendizorroza que proyecta

Con independencia del resultado deportivo, Querejeta siempre ha logrado el favor de las instituciones alavesas. Primero le apoyaron para disponer de un pabellón con capacidad para 9.500 espectadores y posteriormente, en 2011, le respaldaron en la ampliación del rebautizado Fernando Buesa Arena hasta las 15.500 butacas. A día de hoy el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava siguen costeando los 30 millones de euros de esta obra, sufragados a partes iguales, que fue inaugurada hace ya cinco años.

Al frente del Baskonia siempre ha sabido moverse muy bien en los despachos del baloncesto español, donde se ha granjeado importantes respaldos, entre ellos el de Eduardo Portela, el que fuera presidente de la ACB durante 21 años. Vitoria ha acogido cuatro fases finales de la Copa del Rey desde 2000, la última en 2013, y la próxima semana volverá a ser sede de esta fiesta del baloncesto español. Además, se sabe manejar muy bien en la arena política, ya que cuenta con el apoyo del PNV, PSOE y PP. “Es el protegido de las instituciones”, censuran sus detractores, que los tiene. Incluso hay quien sostiene que se le tiene “miedo” entre los políticos y las instituciones de la ciudad. “Hace lo que quiere y como quiere. A ver quién es el que se atreve a decirle que no”, remarcan.

La diputación alavesa otorgará este año una subvención pública de 1,6 millones para el Baskonia y un millón para el Alavés. Además de las ayudas directas otorgadas, el Ejecutivo alavés ha favorecido al equipo de baloncesto con el aplazamiento de las deudas tributarias contraídas con las arcas forales y que a final de 2014 se elevaban a 7,5 millones de euros. Este favor con un nuevo calendario de pagos a cinco años, y que llegó justo después de una ampliación de capital, fue reprobado por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, que reprochó a la diputación esta operación “sin garantías”. Asimismo, recordó que el fisco ya había demorado el pago de 5,1 millones de esa deuda con anterioridad.

placeholder Proyecto de remodelación de Mendizorroza
Proyecto de remodelación de Mendizorroza

Querejeta sabe que tiene el toro por los cuernos. Es difícil enfrentarse a quien atrae a unas 27.000 personas (10.000 al Buesa Arena y 17.000 a Mendizorroza), lo que supone más del 10% de la población de Vitoria (240.000 habitantes). Por ello, se ha lanzado a acometer la reforma de Mendizorroza, de propiedad municipal (el Alavés lo explota en exclusiva en concesión administrativa a través de un convenio que expira en 2023), con un proyecto que ampliará en 12.000 asientos la capacidad del campo hasta llegar a los 32.000 espectadores y que tendrá un coste cercano a los 50 millones de euros. En todo caso, de momento, su anhelo no ha sido recibido con un gran entusiasmo por las instituciones, al menos de forma pública.

El dueño del Alavés busca ganarse el respaldo económico de las administraciones vascas, a semejanza de lo ocurrido en el caso del nuevo San Mamés o la inminente reforma de Anoeta. Las instituciones aportaron más de 100 millones para la casa del Athletic, que tuvo un coste en torno a los 185 millones, y han comprometido 14 para la remodelación de la sede de la Real Sociedad, cifrada en 50 millones. Mendizorroza ya fue objeto de una reforma en 1998 con motivo de su ascenso a Primera División, pero pocos dudan de que el dinero institucional llegará, y más tras haber salvado al Alavés de la desaparición cuando nadie quería invertir un euro en un enfermo que agonizaba en la UCI. En la ciudad se asume que será una especie de “pago por los servicios prestados”.

placeholder Los jugadores del Deportivo Alavés celebran es ascenso con su afición. (EFE)
Los jugadores del Deportivo Alavés celebran es ascenso con su afición. (EFE)

El ascenso el pasado año a Primera División y la buena temporada que están realizando los hombres de Mauricio Pellegrino, sin apuros en la Liga y a las puertas de su primera final de Copa, ha elevado la masa social del Alavés por encima de los 15.000 abonados, con una ocupación media del campo que supera el 85%, la mayor de los equipos vascos y por encima de los todopoderosos Barcelona y Madrid. El sueño de Querejeta es poder inaugurar el nuevo campo en 2021, año en el que el club celebrará su centenario. Para ello, va más allá del mensaje deportivo y se agarra a los supuestos beneficios que traerá a todos los niveles. Lo vende como “un recinto a la última para los 365 días del año” en el que acoger “eventos, conciertos y diferentes acciones que sirvan como un impulso para la economía local”.

“Es un proyecto de club y de ciudad”, pone en valor Querejeta. En todo caso, en contra del discurso optimista del dueño del Alavés está la cruda realidad que acompaña a la denostada Plaza de Toros, de carácter multiusos y con capacidad para 10.000 espectadores, que se muere de inactividad diez años después de su inauguración en 2016 (este año no habrá ni toros). El último gran concierto en la capital alavesa, exceptuando el Azkena Rock Festival que se celebra todos los años con éxito de público, se remonta a 2005 cuando Jamiroquai actuó en Mendizorroza.

“Hace lo que quiere y como quiere. A ver quién es el que se atreve a decirle que no”, comentan sobre él sus detractores

A la espera de lograr un nuevo éxito en el campo institucional, en el terreno de juego de los despachos, Querejeta ha conseguido el triunfo en el verde con una gestión basada en cesiones de jugadores (el Alavés tiene futbolistas prestados por el Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Manchester City o incluso del Levante de Segunda División) y con unas pocas compras. Las arcas del club babazorro presentan una situación de tranquilidad económica, espantado el fantasma del concurso de acreedores, con un presupuesto que alcanza los 50 millones de euros, el mayor de su historia, gracias a los 40 millones de los derechos televisivos. Una situación muy diferente a la de anteriores andaduras en Primera, cuando el mayor presupuesto se situó en 22 millones de euros. Parte del dinero contemplado para este ejercicio se destinarán al proyecto de la nueva ciudad deportiva, otra de las grandes aspiraciones del que es el gurú del Alavés.

Foto: Jugadores del Celta celebran el pase a las semifinales de la Copa del Rey tras eliminar al Real Madrid (EFE)

Las repercusiones de lo que ocurra este miércoles en el terreno de juego de Mendizorroza trascienden las fronteras deportivas ya que, de alcanzar la final de Copa, Querejeta habrá dado un gran salto en su intento de hacer cima a corto plazo en el Everest empresarial. “Si el Álaves llega a la final, la ciudad estará hasta el 27 de mayo (fecha del encuentro) en un clima de euforia a todos los niveles que a buen seguro Querejeta no desaprovechará”, apunta un empresario que bien le conoce.

Alineaciones probables

Alavés: Pacheco; Kiko Femenía, Laguardia, Feddal, Theo; Marcos Llorente, Manu García; Ibai, Camarasa, Toquero; y Deyverson.

Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Marcelo Díaz, Hernández; Wass, Bongonda y Iago Aspas.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano).

Estadio: Mendizorroza

Hora: 21.00

Hace apenas seis años, el histórico Deportivo Alavés se moría en la Segunda División B del fútbol español, condenado a la desaparición por la deuda de 25 millones de euros que arrastraba tras el atraco de Dmitry Piterman, el personaje que años antes había visto en la escuadra albiazul la víctima perfecta para robar todo lo inimaginable (en sus cuatro años de gestión, por llamarlo de alguna manera, la deuda se triplicó) tras el ‘entremés’ del Racing de Santander. Por entonces, con el equipo a punto de cumplir 90 años, apenas había dinero para material deportivo. Por no haber, no había ni balones. De hecho, la compra de esféricos fue una de las primeras acciones que tuvieron que realizar los gestores que el 24 de junio de 2011 tomaron las riendas del club con la difícil misión de evitar su defunción.

José Antonio Querejeta Dimitry Peterman Celta de Vigo
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