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El 'Clásico' de Copa del Rey, el partido que pone de los nervios a Vicente del Bosque
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CRUZA LOS DEDOS PARA QUE NO HAYA ROCES

El 'Clásico' de Copa del Rey, el partido que pone de los nervios a Vicente del Bosque

El técnico salmantino, con el Mundial a la vista, teme que el enfrentamiento en la final de la Copa fracture la paz en la que convive la selección española

Foto: Vicente del Bosque espera que la final de la Copa del Rey no genere enfrentamientos entre los jugadores de la Selección.
Vicente del Bosque espera que la final de la Copa del Rey no genere enfrentamientos entre los jugadores de la Selección.

La final de Copa, dicen, es la fiesta del fútbol español. En esta ocasión, además, llega con la carga pasional que siempre llevan consigo los enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona. Las bajas de uno y otro equipo no restan ni un ápice el interés de un partido así. Título en juego y máxima rivalidad, circunstancia esta última que preocupa a Vicente del Bosque. La tensión vivida en el 'Clásico' liguero y, en especial, las palabras de unos y otros en los días posteriores al choque han abierto viejas heridas que parecían cerradas.

El seleccionador siempre pide que en este tipo de partidos triunfe el fútbol, que no sean los incidentes extradeportivos los que marquen el desarrollo de lo sucedido sobre el verde. Al seleccionador no se le olvidan las imágenes vividas hace tres años, en las que las diferencias entre madridistas y azulgranas se hicieron patentes, elevando la tensión del choque y de posteriores concentraciones del equipo campeón del mundo a cotas insospechadas. Mourinho llevó el fútbol de su equipo al límite. Todo valía, mientras que Guardiola y lo suyos no despreciaron la pelea, el cuerpo a cuerpo.

Ahora las diferencias han aparecido tras una acción de Busquets sobre Pepe que pasó inadvertida durante el desarrollo del partido, pero que quedó clara cuando la multitud de escenas que generan un partido así salieron a la luz. Los madridistas, con Xabi Alonso y Casillas a la cabeza, defendieron a su compañero, algo que no gustó a Xavi Hernández, señalando al centrocampista, con el que, por cierto, no mantiene buena relación.

La final de Copa de hace tres años llegó en el medio de ese maratón de cuatro partidos que uno y otro equipo protagonizaron. El encuentro de Mestalla llegó repleto de tensión, continuó haciendo saltar chispas en los choques que se produjeron durante el mismo y terminó con reproches de unos y otros por lo sucedido sobre el terreno de juego. La diferencia entre el partido de mañana y el de hace tres años es la presencia en el horizonte cercano del Mundial de Brasil. Del Bosque ha repetido en más de una ocasión que no piensa consentir ni faltas de disciplina ni desprecios entre compañeros, y por ese motivo cruza los dedos ante lo que pueda suceder en Mestalla.

La tensión que se vivirá seguro que es inferior a la de la final de 2011, pero la necesidad de 'arreglar'' la temporada que tienen los dos equipos invita a pensar en que lo mucho que hay en juego añadirá mucho picante al partido. Del Bosque quiere pensar en un partido intenso pero deportivo, algo que tras lo sucedido en el reciente clásico del Bernabéu está bajo sospecha. Lo cierto es que el Barcelona, especialmente, llega necesitado al partido y rodeado de un ambiente enrarecido. Eliminado de la Champions y con la Liga más que complicada, el tercer torneo le puede servir para que la Supercopa no sea el único título de la campaña.

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Los blancos quieren un golpe de efecto en Mestalla

Mientras, el Real Madrid llega a la final con menos presión por aquello de la posibilidad que todavía tienen de lograr una triple corona que hasta ahora nunca ha conseguido el club blanco. La Copa es la primera posibilidad, pero no la única. Buscan dar un golpe a su moral de cara al enfrentamiento ante el Bayern y a la del Barcelona. Quieren ver al gran y eterno rival hundido y saben que eso pasa por una derrota en Valencia.

En el vestuario madridista no gustaron las palabras de Xavi Hernández en las que cuestionaba lo dicho por sus compañeros de Selección respecto a Busquets. En los últimos días no se ha producido conversación telefónica alguna entre los jugadores de uno y otro equipo. Casillas, autor de la llamada posterior al famoso partido del 17 de agosto de 2011 con la Supercopa en juego, no piensa dar el paso ni tender la mano a los azulgranas. De hacerlo, será ya con la camiseta de la Selección y bajo el mismo techo. Los jugadores del Real Madrid no han entendido las palabras del centrocampista, ni en el tiempo ni en la forma.

La final de Copa, dicen, es la fiesta del fútbol español. En esta ocasión, además, llega con la carga pasional que siempre llevan consigo los enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona. Las bajas de uno y otro equipo no restan ni un ápice el interés de un partido así. Título en juego y máxima rivalidad, circunstancia esta última que preocupa a Vicente del Bosque. La tensión vivida en el 'Clásico' liguero y, en especial, las palabras de unos y otros en los días posteriores al choque han abierto viejas heridas que parecían cerradas.

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