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Mandzukic no sabe lo que es jugar sin darlo todo... el Atlético sí: empate y a por el derbi
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rubén alcaraz toca el cielo con un doblete

Mandzukic no sabe lo que es jugar sin darlo todo... el Atlético sí: empate y a por el derbi

Habrá derbi en la Copa del Rey. Real Madrid y Atlético se verás las caras después de que los rojiblancos empatasen (2-2) con el Hospitalet la vuelta

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Esta vez, la noticia en el Vicente Calderón no estaba en la grada. Bueno, en cierta manera también, pero más bien por incomparecencia general. No es que no estuviera el Frente Atlético, algo que ya se va a convertir, en principio, en costumbre impuesta por el club; es que no había prácticamente nadie. Sólo unos pocos miles de personas vieron cómo su Atlético de Madrid ganaba otra vez al L’Hospitalet, aunque esta vez con bastante menos frescura que hace dos semanas. Dos golitos de rebote, el centro de Koke de todos los días que remató Mandzukic, 2-2 (4-2 en el global) y a esperar el derbi contra el Real Madrid. Ah, y Rubén Alcaraz como estrella invitada.

Al final, este tipo de partidos terriblemente intrascendentes deben servir para analizar el rendimiento de los que no se pueden ver con continuidad, y la conclusión más sencilla y directa que se puede sacar de lo visto en el Calderón es que la segunda unidad del Atlético de Madrid no tiene ni una pizca de pólvora. No había sobre el pasto ni un poquito de desborde, de intención de romper individualmente la defensa barcelonesa. El día que Cerci se hubiera sentido el rey, no estuvo. Porque si algo tiene el romano es descaro y capacidad destructiva por su cuenta. Pero una lesión le impidió lucirse, aunque bien es cierto que no era el partido que él hubiese elegido para ello.

Que fuera Mandzukic el que más juego provocas en el Atlético es decir mucho: es un delantero muy delantero, que no tiene necesidad de intervenir en el juego en demasía para resultar determinante. Pero como el croata vio que no había ni un compañero que pudiera romper el partido, decidió hacerlo él mismo. Puede que no fuera el que más kilómetros sumase en las piernas, pero sí el que más aparentaba hacerlo. Estaba en la derecha, en la izquierda, peleando por el centro con los marcadores, rematando y bajando balones. Lo hizo todo y todo bien. Pero lo extraño es que lo hiciera en un partido sin nada importante en juego.

En comparación con Mandzukic, el partido de Raúl Jiménez dejó muchísimo que desear. Cuando tenía que destacar uno, el que sobresalió sobre el resto fue el otro. No ofreció ni una de esas innecesarias carreras de Mandzukic para presionar cualquier balón, ni el desmarque ni el remate por el que se hizo famoso en el América. Jiménez lo tiene cada vez más complicado en el Atleti, porque el croata rinde y él, cuando tiene la opción, no aparece, no se muestra necesario como alternativa. Y de ahí que se entienda comprensible que el Atlético piense en Fernando Torres.

Y luego, cuando el partido estaba más que decidido y especialmente aburrido, apareció Rubén Alcaraz para poner su nombre en el panorama del fútbol español. Este chaval de 23 años nunca olvidará que jugó en el Manzanares y que dio un histórico empate a un club humilde pero muy clásico como L’Hospitalet con dos goles especialmente bonitos. Aunque si los analizamos, en realidad son uno de rebote que entra por toda la escuadra y otro que utiliza las ventajas de los balones de hoy en día para hacer un extraño y entrar por el centro de la portería de Oblak, que quizás pudo hacer alguna cosa más.

Mandzukic y Alcaraz, un crack mundial y un futbolista semidesconocido dieron emoción a un partido sin trascendencia. Un partido que no sirve más que para volver a confirmar la inutilidad de una eliminatoria a doble encuentro, que especialmente cobra menos sentido cuando se trata de dos equipos separados por dos categorías. Al final, el croata y el capitán Koke descansaron un ratito. Es curioso que dos de los jugadores más importantes del Atlético jugaran como titulares cuando en sus botas acumulan incontables minutos. Simeone sabrá.

Ficha técnica:

2 - Atlético de Madrid: Oblak; Gámez, Giménez, Lucas, Iván Pérez; Koke (Carlos Ramos, m. 84), Saúl, Mario, Cristian Rodríguez; Raúl Jiménez y Mandzukic (Keita, m. 84).

2 - L'Hospitalet: Craviotto; Peque (Aleix Coch, m. 75), José, Agustín, Valentín; Canario (Iu, m. 60), Barrera, Alcaraz, Carreras (Eric Via, m. 80); Bueno; y Joel.

Goles: 1-0, m. 17: Mandzukic aprovecha un rechace dentro del área. 1-1, m. 68: Alcaraz, con un disparo desde fuera del área. 2-1, m. 74: Mandzukic remata en plancha un centro de Koke. 2-2, m. 85: Alcaraz, de disparo lejano.

Árbitro: Melero López (C. Andaluz). Amonestó a los locales Mandzukic (m. 32) y Cristian Rodríguez (m. 35) y al visitante José Rodríguez (m. 78).

Incidencias: partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 5.000 espectadores.

Esta vez, la noticia en el Vicente Calderón no estaba en la grada. Bueno, en cierta manera también, pero más bien por incomparecencia general. No es que no estuviera el Frente Atlético, algo que ya se va a convertir, en principio, en costumbre impuesta por el club; es que no había prácticamente nadie. Sólo unos pocos miles de personas vieron cómo su Atlético de Madrid ganaba otra vez al L’Hospitalet, aunque esta vez con bastante menos frescura que hace dos semanas. Dos golitos de rebote, el centro de Koke de todos los días que remató Mandzukic, 2-2 (4-2 en el global) y a esperar el derbi contra el Real Madrid. Ah, y Rubén Alcaraz como estrella invitada.

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