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El doble partido y un sorteo dirigido colocan a la Copa a la cola del fútbol europeo
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francia e inglaterra, ejemplos de calidad

El doble partido y un sorteo dirigido colocan a la Copa a la cola del fútbol europeo

Comienza la Copa del Rey, ese torneo que ha perdido atractivo y nadie se preocupa por buscárselo. Mientras, en Inglaterra, Italia y Francia sus copas son respetadas

Foto: Iker Casillas y Sergio Ramos, con la última Copa del Rey (EFE).
Iker Casillas y Sergio Ramos, con la última Copa del Rey (EFE).

La Copa del Rey arranca este miércoles para los clubesde Primera, después de un sorteo dirigido y en el que ya saben los posibles enfrentamientos hasta la final.Esa competición que otrora fuera la única que permitía saber cuál era el mejor equipo de nuestro país, comienza a parecer más un incómodo estorbo durante la competición liguera, hasta tal punto que muchos clubes firmarían caer cuanto antes para que la intromisión de los partidos coperos no les descentre de su hábitat natural: la Liga, el torneo de la regularidad, el que da dinero de verdad.

El virtuosismo perdido de la Copa se debe a innumerables motivos que probablemente no quepan en un simple artículo, aunque una de las primordiales razones sí es digna de detenerse a analizarla. Aun si el resto de la élite del balompié europeo se ha adaptado a los nuevos tiempos, a la sobrecarga de partidos, y ha decidido concentrar el gusto copero al partido único, en España se siguenjugando dos encuentros por ronda (todo esto sin contar que la Supercopa de España también es la única del mundo que se juega a ida y vuelta).

En el estadio del RCDEspanyol, la Unió Esportiva Cornellà se sentirá grande por primera vez en su breve historia recibiendo en el campo de un equipo más grande al Real Madrid. La eliminatoria, por motivos más que evidentes, se acogiócomo una gran fiesta para el pequeño club catalán, que conseguirá uno de sus mayores espaldarazos económicos con la visita a su localidad del campeón de Europa.Será una gran celebración de fútbol. El aficionado disfrutará, y tanto o más lo harán los jugadores vestidos de verde. Pero el sueño de que su participación en el torneo del KO vaya más allá de estos dieciseisavos de final es una quimera.

¿Por qué?La respuesta es sencilla (y a la vez, discutible, claro): el Cornellà no tiene posibilidades de ganar al Real Madrid a doble partido. Para que ello sucediese tendrían que pasar muchas cosas, no demasiado extrañas en esto del fútbol, pero sí difíciles de repetirse de manera constante, como un ciclo interminable. Los defensores del arcaico modelo actual podrían decir (y con razón): “Pero si el Real Unión y el Alcorcón ganaron al Madrid”. Dos milagros tan improbables como que el inmovilismo español se renueve. Muy poco en serio se deben tomar los jugadores blancos los dos partidos para no avanzar a la siguiente ronda. Incluso un tropiezo en tierras catalanas siempre será subsanable en Chamartín.

Todo cambiaría si la tensión competitiva de una eliminatoria dividida en dos choques se concentrase en solamente 90 minutos de todo o nada, de gloria o pena capital. Un fallo de concentración de un grande se pagaría con la eliminación sin posibilidad de arreglo posterior en el partido de vuelta. Un gol del rival, de ese David hecho club de fútbol, pondría contra las cuerdas a los Goliat. Las prórrogas y las tandas de penaltis tensarían los nervios de cualquier entidad poderosa ante la posibilidad de verse humillada por un club menor. Y el fútbol no sería lo mismo si el pequeño no tiene opción de hacerse grande venciendo al grande. Las historias de gestas inolvidables han dado lustre a este deporte.

Los últimos de la cola

El sistema copero inglés siempre se ha puesto como el mejor ejemplo de cómo debe ser una competición a eliminación directa. Y puede que sea verdad, aunque existan otros torneos tan o más admirables, como puede ser el francés. Pero el inglés no deja de ser el simple paradigma del funcionamiento de un torneo que además de ser atractivo para el aficionado involucrado (los estadios siempre presentan un aspecto magnífico en cada eliminatoria), también lo es para el seguidor imparcial, que vive con emoción cada instante de ese partido, a sabiendas de que se decidirá el ganador sí o sí ese mismo día. Incluso, los ingleses se permiten el lujo de tener dos torneos de copa, a cada cual más admirable.

Si bien la FA Cup es considerada, por su longevidad y tradición, el torneo más grande de los dos, la League Cup no está demasiado por detrás en valoración general. La primera permite participar a todos los equipos de fútbol inscritos en la Football Assotation inglesa, es decir, desde la Premier League a ligas amateurs de barriadas, mientras que la League Cup permite participar a todas las categorías profesionales. Y aunque suene extraño, ni la una ni la otra se juegan a un único partido por ronda. Las semifinales de la Copa de la Liga son a doble partido, mientras que la Copa de Inglaterra permite repetir el partido en casa del visitante en caso de empate. La final, eso sí, siempre se jugará en Wembley, lo cual añade un punto de misticismo al torneo y al estadio: todo el mundo quiere estar en Wembley(en España siempre hay peleas por las fechas y por la sede).

Quizás el ejemplo a seguir para el fútbol español sea el caso del fútbol francés. Los del país vecino también cuentan desde 1995 con dos copas, y ambas se juegan a partido único cada eliminatoria, sin excepción. Tal y como sucede en el caso inglés, la Copa de la Liga la juegan equipos profesionales, mientras que la Copa de Francia la juegan tanto profesionales como amateurs. El sorteo de las diferentes rondas es puro y el equipo de categoría superior siempre ejerce de visitante, en beneficio del club pequeño. No hay repetición, sino que todo se decide en el día del partido mediante prórrogas y penaltis, si fueran necesarios. El En Avant de Guingamp es el ejemplo claro de lo abierto del torneo del KO francés, ya que ganó la Copa en la Ligue 2en 2009.

Incluso el calcio italiano, un ejemplo de tradición y estancamiento, decidió adaptarse a la moda y al gusto europeo eliminando las rondas a doble partido hasta las semifinales, única que se juega con el antiguo formato. El caso italiano era más exagerado aún, ya que hasta 2007 también la final se jugaba a doble partido desde que así se instauró en 1980. No es un torneo sencillo, como evidencia que la Juventus, equipo que ha ganado los tres últimos Scudetti de manera holgada, no consigue un título copero desde 1995.

La Copa del Rey arranca este miércoles para los clubesde Primera, después de un sorteo dirigido y en el que ya saben los posibles enfrentamientos hasta la final.Esa competición que otrora fuera la única que permitía saber cuál era el mejor equipo de nuestro país, comienza a parecer más un incómodo estorbo durante la competición liguera, hasta tal punto que muchos clubes firmarían caer cuanto antes para que la intromisión de los partidos coperos no les descentre de su hábitat natural: la Liga, el torneo de la regularidad, el que da dinero de verdad.

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